Por femicidios, 36 niños perdieron a su madre durante el año pasado en Córdoba. Son las llamadas “víctimas colaterales” de la violencia de género. Algunos de ellos quedan bajo el cuidado de familiares o instituciones
El año pasado se registraron 18 mujeres muertas a causa de la violencia de género. Esta fría estadística se transforma en tragedia cuando se dimensiona que cada número es una mujer asesinada y tras esa persona quedó mutilada una historia, proyectos y una familia.
De allí se desprende además que 36 niños quedaron sin mamá a causa de estos crímenes durante el 2014.
Los datos se conocieron tras el relevamiento que realizó la asociación cordobesa “Convoz una vida sin violencia”, y arrojó que durante el año pasado se contabilizaron 18 femicidios en la provincia, la mayoría de ellos en el interior cordobés.
Las cifras de la Casa del Encuentro, la organización no gubernamental concentra las cifras a nivel nacional, publicaron que durante el 2013 fueron 405 hijos e hijas los que se quedaron sin madre como consecuencia de la violencia de género, de los cuales 263 son menores de edad.
Al respecto, Ruth Ahrensburg explicó: “Todos los años hacemos un relevamiento de los femicidios en el que incorporamos el nombre del agresor para que sea tan visible como la víctima, si está detenido o se suicidió y los niños que perdieron a sus mamás”.
“Convoz es una asociación que brindar acompañamiento a personas que hayan sufrido o estén en riesgo de sufrir violencia familiar o de género cualquiera de sus modalidades”, añadió Ahrensburg.
La referente destacó que cada caso “no son cifras, son personas con una historia personal, con sueños, tuvieron su familia, sus proyectos”.
El relevamiento se realiza en función de los datos obtenidos de los medios de comunicación y de un seguimiento personal. En el mismo se destaca que la mayoría de los femicidios ocurren en el interior de la provincia donde no existen tribunales específicos para esta atención.
Ahrensburg planteó que “este número creciente de femicidios en Córdoba tiene que llevarnos a un nuevo paradigma que incluya una perspectiva de género que atraviese a la educación, la salud”.
Destacó, además, el uso del botón antipánico en Córdoba, aunque aclaró que este método “es preventivo en tantos casos como botones son entregados, no abarca a la mayoría de las mujeres víctimas de violencia ya que se entrega en casos muy específicos, no podemos pensar que el problema se soluciona de esta manera”.
Se refirió a la prevención como una de las formas excluyentes como salida a este flagelo. “Si uno piensa en la solución como una fórmula mágica estamos muy lejos, hay que pensar en las políticas públicas, la Justicia, la Policía, los medios de comunicación, un trabajo interdisciplinario desde la prevención”, señaló.
La referente planteó como uno de los mayores dilemas derivados de los femicidios los hijos que quedan huérfanos en los casos en que el agresor se suicida o a cargo de algún familiar.
En tanto, cuando se trata de casos de violencia de género y la mujer no fue asesinada, “hay niños que han vuelto con el papá biológico de quien se separo por violencia, esto a partir de la política que se desarrolla en esta provincia que prioriza la revinculación de los niños y no hay otras políticas protectoras”, informó Ahrensburg.
La mujer destacó en tanto que en la actualidad, y tras 23 años de trabajo en esta temática, se nota la prevalencia de “un paradigma social que promueve ciertos rasgos, la manipulación, el éxito a cualquier costo, obtener el bienestar por caminos cortos, la mentira, en empresas se plantean herramientas de éxito para poder manipular mentir, se naturaliza esta actitud”.
Fuente: La Mañana
Comentar post