Es ley el nuevo Código Procesal que da más poder a fiscales. Tras un largo debate y con críticas de la oposición, el kirchnerismo y aliados aprobaron en Diputados el proyecto del Ejecutivo. Apunta a reducir la extensión de los juicios.
Con votos del Frente para la Victoria y aliados, la Cámara de Diputados aprobó este jueves y convirtió en ley el proyecto del Poder Ejecutivo que establece un nuevo Código Procesal Penal, que brinda más protagonismo a los fiscales y apunta a reducir la extensión de los juicios.
Tras más de diez horas de discusión, la votación resultó en 130 afirmativos, 99 negativos y 2 abstenciones, correspondientes a Martín Lousteau y Carla Carrizo (Suma + UNEN).
Al cerrar el debate, la presidenta del bloque del Frente para la Victoria, Juliana Di Tullio, resaltó: «Estamos modernizando un Código que no sirve, no le sirve a nadie. Sólo le sirve a una docena de jueces que tienen el poder en sus manos».
«Si los jueces tardan más de lo que deben, serán sancionados en el Consejo de la Magistratura», enfatizó Di Tullio, sobre los tiempos máximos establecidos por la ley.
A la vez, aseguró que «es verdad que no es un Código para combatir la inseguridad, porque cuando uno está juzgando, es porque el hecho ya fue cometido».
El texto, que cuenta con 349 artículos, plantea un cambio del sistema inquisitivo al acusatorio, dándole mayor injerencia a los fiscales y dejando en manos de los jueces la garantía de los procesos.
Al inicio del debate, la miembro informante del kirchnerismo, Graciela Giannettasio, aseguró que el actual sistema inquisitivo impone el «peor proceso de revictimización: no saber nunca qué pasa con la investigación, no saber cuándo va a terminar el proceso, no participar de la investigación, no tener oralidad».
Resaltó que el nuevo paradigma pone a la víctima «en el centro de la escena» y «utiliza de manera rigurosa el esquema de libertad, garantía y la vigencia de los tratados internacionales».
Por la oposición, el diputado de la UCR, Manuel Garrido, advirtió que «lo único que se va a aplicar» cuando comience a regir la nueva ley es un incremento sustancial de la planta del personal designado por el Poder Ejecutivo».
El también radical Miguel Giubergia evaluó que «el Código Procesal Penal propuesto por el Gobierno tiene la intención de establecer el camino de la impunidad para muchos de los funcionarios oficialistas».
El legislador del Frente Renovador, Oscar «Cachi» Martínez, defendió la propuesta alternativa de su bloque y aseguró que «pone énfasis en las víctimas y no en los delincuentes», además de crear un cuerpo de abogados para asistir a los damnificados y la figura del «investigador encubierto».
En respuesta, la kirchnerista Diana Conti sostuvo que el dictamen del FR «no guarda coherencia» y es un proyecto «clasista, del que deben avergonzarse».
A la vez, Conti defendió el nombramiento de personal e indicó que «aun con el Código actual, el plantel del Ministerio Público Fiscal es insuficiente a la hora de pedir que se aceleren los juicios de toda naturaleza».
Por el PRO, Laura Alonso recalcó que «la única intencionalidad política» del Gobierno es «proteger a los corruptos». «Les importa un pito la celeridad del proceso», enfatizó la diputada por la Ciudad.
Pablo Tonelli, en tanto, subrayó que «hacen falta normas complementarias para que este Código entre en vigencia con éxito: la ley de implementación, el Código Penal, la ley orgánica del Ministerio Público, el régimen penal juvenil y el de ejecución de penas».
El jefe del bloque socialista, Juan Carlos Zabalza, rescató la trascendencia de reemplazar el modelo inquisitivo en manos de los jueces para pasar a un modelo acusatorio, que «pone la investigación a cargo exclusivo del fiscal y el juzgamiento en manos del juez, separando ambas funciones».
No obstante, el santafesino aseguró que con esta ley «se corre riesgo de que el Ministerio Público Fiscal termine replicando la lógica con la que aún funcionan los juzgados de instrucción».
En tanto, el diputado de la Coalición Cívica, Pablo Javkin, destacó que «siempre detrás de un funcionario político que se corrompe hay un juez apañado por el poder político o económico».
«Sepamos que cuándo amparan jueces corruptos por conveniencia política pueden estar ante su futuro verdugo en los Tribunales. Por eso le decimos al oficialismo: los oyarbides de ayer son los bonadíos de hoy», enfatizó Javkin.
Puntos principales del nuevo Código
Según establece el proyecto, la investigación preparatoria del fiscal puede tardar hasta un año y termina con la acusación del imputado, para que ningún proceso dure más de tres años.
No obstante, una vez ingresado el caso al sistema penal, el fiscal tendrá un máximo 15 días para tomar una decisión.
Puede continuar con la causa formalizando la investigación o desestimarlo, archivarlo o aplicar criterio de oportunidad.
La iniciativa original del Gobierno otorgaba facultades a la Procuración General para reasignar causas a los fiscales, aunque en el Senado se aplacó esa atribución para que «las causas que ingresen sean asignadas por sorteo entre todos los órganos del Ministerio Público Fiscal y de la Defensa ante cada Cámara».
El proyecto del Gobierno también elimina el juicio por expediente y se establece, en su lugar, la audiencia oral y pública como el escenario para desarrollar el juicio y aplicar la sentencia.
Fuente: Cadena 3
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