Macri ya entabló contactos con Massa y Stolbizer el día después del triunfo histórico.Tras el festejo por el desempeño del domingo, ya hay planes para el balotaje. El foco está en los votantes esquivos, pero ya comenzó la seducción de dirigentes.
Las 300 mesas testigo en el búnker de Costa Salguero ya les habían anticipado los resultados. También, los primeros contactos telefónicos con los responsables del centro nacional de cómputos.
Sin embargo, detrás del escenario, los integrantes del equipo de campaña de Mauricio Macri seguían incrédulos, también cuando los datos se proyectaron en televisión.
La sensación de irrealidad se terminó dos minutos después, cuando escucharon el rugido de algarabía de sus militantes del otro lado. Entonces empezó la euforia, que siguió en la madrugada en Asia de Cuba, el boliche de Puerto Madero preferido por los dirigentes del PRO en cada celebración.
No estuvieron Macri ni Horacio Rodríguez Larreta ni María Eugenia Vidal, pero el jefe de campaña Marcos Peña se ubicó al lado del DJ, al que no le quedó otra que pasar el jingle de campaña y los hits de Tan Biónica que el macrismo hizo propios, mientras una multitud cantaba y bailaba.
El festejo, con mucha juventud, duró hasta las seis de mañana. Nada impidió que los principales dirigentes del espacio, que se retiraron más temprano que la mayoría, asistieran a la conferencia de prensa que encabezó Macri a las 8.15 de la mañana en el Hotel Sheraton Libertador.
Tampoco faltaron al almuerzo característico de la mesa política de los lunes en la jefatura del Gobierno, en Parque Patricios. Era muy prematuro para realizar análisis concluyentes. Fundamentalmente repasaron el flamante mapa territorial de Cambiemos en todo el país, desde las intendencias y hasta las legislaturas provinciales y municipales.
Macri no tuvo tiempo ni energía para reunirse con su mesa chica. El último encuentro fue el viernes previo a la elección. Sin embargo, en Cambiemos empiezan a delinear la estrategia de cara al balotaje.
En sintonía con el pensamiento del asesor estrella del jefe de Gobierno Jaime Durán Barba, en el macrismo se concentrarán en persuadir a los votantes y no a los dirigentes opositores.
Es al electorado al que buscan seducir, tal como anticipó el domingo en Costa Salguero el candidato y reiteró en la conferencia de prensa. De todos modos, los contactos con los principales referentes de la oposición como Sergio Massa y Margarita Stolbizer ya empezaron. Un Macri más político que nunca es desde hace meses el motor de esos diálogos.
Cerca del líder del PRO están convencidos de que para crecer mordieron votos de todo el electorado, incluso de Daniel Scioli. Llegan a esa conclusión al constatar –con entusiasmo– que Massa también subió respecto a las PASO.
De todos modos, el grueso del millón seiscientos mil de votantes nuevos que sumó Macri el domingo en relación a las PASO no había votado el 9 de agosto. Están convencidos de que quienes no participaron de los comicios son más propensos a votar a Cambiemos que al FPV.
Representa un peligro para sumar voluntades y mantener el índice altísimo de participación del domingo el feriado previsto para un día después del balotaje. A pesar de ello, Macri no pedirá cambios.
“Lo único que vamos a pedir es el voto”, sostuvieron. Sin embargo, ayer Patricia Bullrich reclamó postergar el día festivo. El macrismo ya sufrió un fin de semana largo en el balotaje porteño, que casi fue un golpe de nocaut.
Los asesores de Macri, que confirmaron que habrá un solo debate, encontraron respuesta a sus votantes por la penetración del voto útil.
Destacaron que los acompañó un “voto vergonzante”, de quienes sentían vergüenza de reconocer que los votaban y también del “voto miedo”, de quienes temían una posible reacción de los kirchneristas.
Macri buscará consolidar el voto de quienes no lo votaron con pleno convencimiento y del resto del arco político. Algunos aliados sostienen que la provincia de Buenos Aires y la gobernadora electa María Eugenia Vidal volverán a tener un rol fundamental.
Sobra la confianza, pero aseguran que la elección aún sigue abierta. “Depende de nosotros”, dicen.
Fuente: Clarín
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