El agua baja en pueblos y ciudades, pero no en la zona rural. El panorama en las localidades inundadas muestra mejoras, aunque sigue siendo crítico. Consideran clave que no hay nuevas lluvias intensas.
Córdoba superó ayer otro día en alerta por los excesos hídricos que padece en buena parte de su mapa. Alguna tenue lluvia en el este y un intenso pero aislado chaparrón fuera de todo pronóstico en La Granja (Sierras Chicas) encendieron la alarma, pero finalmente no generaron nuevas consecuencias graves.
El agua, por tercer día, sigue bajando en las decenas de pueblos y ciudades del este y centro provincial afectados. En muchos, a costa de bombearla con motores hacia las zonas rurales vecinas.
Mientras, no parece descender en los cientos de miles de hectáreas de campos anegados que rodean a esas localidades.
La situación va generando tensiones: en varios puntos se han repetido situaciones de conflicto entre pobladores urbanos y rurales por el destino del agua que nadie quiere tener. En general, la decisión oficial es la de proceder a desagotar las zonas urbanas, por razones de seguridad.
Bell Ville, en alerta
Para la madrugada de hoy se aguardaba la llegada del pico de crecida del río Ctalamochita a Bell Ville. En esa ciudad ya hay 120 evacuados, pero por la inundación de varios barrios tras las repetidas lluvias caídas y la deriva de los campos.
Con terraplenes y defensas construidas, la impresión era que el río no agravaría demasiado los problemas. Esa creciente ya pasó un día antes sin generar mayores daños por Villa María, Villa Nueva y Ballesteros (otras tres poblaciones urbanizadas sobre el cauce), donde las defensas montadas ayudaron a domar el río. Mientras, el dique Piedras Moras, el último que contiene las aguas del Ctalamochita, viene reduciendo desde hace tres días el volumen que libera. Incluso, ese lago estaba ayer ya a 1,40 metros de su vertedero, por lo que podrá tolerar nuevas lluvias en su cuenca.
Hasta anoche eran unas 1.600 las personas evacuadas en una docena de localidades. De ellas, mil eran de Idiazábal, que sigue pareciendo un “pueblo flotante” en el que no deja de bombearse agua sacarla del área urbana y se construye un canal de drenaje y un terraplén que la amuralle para que ya no le ingrese desde los inundados campos.
En Balnearia, la otra localidad muy comprometida hasta días atrás, ya no queda agua en la zona urbana ni vecinos sin regresar a sus hogares, según aseguró Diego Concha, director de Defensa Civil. “Pero parece una isla rodeada por una enorme masa de agua en los campos de alrededor”, acotó.
En una veintena de localidades, del centro y este provincial, se mantienen aún dificultades por anegamientos.
La clave para que el alivio se consolide es que no haya lluvias importantes en los próximos días. Los pronósticos apuntan a un fin de semana con inestabilidad y probabilidad de algunas lluvias aisladas pero no intensas.
¿Más víctimas?
La lista de 10 víctimas fatales que suman las tres semanas de temporales podría extenderse. Desde ayer, policías, bomberos y buzos buscan sobre terrenos rurales totalmente inundados al productor Nelson Bertone, de 63 años, quien desapareció el jueves cuando intentaba llegar a un campo en la zona de Monte Leña –del sudeste provincial– que arrienda para cría de animales. Al parecer, el hombre oriundo de Bell Ville dejó su camioneta cuando ya no podía seguir transitando y habría pedido un caballo a un vecino. El vehículo fue encontrada pero Bertone seguía hasta anoche desaparecido.
Mientras, la Justicia investiga el hallazgo –el martes pasado– del cuerpo de un joven que apareció en el balneario de Santa María de Punilla, sobre el crecido río Cosquín. Su estado de descomposición impidió la identificación y nadie reclamó por alguna desaparición en la zona. El fiscal de Cosquín, Daniel Barrera, dijo a este diario que un informe preliminar de la autopsia señala que murió ahogado, sin rastros externos de violencia. Se investiga si podría tratarse de un paciente psiquiátrico de 23 años que se fugó el 26 de febrero de la colonia psiquiátrica de Santa María, vecina al lugar.
1.637 aún evacuados
La mayoría (mil) son de Idiazábal. En Bell Ville había anoche 120, 80 en Cruz Alta, 72 en Ballesteros Sud, 67 en Jesús María, 203 en Obispo Trejo, 25 en Maquinista Gallini, 20 en Ballesteros y 50 en Quebrada de Luna. Además, hay autoevacuados.
Fuente: La Voz
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