En el 70º aniversario de la rendición de la Alemania nazi ante el Ejército Rojo. Rusia mostró todo su poderío militar para conmemorar el fin de la guerra
Unos 16 mil soldados, 200 piezas de artillería y 140 aviones y helicópteros de combate se exhibieron en la Plaza Roja de Moscú. Vladimir Putin denunció los intentos de crear un mundo unipolar, en referencia a los Estados Unidos.
Con un imponente desfile en el que exhibió todo su poderío militar, Rusia conmemoró ayer el 70º aniversario de la rendición de la Alemania nazi ante el Ejército Rojo en el ocaso de la Segunda Guerra Mundial.
El presidente Vladimir Putin aprovechó la ocasión para agradecer a los aliados que colaboraron en la victoria sobre el nazismo, pero también se ocupó de la actualidad y, aunque no mencionó a Estados Unidos, denunció los intentos de crear un mundo unipolar, lo que «socava la estabilidad del desarrollo mundial». También sostuvo que está listo para restablecer relaciones con la Unión Europea (UE).
El desfile fue el más importante desde la caída de la Unión Soviética (URSS) en 1989 y el Kremlin aprovechó la ocasión para exhibir sus nuevas y modernas máquinas de guerra, que según habían anticipado medios rusos, obligarían al resto de los países a renovar sus equipos.
El impresionante despliegue realizado en la mítica Plaza Roja de Moscú contó con la presencia de unos 16 mil soldados y cerca de 200 piezas de artillería, mientras unos 140 aviones y helicópteros de combate sobrevolaban la ciudad, dejando atrás una estela con los colores de la bandera tricolor rusa.
También fueron presentados un tanque Armata de última generación y un gigantesco lanzador de misiles balísticos intercontinentales RS-24 Yars.
Unos 27 jefes de Estado –entre ellos, los presidentes de China, Xi Jinping; Venezuela, Nicolás Maduro; y Cuba, Raúl Castro– participaron de la celebración. «Venimos en nombre de la gran patria bolivariana, venimos a entregar todo nuestro reconocimiento histórico a la gran patria rusa (…) La victoria perteneció al Ejército Rojo y al pueblo soviético», expresó Maduro, en referencia al triunfo de la URSS en la Batalla de Berlín entre abril y mayo de 1945, cuando los soviéticos vencieron al Ejército nazi y abrieron la puerta al final de la guerra en Europa.
La contienda se extendería hasta el 2 de septiembre de aquel año, después de que Estados Unidos lanzara las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, y el imperio nipón se viera obligado a rendirse.
Al acto de ayer en Moscú no acudieron los principales líderes occidentales, debido al conflicto en Ucrania que tiene a Rusia y Estados Unidos como protagonistas enfrentados. La ausencia más notoria fue la de la canciller alemana Angela Merkel, que de todos modos se reunirá hoy con Putin en Moscú.
Ante soldados y veteranos de la contienda que culminó en 1945, el presidente ruso consideró que “la carnicería de la guerra» puso en evidencia la necesidad de la cooperación internacional, aunque «en las últimas décadas hubo intentos de crear un mundo unipolar», en clara referencia a la Casa Blanca.
A pesar de eso, agradeció la contribución de los aliados –EE UU, Inglaterra y Francia– para lograr la victoria sobre el régimen de Adolf Hitler. También hubo un párrafo aparte para China, un país que, tal como destacó Putin, «perdió muchos millones de personas» en la guerra.
Luego del desfile, unas 300 mil personas caminaron por las calles de Moscú portando fotos de quienes combatieron la «Gran Guerra Patria» –como llaman los rusos a la Segunda Guerra– contra el nazismo.
Al frente del llamado «Regimiento Inmortal» iba Putin, con un retrato de su padre, veterano naval. En ese momento, el mandatario aseguró que su gobierno está dispuesto a restablecer plenamente sus relaciones con la Unión Europea. «Desgraciadamente, hemos sufrido cierto descenso en los intercambios comerciales debido a acontecimientos de sobra conocidos, incluidas las sanciones económicas mutuas», lamentó Putin, quien confió en abrir una nueva etapa de vínculos con el bloque europeo.
El presidente checo, Milos Zeman, se reunió con Putin y le expresó su rechazo a las sanciones impuestas a Rusia por la Unión Europea por el conflicto en Ucrania.
Entre los presentes también estuvo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien se reunió con Putin después del desfile. Ban quedó sorprendido por el «apoyo sincero» de los rusos al presidente. «Me alegra haber sido testigo, haber visto las caras orgullosas de la gente que participó en el evento, no sólo soldados, sino también de la gente sencilla, ver su compromiso con la paz», concluyó.
Fuente: Télam
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