Domingo Cavallo prendió el ventilador y dejó en una posición sumamente incómoda y difícil de explicar al kirchnerismo. «Néstor Kirchner apoyó todas las reformas económicas de los ´90. Era un entusiasta defensor de la convertibilidad», dijo en el cumplimiento de los 20 años de aquel plan económico que equiparó un peso con un dólar y duró hasta el 1 de enero de 2002, cuando el país ya había estallado y se habían sucedido cinco presidentes en diez días.
Aunque no hacían falta sus palabras para confirmarlo, está claro que la voz del ex ministro no pasará inadvertida. Se trata de alguien que conoció perfectamente en esos años al ex presidente y que acaba de derribar una de las principales banderas del oficialismo, que desde las tribunas políticas suele cuestionar fuertemente las políticas neoliberales.
Ante el recuerdo de Nelson Castro, por radio Mitre, acerca de si Cavallo mantenía diálogo en los ´90 con el entonces gobernador de Santa Cruz, el entrevistado no vaciló: «Por supuesto que hablaba con él, si Kirchner nos apoyó totalmente».
«Le digo más: le voy a contar una anécdota -agregó Cavallo-. Cuando yo era candidato a presidente y Duhalde estaba con Palito Ortega (en la fórmula presidencial), como las encuestas daban que Duhalde perdía, Kirchner promovió una reunión entre Duhalde y yo y propuso hablar con Palito para que yo fuera candidato a vicepresidente. Yo le dije que si hacíamos eso, como el discurso de Duhalde era contrario a la convertibilidad, podíamos perder porque De la Rúa se había apropiado de la convertibilidad. Duhalde hizo una encuesta que me dio la razón: de cada diez personas que me votaban, sólo el 3 por ciento se trasladaba a Duhalde».
Como si esta frase, por sí sola, no alcanzara para salpicar uno de los principios K, que sostiene que siempre se enfrentó al neoliberalismo, Cavallo recordó otra anécdota que la Casa Rosada hubiera preferido no escuchar. «Kirchner no le aceptó a Duhalde ser jefe de Gabinete (cuando era presidente) porque estaba en total desacuerdo de la pesificación y con el abandono de la convertibilidad» que había decidido el bonaerense al asumir la Presidencia en aquellos días caóticos.
Cavallo abordó el tema de lleno. «Argentina había sufrido de alta inflación durante 45 años. En los últimos 15 había subido a estanflación y en los últimos tres había explotado todo en un tema de hiperinflación. Era necesario limpiar la economía», dijo al recordar el plan que aplicó al asumir al frente del Ministerio de Economía durante la primera presidencia de Carlos Menem.
El ex ministro insistió en que «la convertibilidad nunca debió haberse dejado de lado. Lo que sí habría que haber cambiado era la referencia del valor de la moneda. Creo que en 1997 hubiera sido conveniente dejar flotando la moneda. No se hizo porque yo ya no estaba en Economía».
Sin dar el brazo a torcer, Cavallo dijo que «defendí a la gente y sus intereses» y añadió: «Mi gran autocrítica es haber entrado al gobierno de De la Rua. Es la única».
En otra entrevista, publicada ayer por el diario El Cronista, le preguntaron a Cavallo si le gustaría volver a ser ministro de Economía y respondió que no. «Yo quisiera ser presidente. Fui candidato a presidente de la Nación en 1999 y probablemente, de no haber entrado en el gobierno de Fernando de la Rúa, en 2003 hubiera ganado las elecciones presidenciales». Y cerró: «Economistas de calidad sobran pero lamentablemente ninguno está asesorando al Gobierno».
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