El fiscal federal Facundo Trotta afirmó que la megacausa por crímenes de lesa humanidad «permite aprender de forma más acabada cómo funcionó la estructura represiva en la provincia, no sólo a partir del golpe de Estado sino también durante 1975»
Este jueves se cumplen dos años del inicio del juicio por esta causa, la más grande que se ha tramitado hasta el momento en Córdoba y una de las más voluminosa de todo el país junto con la ESMA.
Hasta el momento, la megacausa acumula 26 expedientes, en relación a 716 víctimas, de las cuales 283 fueron asesinadas y se encuentran desaparecidas; 67 fueron asesinadas y sus cuerpos fueron encontrados, 13 víctimas han fallecido como consecuencia de la tortura, y las demás son sobrevivientes que estuvieron secuestradas en los campos de concentración de La Perla, La Ribera o el departamento de Informaciones de la Policía de la Provincia de Córdoba (D-2).
En esta causa están imputadas 53 personas, entre ellos el represor Luciano Benjamín Menéndez, quienes están acusados por los delitos de privaciones ilegítimas de la libertad agravada, tormentos agravados, homicidios agravados, abuso sexual, apropiación de un menor de 10 años, como así también el robo y la usurpación de la empresa cordobesa Mackentor S.A.
Trotta, en diálogo con Télam, precisó que la acumulación de causas es «de suma importancia», porque «permite aprender de forma más acabada cómo funcionó la estructura represiva en la provincia de Córdoba, no sólo a partir del golpe de Estado cívico militar sino también durante el año 1975».
La causa es la más grande que se ha tramitado hasta el momento en Córdoba y una de las más voluminosa de todo el país junto con la ESMA
«El Estado en los últimos años está haciendo mucho por la Memoria, la Verdad y la Justicia, y por las familias que siguen buscando los cuerpos de sus seres queridos desaparecidos».
El fiscal destacó: «Hoy podemos, en un mismo proceso, analizar el funcionamiento macabro y metódico de los diferentes campos de concentración que existieron en nuestra provincia, y cómo era la dinámica de la desaparición, tortura, exterminio y en algunos casos reaparición luego de mucho tiempo».
Señaló que durante todo el juicio escucharon «los relatos de muchos familiares de víctimas desaparecidas, como así también de familiares de aquellas víctimas que fueron asesinadas y su muerte se dio a conocer falsamente a la opinión pública como enfrentamientos. Relatos desgarradores, donde contaron cómo debieron reconocer los restos sin vida de sus familiares».
«Una de las noticias más importantes de este año relacionada con la megacausa “La Perla” ha sido, sin duda alguna, el hallazgo (el pasado 21 de octubre) por parte del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), de restos óseos humanos dentro de los predios de la Guarnición Militar Córdoba, en inmediaciones del edificio donde funcionaba el campo de concentración La Perla», indicó Trotta.
Sostuvo que ese hallazgo «renueva las esperanzas de los familiares de encontrar los restos de sus seres queridos», pero advirtió: «Debemos mantener la cautela hasta tanto el EAAF identifique el patrón genético de estos restos. Si se corroborara que pertenecen a una de las víctimas de esta causa, esto confirmaría aún más la hipótesis acusatoria que venimos sosteniendo desde el Ministerio Público Fiscal».
Puntualizó que esa hipótesis es que «luego de ser torturadas en La Perla, las personas secuestradas eran retiradas del edificio y eran asesinadas en las inmediaciones del campo, para luego hacer desaparecer sus cuerpos enterrándolos en fosas comunes dentro de los predios del Tercer Cuerpo de Ejército».
«Una identificación positiva -indicó Trotta-, permitiría a las familias tener los restos de sus seres queridos, poder darles un descanso final y permitirles así cerrar sus duelos. No debemos perder de vista que si bien el Estado en los últimos años está haciendo mucho por la Memoria, la Verdad y la Justicia, y por las familias siguen buscando los cuerpos de sus seres queridos desaparecidos».
«Todavía nos queda algún tiempo de juicio hasta que comencemos a producir los alegatos. Estimo que, al menos, hasta la mitad del año próximo continuaremos tomando testimonios, para luego si pasar a la etapa de alegatos, la cual tendrá también su extensión dada la cantidad de partes querellantes y abogados defensores», concluyó el fiscal.
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