Instituto desplegó una producción casi perfecta para derrotar al, hasta ayer, invicto y mejor equipo de la Conferencia Norte, Libertad. Le ganó 76-61 y obtuvo su primera victoria en casa. La materia pendiente: aprobada. En el Ángel Sandrín y en su mejor noche,
Instituto se dio con el gustazo de sacarse la espina y ganar su primer encuentro en casa. ¿Si eso fue todo? Claro que no. Venció con irreprochables argumentos al, hasta ayer, invicto Libertad de Sunchales por 76-61. No regaló nada, mostró su mejor versión y se llevó todas las de ganar. En el cierre se dio algunas licencias, pero que no pudieron en riesgo un triunfo que supo desde cómo cimentarlo hasta darle los detalles finales.
Por primera vez a los de Maximiliano Seigorman les salió casi todo: plasmaron una defensa impecable, con mucha presión y sin ventajas, y en ofensiva hizo correr la bola de manera atildada con un Pablo Bruna que volvió a dirigir la batuta, los hilos y los tiempos cuando en algún momento la amenaza del Tigre se hizo sentir.
Claro que no jugó solo: Alejandro Zilli volvió a rendir; Mariano Byro encontró el aro y fue determinante; Jazwin Cowan otra vez dijo presente y Justin Gidden facturó siempre en el momento clave. La máxima fue de 26 (55-29 en el tercer cuarto) y sin contratiempos, excepto en los últimos 10 minutos que Libertad tiró el resto a la madera y amenazó con reaccionar, pero no le alcanzó. La historia fue sentenciada en 76-61 y terminó con final feliz.
Fuente: La Mañana
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