El presidente Barack Obama pidió al Congreso, con mayoría del Partido Republicano, iniciar los trabajos para poner fin al embargo de Estados Unidos contra Cuba, vigente desde 1960.
En su mensaje sobre el Estado de la Unión, Obama defendió su política de normalización de las relaciones con La Habana, la cual, dijo, tiene el potencial de poner “punto final” a décadas de desconfianza.
Obama recordó las palabras del Papa Francisco, quien participó en el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba, en el sentido de que la diplomacia es un trabajo de “pasos pequeños”.
“Y estos pequeños pasos han ido sumándose para dar una nueva esperanza al futuro de Cuba. Después de pasar años en prisión, el hecho de que Alan Gross esté de nuevo entre nosotros nos llena de dicha: bienvenido a casa, Alan”, señaló Obama dirigiéndose a la tribuna.
El estadunidense Gross, quien estuvo condenado y encarcelado en Cuba, fue liberado en paralelo al reciente anuncio de la búsqueda de una normalización de relaciones entre Washington y La Habana, y esta noche fue uno de los invitados de honor del Presidente. Por breves momentos, Gross se puso de pie y alzó el puño diestro en señal de triunfo, en medio de aplausos de los legisladores.
Al abordar el caso de Cuba, Obama reiteró la decisión de su gobierno de poner fin a una política que de acuerdo con el presidente “debió haber terminado hace tiempo”.
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