El hombre entró al supermercado donde trabajaba, reclamó sobre su desvinculación de la firma, mantuvo cautivas a 24 personas, hirió de un balazo a una y se entregó luego de una negociación. Los rehenes que salieron contaron que «tenía varias armas y municiones».
Un ex empleado de un supermercado del departamento cordobés de Punilla se atrincheró armado con 24 rehenes dentro de ese centro comercial y, tras herir a uno de los cautivos y una prolongada negociación con un fiscal, se entregó a la Policía, informaron fuentes de la fuerza y judiciales.
Si bien en un primer momento los investigadores creyeron que el móvil del hecho era un robo, el fiscal general de Córdoba, Alejandro Moyano, indicó que el hombre “quería fundamentalmente descargar la bronca contra el dueño del local” luego de haber sido desvinculado hacía un par de meses de su trabajo allí.
Según las fuentes, todo comenzó poco antes del mediodía, cuando el ex empleado ingresó con dos armas en mano al supermercado Mariano Max, ubicado en la ruta nacional 38, entre La Falda y Valle Hermoso, de Punilla, a unos 80 kilómetros de Córdoba Capital.
Una vez dentro del comercio, el muchacho armado se atrincheró con 24 rehenes, entre clientes y empleados.
Luego, el joven realizó reclamos vinculados a las condiciones laborales de los empleados del lugar y su desvinculación de la firma tras prestar tres meses de tareas, en un período de prueba.
En tanto, personal policial alertado del hecho rodeó el supermercado y sus alrededores, con apoyo del grupo especial Eter, mientras que el fiscal Martín Bertone inició una negociación con el captor para que depusiera su actitud.
Durante la toma de rehenes -que se extendió dos horas, aproximadamente-, el ex empleado fue liberando a los cautivos hasta que se quedó con cuatro de ellos, frente a los cuales finalmente se entregó a la Policía.
Las fuentes señalaron que antes de que el captor quedara detenido, éste hirió a uno de las víctimas de un balazo en una pierna.
“Todos (por los rehenes) están bien, solamente una persona tiene una herida de bala en la pierna, pero está bien, el proyectil entró y salió y se encuentra estable en el hospital zonal”, precisó a Télam el fiscal Moyano, que aclaró que el herido “es un empleado” del supermercado aunque no sabía si se trataba de un “guardia de seguridad” o si trabaja en “otra área”.
Por su parte, el detenido, en cuyo poder se secuestraron las dos armas de fuego utilizadas, fue trasladado al penal de Cruz del Eje y quedó imputado de “privación ilegítima de la libertad calificada” por el fiscal Bertone.
En tanto, los rehenes fueron llevados en dos camionetas hasta la comisaría de La Falda donde prestarán declaración sobre lo sucedido.
Por otro lado, algunos empleados del supermercado que se encontraban en los alrededores del centro comercial dijeron que el detenido se llama Facundo Totino y tiene 23 años, aunque estos datos no fueron confirmados por las fuentes.
Según el fiscal Moyano, el acusado “había estado tres meses trabajando en el lugar y luego no fue confirmado en el cargo”, por lo que “quería fundamentalmente descargar la bronca contra el dueño del local; tal es así, que hasta rompió objetos para demostrar su enojo”.
El fiscal general añadió que durante la negociación “se hizo presente en el lugar el padre del atacante y colaboró para que su hijo depusiera la actitud, aunque en ese momento ya había aflojado el ánimo”.
En el lugar también estuvo presente el jefe de la policía provincial, comisario general Julio César Suárez, quien agregó que “se trabajó en conjunto con el fiscal Bertone, con todos los equipos especiales de la policía y el negociador, se rodeó rápido el lugar y lo importante es que se pudo liberar a todos los rehenes”.
Fuente: Télam
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