Cerca de un millón de personas se agolparon en el parque Ñu Guasú de Asunción para asistir a la ceremonia presidida por el Sumo Pontífice. A las 20, inicia su retorno a Roma.
El Papa Francisco reclamó una mayor «hospitalidad» con quienes piensan distinto, con los desocupados y con los pueblos originarios durante una misa multitudinaria en Asunción de la que participaron la presidenta Cristina Fernández y el mandatario de Paraguay, Horacio Cartes.
Fue en la última misa de su gira latinoamericana, en el Parque Ñu Guasu, donde la celebración se realizó ante una multitud estimada en un millón de fieles.
El Santo Padre exhortó a pasar de la lógica de «la división», «la superioridad», «el dominio», «de aplastar» y «de manipular» a la lógica de la hospitalidad y de la fraternidad.
«No se convence con los argumentos, las estrategias y las tácticas sino aprendiendo a hospedar», advirtió e insistió delante de la mandataria argentina en su llamado a «abrir las puertas» al hambriento, al desempleado, a las culturas diferentes y a quien «no piensa como nosotros».
Miles de peregrinos argentinos participaron de la celebración eucarística después de una noche de vigilia difícil debido a las lluvias y el barrizal que se generó en las vías de acceso al lugar donde se levantó un magnífico altar compuesto por unas 32.000 mazorcas de maíz, cocos, zapallos y miles de semillas.
Francisco hizo en su homilía un fuerte llamado a la fraternidad y aunque dirigida especialmente a los cristianos tuvo connotaciones políticas.
Esa fue la segunda vez en cinco días que Cristina Fernández escucha reclamos desde la Iglesia sobre la necesidad de escuchar y dialogar con quienes piensa distinto.
A la tarde, Francisco se reunirá con los obispos paraguayos en el Centro Cultural de la Nunciatura apostólica y con los jóvenes en la costanera de la capital del país.
Finalmente a las 19, el Papa partirá desde el aeropuerto Pettirosi de Asunción, para emprender su vuelo de regreso hacia Roma, previsto para las 20.
Fuente: Cadena 3
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