En Córdoba existe desde 2011 una fundación llamada “La Mirada” que busca brindarle soluciones ópticas y oftalmológicas a quienes no tienen la posibilidad de afrontar los gastos de un tratamiento. Conocé esta noble causa.
Un grupo de oftalmólogos y ópticos cordobeses detectó una problemática. Lejos de quedarse con los brazos cruzados, buscaron la forma de ayudar a paliar la situación.
Así fue que el 10 de diciembre de 2011 nació en nuestra ciudad una fundación llamada “La Mirada” que tiene como objetivo trabajar para facilitar el acceso a soluciones ópticas y oftalmológicas de calidad, a niños cuyas familias no pueden afrontar los gastos que los problemas de visión implican.
Es bien sabido que acceder a tratamientos por problemas visuales es muy costoso. Sin una obra social, se torna imposible para algunas familias. El grupo de profesionales que fundó esta organización civil asegura que el acceso a sus especialidades están alejadas de la realidad socioeconómica de la gente. Su objetivo es llegar a todos los pacientes, sin distinción de edad, que necesiten prácticas de tratamiento visual, anteojos, o bien, cirugías.
No existe en la ciudad otra fundación con estas características. “Somos una organización sin fines de lucro única en Córdoba, que «regala luz» a los chicos y busca que todos, como sociedad, abramos los ojos”, dicen sus pioneros.
Los niños, a los que ellos llaman “sus lechuzas”, son el eje de la asociación. El lema de La Mirada es que se necesita ver bien para aprender mejor, y que prestar atención a los problemas de visión de los niños es una responsabilidad de todos. “Ver bien también depende de vos”, dicen desde la fundación.
A diferencia de otras organizaciones no gubernamentales, esta no espera a que la gente acuda a ellos para encontrar soluciones: “Creemos que las dificultades en la visión son muy grandes, entonces salimos a buscarlas y no esperamos que lleguen los problemas cuando ya no tengan solución”, afirman.
El sustento formal de la fundación es principalmente a través de distintas ópticas y clínicas oftalmológicas que con sus prestaciones (tanto otorgando anteojos como haciendo prácticas y cirugías) ayudan a resolver los problemas y por ende a sustentar la misión y la visión de la fundación. La Mirada también realiza todos los trámites relativos a donaciones de marcos de anteojos, como así también de insumos quirúrgicos.
Ellos afrontan los gastos de las consultas, los anteojos, los estudios y las operaciones a través de la venta de chocolates (que son donados por la fábrica cordobesa Pilo Bratti) y de velas (que fabrican voluntarios, niños y madres de la fundación).
Por el momento no pretenden recibir dinero en efectivo en forma de donación para llevar adelante las actividades, sino que más bien buscan ser un puente entre la necesidad y la solución de un problema visual.
Un sueño, un anhelo
“Uno de nuestros sueños es que todos los oftalmólogos y ópticos puedan sumarse a esta cadena, se animen a participar de este proyecto, con nosotros o generando otro tipo de estructuras solidarias. Ojalá existieran muchas otras fundaciones que trabajaran por la salud visual de este modo”.
Dos casos
* Luzpadece de retinosis por albinismo, una enfermedad muy común en las personas albinas. Los ojos de la pequeña no pueden filtrar la luz que entra. Fundación La Mirada gestionó los lentes especiales con filtros para que ella pueda ver y aprender.
* Salvadortiene estrabismo, lo que produce que sus ojos se vayan para afuera y no pueda enfocar las cosas. La organización gestionó los lentes para que pueda enfocar y desarrollarse plenamente en el comienzo de su escolaridad.
Para contactarte
Si tenés marcos de anteojos que ya no usás, donalos a la fundación. También, si sufrís problemas visuales o conoces a alguien que los tiene, comunicate con ellos para solicitar ayuda.
Fuente: Dia a Dia
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