“Hay que combatir la intermediación”. Una mesa de productores de alimentos, que reúne más de mil cooperativas, le planteó a Kicillof un proyecto para disputarles el control de precios a las grandes cadenas: asociarse al Estado en una red de bocas de venta.
A mediados de la última semana, el día miércoles, Axel Kicillof hacía el anuncio de la sexta actualización del programa Precios Cuidados, correspondiente al tercer trimestre de este año.
Un programa que, según destacó en la oportunidad el propio ministro, “fue de menor a mayor, creciendo en la cantidad de productos, en alcance, en modalidad de comercios adheridos y en cumplimiento”.
Pocas horas después, un nutrido grupo de representantes de productores de alimentos se reunía en el Palacio de Hacienda con el titular de la cartera –acompañado de varios miembros de su equipo, entre ellos Augusto Costa– para acercarle otra propuesta, largamente debatida entre más de mil cooperativas de todo el país, “para enfrentar la intermediación parasitaria y especulativa de grupos concentrados en la industrialización y la comercialización, que perjudican tanto al productor como al consumidor”: la creación de una red de supermercados mixtos, entre el Estado y las cooperativas de alimentos.
Las organizaciones de productores nucleados en la Mesa Nacional de Cooperativas Productoras de Alimentos apoyan y participan del programa Precios Cuidados pero consideran que, en el marco de las grandes cadenas de supermercados, “es poco lo que se puede hacer contra la especulación: necesitamos una red de comercialización propia, con intervención del Estado, que le dé la oportunidad al consumidor de llegar a nuestros productos con precios justos y por fuera de las grandes marcas”.
“Creemos que la intervención del Estado es fundamental para garantizar la soberanía alimentaria, cumpliendo un papel regulador en la producción, comercialización y distribución de alimentos, y queremos abordar el problema en una forma comprometida y asociada a la voluntad política del Estado”, explicó Raúl Ibáñez, uno de los dirigentes cooperativistas que le llevaron al ministro el proyecto de conformar una red de empresas mixtas para “acercar la producción al consumo, evitar los sobreprecios de una intermediación parasitaria y ampliar la oferta con una lógica distinta a la que imponen las cadenas que hoy concentran la comercialización de alimentos”.
La mesa de productores de alimentos está conformada por quince federaciones que, a su vez, reúnen a más de mil cooperativas de todo el país, que producen frutas y hortalizas, productos lácteos, pollo, aceites, yerba, azúcar y una amplia variedad de productos en conserva, entre muchos otros.
La propuesta que el miércoles llevaron al Palacio de Hacienda surgió del Congreso de Federaciones de Cooperativas que se realizó la semana anterior (3 y 4 de julio) en la localidad de Ezeiza, en la que se conformó además el Espacio Político de la Mesa, que busca alentar el debate de estrategias para garantizar la soberanía alimentaria, ampliar la participación de productores de todo el país y llegar con las mismas inquietudes a pymes del sector industrial y comercial, y otras organizaciones vinculadas a la denominada “economía social”.
Precisamente, el rol de la economía social y la situación de millones de trabajadores que se desempeñan en unidades económicas de “baja productividad” –e insuficiente remuneración–, había sido abordado dos días antes, el lunes, en el encuentro de la Convocatoria Económica y Social por la Argentina, en el Banco Central, a propuesta del ex canciller Jorge Taiana.
En dicha oportunidad, en una mesa encabezada por Aldo Ferrer y Alejandro Vanoli, se planteaba como una de las cuestiones pendientes para sostener un modo de crecimiento con justicia social, el de resolver el problema de una estructura productiva aún demasiado concentrada y con amplias franjas de trabajadores sin participación en la renta de los sectores más dinámicos.
La ambiciosa propuesta de este nuevo espacio cooperativo parecería apuntar justamente en ese sentido. “Creemos en un nuevo modelo productivo con otros actores sociales.
Reconocemos todo lo realizado por el Estado en esta etapa y, de hecho, nos consideramos, como cooperativas de trabajo, un producto de las políticas de Estado de este gobierno.
Pero estamos convencidos de que es momento de profundizar las medidas en contra de la concentración y queremos participar con propuestas y en la discusión de las políticas necesarias”, subrayó Ibáñez, titular de la Federación Argentina de Cooperativas Apícolas y Agropecuarias Limitada (Facaal), con asiento en Rosario e integrada por más de setenta cooperativas.
El lema bajo el que se convocó el congreso de federaciones de cooperativas del 3 y 4 de julio, de alguna manera, resume el objetivo de la propuesta: “Eliminar la especulación para asegurar la soberanía alimentaria, industrializar la ruralidad para generar más trabajo”.
En la discusión de dicho congreso se identificaron tres ejes de la problemática del sector: financiamiento, agregado de valor en origen, y todo lo que se refiere a la estructura de producción, distribución y comercialización.
“Entendemos que el problema de la provisión de alimentos es una cuestión de Estado, y como tal la intervención del Estado como regulador y como actor directo es fundamental.
Más allá del poder monopólico de las cadenas comerciales y los grupos industriales dominantes, consideramos que es necesario buscar formas de acercar nuestra producción de alimentos a los argentinos, y la propuesta de crear una cadena de supermercados mixtos, en la que la parte privada esté constituida por el movimiento cooperativo organizado, es una manera de intervenir con otra lógica en la comercialización y distribución”, señaló Ibáñez.
Los temas de logística vinculados a la distribución (transporte, centros de concentración y abastecimiento) son contemplados con similares características: bajo administración de sociedades mixtas público-privadas (Estado y cooperativas de trabajadores).
Algunas de las cooperativas y federaciones que conforman el Espacio ya tienen alguna experiencia en industrialización y comercialización, lo que serviría de sustento a la gestión que se proponen compartir con el Estado.
Algunas de las cooperativas de productores de alimentos que forman parte de la propuesta participan de las ferias y mercados constituidos a lo largo y ancho de todo el país, que permiten la venta directa de sus productos a los consumidores a precios muy convenientes para estos últimos, pero también para los productores.
Los dirigentes de la Mesa de Productores de Alimentos aclaran que su proyecto de una red de supermercados mixtos no se contrapone al de ferias y mercados, impulsado principalmente por la Secretaría de Desarrollo Rural (que encabeza Carla Campos Bilbao), sino que es complementario.
“Forma parte del mismo proceso, en la necesidad de darle visibilidad a la producción”, sostienen. Y además, de poner de manifiesto el encarecimiento de los productos en la cadena de comercialización y en los grupos monopólicos que procesan, allí donde se concentra el control y la renta del negocio.
Señalan, sin embargo, que el propósito del nuevo proyecto es llegar a todo el espectro de consumidores y en forma permanente, dado que muchas de esas ferias funcionan en forma temporal (determinados días de la semana) y muy localizadas (centros urbanos próximos a la zona de producción).
Los dirigentes cooperativos aseguran que Kicillof recibió la propuesta con entusiasmo, pero “dejó muy en claro que es un tema muy complejo”, aclaran. No obstante, comprometió a los miembros de su área que estaban presentes, con el secretario de Comercio a la cabeza, a empezar a trabajar en equipo para darle forma a la idea y analizar su factibilidad.
“Reconocemos las dificultades y sabemos que no es para hacerlo de un día para el otro, pero confiamos en que, por la importancia del tema, va a trascender las fechas electorales y va a continuar discutiéndose con quienes sean las autoridades después de diciembre.
Son propuestas para implementar a mediano plazo, la problemática de los alimentos va a seguir presente y, además, consideramos que todo el esfuerzo hecho para recuperar el lugar del Estado ya no tiene retorno”, plantean de modo contundente los dirigentes cooperativistas. Desde su lado, en tanto, el debate continuará en congresos regionales de cooperativas programadas para agosto (NEA y Cuyo), septiembre (NOA y Patagonia) y octubre (Región Centro y AMBA), donde esperan sumar a más federaciones.
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