El ex subcomisario y ex intendente de Escobar Luis Patti fue condenado ayer a la pena de prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar, la que deberá cumplir en una cárcel del Servicio Penitenciario Federal.
Así lo dispuso el Tribunal Oral Federal Uno de San Martín, que condenó a la misma pena al ex presidente de facto Reynaldo Bignone, al titular del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo Santiago Omar Riveros y al ex oficial de inteligencia del Primer Cuerpo del Ejército Martín Rodríguez.
El ex comisario de Escobar Juan Fernando Meneghini recibió la pena de seis años de prisión.
Los jueces Lucila Larrandart, Horacio Segretti y María Lucía Cassaín consideraron a Patti «partícipe primario» del delito de «homicidio doblemente agravado por alevosía y concurso premeditado de dos o más personas», además de responsable de «allanamientos ilegales, privación ilegítima de la libertad e imposición de tormentos» a perseguidos políticos.
El ex policía fue hallado culpable por el crimen del militante Gastón Gonçalvez y el secuestro y posterior asesinato del ex diputado nacional Diego Muñiz Barreto, entre otros casos de privaciones ilegítimas de la libertad, torturas y desapariciones ocurridas en la zona de Escobar y Garín cuando era oficial de la comisaría local.
Patti, de 57 años, había sido electo diputado nacional en 2005, pero nunca asumió y fue desaforado por los cargos que enfrentaba, aunque el represor buscó una nueva candidatura legislativa en 2009, que fue finalmente vetada por la Cámara Nacional Electoral al hacer lugar a las impugnaciones de agrupaciones de derechos humanos.
Los implicados fueron hallados culpables por los secuestros de Guillermo y Luis Rodolfo D’Amico y Carlos Daniel Souto –los tres siguen desaparecidos–, Juan José Fernández (secretario de Muñiz Barreto) y Osvaldo Tomás Ariosti, ambos fallecidos.
Los secuestros se produjeron entre 1976 y 1977, cuando Meneghini y Patti actuaban en la Comisaría Primera de Escobar, donde recibieron torturas antes de ser trasladados al centro clandestino de detención El Campito, que dependía de Institutos Militares, en la guarnición militar de Campo de Mayo.
Al conocerse la sentencia, integrantes de organismos de derechos humanos estallaron en gritos y aplausos de festejo en la sala de audiencias de la localidad bonaerense de José León Suárez, donde no se presentó Patti, a raíz de su internación por un accidente cerebro vascular en la clínica Fleni.
«Es un día muy importante para toda la Argentina. Esto sana y cura y permite no olvidar. Pero todavía falta mucho», celebró la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, tras conocer el fallo.
Gonçalvez, militante de la JP, fue secuestrado el 24 de marzo de 1976, el mismo día del Golpe de Estado que derrocó a Isabel Perón, en Zárate y trasladado a la Comisaría Primera de Escobar, donde fue golpeado y torturado: el 2 de abril apareció muerto de un disparo en el cráneo e incinerado, a un costado de la ruta 4, en el barrio cerrado El Cazador.
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