RIQUELME SE ENTRENO LIVIANO PERO JUGARA EL DOMINGO. Juan Román Riquelme, por un traumatismo en el muslo izquierdo, y Cristian Chávez, por un malestar estomacal, no terminaron ayer por la mañana el entrenamiento realizado por el plantel de Boca en el complejo de Casa Amarilla, aunque la presencia de ambos en el partido del domingo próximo ante Estudiantes no corre riesgos.
Riquelme, golpeado en el encuentro ante Colón, mantiene algunos dolores y no estuvo en la sesión de fútbol informal del final, ya que realizó trabajos de kinesiología. De todas maneras, había desarrollado antes toda la rutina con la mayoría de sus compañeros al igual que Chávez, que más tarde fue al consultorio junto con el doctor José María Veiga.
Al no poder contar con Riquelme y Chávez, el director técnico Julio Falcioni decidió suspender la práctica breve de fútbol formal que había previsto para el final del trabajo, que recién se llevará a cabo hoy cuando el plantel vuelva a reunirse desde las 9.30 en el estadio, donde tendrá lugar el ensayo principal de la semana.
De todos modos, se afirma la idea de que Boca presentará ante el líder Estudiantes la misma formación que comenzó el juego ante los santafesinos, es decir Lucchetti; Cellay, Caruzzo, Insaurralde; Calvo, Chávez, Somoza, Erviti, Rodríguez; Riquelme; Palermo.
Por su parte, Sebastián Battaglia evolucionó bien de su tendinitis en el talón de Aquiles izquierdo pero todavía no fue autorizado a realizar tareas de campo, por lo que seguramente no podrá ser incluido ni siquiera en la lista de concentrados frente a Estudiantes.
Riquelme habló por la tarde en radio FM 101.5 y le mandó un mensaje irónico al ex presidente del club y actual jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, al afirmar que «en 2007» le hizo «ganar una elección», a la vez que le advirtió que si quiere volver a presidir el club tendrá que convivir con él ya que le quedan tres años de contrato. «Si (Macri) es dirigente del club nuevamente tendrá que tomar decisiones, yo tengo un contrato muy largo con el club y lo único que quiero es ayudar a mi equipo y ver si tengo la suerte de volver a salir campeón», señaló Riquelme.
El futbolista y el jefe de Gobierno porteño mantienen una relación distante desde 2001, cuando Riquelme le dedicó el famoso gesto del Topo Gigio en medio de una negociación por la renovación de su contrato.
Si bien no emitió un juicio de valor sobre un hipotético regreso de Macri a la presidencia del club, Riquelme apeló a la ironía para referirse a él. «Yo soy hincha de Boca y en 2007 volví con él y le hice ganar una elección», dijo, y luego soltó: «Mauricio cuando se acuerda tanto de mí es porque me tiene cariño».
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