La formación de 11 vagones partió con 160 pasajeros el lunes a las 20,45 y llegó este martes a las 16,21. Muchos pasajeros destacaron la importancia social de esta iniciativa nacional y la calidad y comodidad que ofrece a los usuarios.
«Estuvo muy bueno el servicio y muy cómodo. Antes los asientos eran muy duros, ahora en cambio son muy confortables, cambió mucho la atención», aseguró a Télam Laura Cubilla, quien viajó con sus ocho hijos en el tren que ingresó a las 16.21 a la estación Ferrocarril Mitre de la capital cordobesa.
Cuando el convoy, formado por una locomotora y 11 vagones, entró a la estación sonaron campanas y bocinas mientras personal de la Unión Ferroviaria desplegaba banderas argentinas y otras que decían: «orgullosamente ferroviarios» y «más ferroviarios que nunca».
Mariano Cervino bajó del tren junto a su novia y expresó: «el servicio es espectacular. Los muchachos, arriba, nos atendieron muy bien. Esto emociona, las condiciones, los vagones, todo nuevo. Nos merecíamos un servicio así, porque es un derecho y, por ende, lo tenemos que cuidar como tal, entre todos», dijo el joven.
«Hay que agradecerle a la Presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) y al ministro (Florencio Randazzo) por gestionar ésto y por devolverle a la gente la posibilidad de viajar de esta manera. Vengo de visita a Córdoba. Siempre me muevo en tren, al sur, al norte, pero ésto es único», aseguró.
También expresó su satisfacción María Cristina Acosta, oriunda de San Fernando (Buenos Aires), que llegó de paseo a Córdoba con su hija, su yerno y tres nietos. «He viajado muy bien. Antes el servicio era deficiente; ahora es muy bueno, esperemos que siga así y que se extienda a otras provincias porque es muy bueno para la gente», dijo.
Tras destacar con orgullo que procede de «una familia ferroviaria», Acosta resaltó la función social del tren porque «a la gente trabajadora le resulta imposible viajar en micro», por lo que se mostró «encantada» con el nuevo servicio, que partió de Buenos Aires y por Rosario (Santa Fe) y por Villa María antes de llegar a la ciudad de Córdoba.
Gladys Peralta, que vive en esta provincia y viaja seguido a Buenos Aires porque allí reside su hija, también elogió el nuevo servicio: «siempre usé el tren, desde hace 20 años o más. Pero este rodaba ‘serenito’, no se sentía nada, daba mucha seguridad, parecía muy bien cuidado», describió.
A la espera de que su marido bajara del tren con los bolsos, Cecilia Sujani contó que llegaban de pase. «Viajé muy bien, en pullman, muy cómodo. Estoy emocionada por ser parte, de alguna forma, de la historia. Esperemos que el servicio se difunda a otros destinos», dijo.
Homero Martínez, que bajó del tren con su mochila y una bicicleta para recorrer con un amigo las sierras cordobesas, relató que es «la primera vez» que lo hace en tren: «no me puedo quejar, no se sentía mucho ruido y era fresco y si bien no conocí el servicio anterior, esta experiencia me estimula. Ya tengo planeado unos cuantos viajes más», manifestó.
Mientras los 160 pasajeros descendían de la formación que había partido anoche a las 20.45 desde la estación porteña de Retiro, Lihué Milone hacía cola en la boletería para comprar un pasaje a Buenos Aires tras un año de no viajar por este medio.
«Es buenísimo esto. Antes quizás estabas 20 horas arriba del tren. Me parece muy bien que hayan cambiado las máquinas, ésto debería estar funcionado en todo el país y fomentar que el tren vuelva a los lugares a los que dejó de llegar en un momento por cuestiones económicas o porque no eran turísticamente redituables», manifestó.
La joven subrayó que «el tren cumple una función muy importante a nivel social y económico, para llegar a lugares a los que es más difícil o más caro acceder por otros medios. Me parece bien que pase esto y que se amplíe hacia otros destinos y que sea un bien que se distribuya entre todos», señaló.
Entre los recién llegados que saludaban a sus familiares en el andén de la plataforma «A», José Luis Espinosa, un operario en los talleres de «boogies» de Trenes Argentinos Operadora Ferroviaria, comentaba: «son coches nuevos y se está invirtiendo, todo mejorará ahora».
«Esto es importante para la gente y para el sistema de transporte en general, porque genera competencia con los colectivos que, al mejor el servicio y la competencia por parte del tren, deberán bajar el precio de los pasajes», explicó Espinosa.
En medio del bullicio miraba Ceferino Ferreyra, de 90 años, que se desempeñó como guarda en la estación cordobesa hasta 1983, que abandonó el silencio para reflexionar: «hay que aplaudir esto, a la Presidenta, porque la gente viajará más cómoda y más barato. Es muy beneficioso para todos, lo puedo decir yo que nací arriba de un tren, porque mi papá era encargado de máquinas», afirmó.
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