ECUADOR DECLARO QUE HEATHER HODGES ERA PERSONA «NON GRATA» TRAS LA FILTRACION DE UN CABLE. Correa echa a la embajadora de EE.UU.
De acuerdo con el archivo revelado por Wikileaks, la diplomática norteamericana dijo que el presidente de Ecuador estaba al tanto y avalaba la corrupción de la policía. El año pasado los uniformados protagonizaron un intento de golpe.
Tras una filtración de Wikileaks, Ecuador pidió a la embajadora estadounidense en Quito, Heather Hodges, que abandone el país. La funcionaria dijo que el presidente Rafael Correa había designado a un policía corrupto a la cabeza de las fuerzas de seguridad para poder manipularlo con mayor facilidad. Las autoridades ecuatorianas reaccionaron y declararon como persona «non grata» a la enviada de Washington. El mandatario denunció que se trataba de una intromisión muy grave de la enviada estadounidense en asuntos internos de Ecuador. La Casa Blanca respondió que la medida era injustificada.
En julio de 2009, un cable de la embajada norteamericana estableció una lista de los supuestos delitos que había cometido el general Jaime Aquilino Hurtado Vaca como comandante general de la Policía Nacional de Ecuador. «Hurtado Vaca usó su oficina de comandante de la Policía Nacional y su influencia personal para extorsionar, para apropiarse de fondos públicos, para facilitar el tráfico de personas y para obstruir la investigación y el proceso de colegas corruptos», dice la comunicación clasificada por la embajadora Heather Hodges. Según especifica ese cable, Hurtado Vaca se desempeñó como jefe de la Policía Nacional desde abril de 2008 hasta junio de 2009. Previamente, había sido inspector de esa fuerza y antes había trabajado en la Policía de Tránsito. «Si bien la información que maneja la embajada sobre sus actos corruptos refiere a los años recientes, las investigaciones internas de la Policía Nacional sugirieron en varias ocasiones que Hurtado estuvo involucrado en actividades corruptas desde principios de los años ’90», agrega.
Pero, en realidad, lo que encendió la mecha no fue que se revelara el supuesto prontuario de Hurtado Vaca. «Las actividades corruptas de Hurtado eran tan ampliamente conocidas entre los cuadros superiores de la Policía Nacional que hay funcionarios de la embajada que creen que el presidente Correa debería estar al tanto de ellas», denuncia la comunicación de la delegación norteamericana. De hecho, el cable va por más a la hora de acusar al mandatario. «Estos observadores creen que Correa habría querido tener un jefe de la Policía Nacional al que pudiera manipular fácilmente», dispara.
El Palacio de Carondelet salió a responder. «La lucha contra la corrupción en ciertas estructuras policiales emprendida por el gobierno del Ecuador fue una de las causas que motivaron el intento de golpe de Estado del pasado 30 de septiembre. Por lo tanto, la afirmación contenida en el cable de la embajada, además de estar reñida con la verdad, demuestra una clara intención de afectar negativamente el prestigio del país», manifestó la Presidencia a través de un comunicado.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño, reconoció haber llamado a Hodges para expresarle su indignación. «Le dije a la señora embajadora que el gobierno de Ecuador estaba sorprendido, que el presidente estaba absolutamente indignado por el contenido de dichos cables y que deberíamos saber acerca de su veracidad. La señora solamente manifestó que esa documentación había sido robada y que, por lo tanto, ella y el gobierno de los Estados Unidos no tenían que hacer ninguna observación, ningún comentario y ninguna aclaración al respecto», relató el jefe de la diplomacia de Correa en una conferencia de prensa.
Como Ecuador consideró que la respuesta era insuficiente, el gobierno declaró a Hodges persona «non grata» y le pidió que abandone el país en el menor tiempo posible. «Nos parece inaceptable que después de haberse conocido el contenido de los mencionados cables, después de haber sido invitada a dar una explicación sobre el contenido de los mismos, hayamos tenido una respuesta de la naturaleza que tuvimos por parte de la señora embajadora», agregó el canciller ecuatoriano. «Esperamos que esto no provoque ninguna situación de otra naturaleza entre nuestros dos gobiernos», aclaró Patiño. «Esto es responsabilidad directa de una persona y no es un tema que tiene que ver con el gobierno de los Estados Unidos. Esperamos que esto no tenga que afectar las relaciones cordiales que hay entre nuestros gobiernos», puso paños fríos. Aunque la cordialidad del Palacio de Carondelet no se extendió hacia el diario español El País, que difundió el cable. El embajador ecuatoriano en Madrid, Galo Chiriboga, envió una carta al director del matutino en la que le decía que no se pueden tolerar esas informaciones.
La Casa Blanca salió a respaldar a Hodges, quien estuvo en Ecuador por 32 meses, en reemplazo de la anterior embajadora Linda Jewell. «Consideramos su expulsión injustificada y lamentamos profundamente que el gobierno ecuatoriano lo haya hecho», dijo el Departamento de Estado en un comunicado, en el que agregó que estaba evaluando las opciones a seguir. Posteriormente, el vocero Mark explicó: «Ecuador es uno de nuestros aliados clave en la región y queremos hacer progresar esa buena relación, por lo que lamentamos muy profundamente este incidente y el impacto que va a tener».
Más tarde, el presidente Correa aseguró que el inconveniente no tiene que ver con la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y de Lucha contra las Drogas. «No podemos estar dependiente de cosas unilaterales cada año para ver si podemos seguir vendiendo a Estados Unidos.» El gobernante se mostró optimista frente a una posible respuesta regional a lo que él consideró una grave intromisión de Hodges. «Estoy seguro de que Unasur dará el total respaldo en este caso a Ecuador», remarcó.
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