Ballotage económico: qué proponen los referentes de Scioli y Macri. Los equipos de los candidatos coinciden en el diagnóstico de los problemas, pero tienen matices en gran parte de la agenda y difieren en cómo salir del cepo; qué pasos darían unos y otros.
La cuenta regresiva comenzó. De un lado, Silvina Batakis y Miguel Bein por el Frente para la Victoria. Del otro, Rogelio Frigerio y Alfonso Prat-Gay por Cambiemos.
Atrás quedaron Axel Kicillof, Carlos Melconian y Federico Sturzenegger como referentes de la campaña. «Lo dejé en claro varias veces. Mis únicos voceros económicos son Frigerio y Prat-Gay», se enojó Mauricio Macri cuando se le preguntó por las últimas declaraciones de Melconian.
Daniel Scioli, en tanto, bendijo a Batakis al presentarla como su ministra de Economía si gana las elecciones, y mantiene línea directa con Bein para instalar lo que en el Frente para la Victoria denominan «la agenda del desarrollo». Una manera políticamente correcta de marcar el inicio de una nueva etapa sin criticar fuertemente lo hecho antes por su propio espacio político.
De un lado disparan con la «Macridevaluación» y del otro contraatacan con «Cristina fue la presidenta que más devaluó en la historia». Retrucan desde el Frente para la Victoria con el «ajuste y el regreso a los 90» y se responde desde Cambiemos que el «ajuste ya lo pagaron los trabajadores con la inflación y la pobreza».
El objetivo es claro. En campaña, las malas noticias económicas están vedadas del diccionario del «buen candidato», al igual que las posiciones extremas respecto de lo que hay que hacer de cara a lo que viene.
«Lo más concreto es que con la salida de Cristina termina la era de los iluminados. Ahora se mirará a la Argentina, pero también al mundo, integrándonos al 99% de las naciones que no tienen problemas de inflación», graficó el presidente de una multinacional que desde las sombras juega con ambos equipos: Macri y Scioli. El análisis que hacen desde el empresariado es que las figuras económicas que disputan el ballottage marcan un cambio concreto respecto del ministro saliente.
LA NACIÓN entrevistó a los principales referentes de ambos espacios para ver cuál es el diagnóstico que hacen de la agenda urgente y para saber de qué manera tienen previsto solucionar los problemas. Los resultados muestran que hay matices que diferencian a un equipo de otro, pero no una «grieta» tan pronunciada como la que hoy tienen con el modelo gestado por Kicillof. Pese a la temporada alta de la campaña de miedo, lo cierto es que en los argumentos de los dos equipos el diagnóstico de los problemas a atacar es casi idéntico. A continuación, un recorrido por los principales temas a resolver.
Cepo al dólar. Es uno de los puntos en los que las diferencias son mayores. «Creo que es el problema más fácil de resolver. Lo que nosotros planteamos es abrir el cepo para recibir los dólares que tendrían que haber venido y que no vinieron por esta medida. Sobre todo, son los dólares comerciales. Hoy están paradas las importaciones y están fundidas las economías regionales. Lo que hay que hacer es incentivar al sector que produce las divisas», resume Alfonso Prat-Gay.
En el espacio político de Daniel Scioli se esfuerzan por hablar de «control de capitales» y no de cepo.
«Yo creo que el próximo gobierno, en los primeros tiempos va a mantener el control de capitales», considera Miguel Bein, para quien cualquier otra alternativa significaría una devaluación muy brusca del peso, que destruiría los salarios. Su argumentación indica que los cinco o seis productos básicos de la canasta popular -algunos de precios cuidados y otros de precios libres- valen un dólar cada uno. Un litro de leche, la botella de 900 centímetros cúbicos de aceite, un paquete de fideos… todo vale un dólar. Son productos que la Argentina produce en gran cantidad, que se consumen internamente y que se exportan. Valen un dólar en el mercado internacional y en el almacén del barrio. «Si seguimos lo que dicen ciertos economistas todos estos productos pasarán a valer 15 o 16 pesos», asume.
Frigerio, por su parte, cree que «la inflación se soluciona terminando con una política monetaria irracional, donde se emiten pesos a lo pavo para financiar el mal manejo de los fondos públicos».
El principal problema. «Sin dudas es la pobreza. Es inaceptable que en un país que es una gran fuente de alimentos haya casi 12 millones de personas que no tienen lo necesario para vivir, que haya chicos que se mueran de hambre. Lo que podemos plantear desde la economía va en esa dirección, a que como sociedad apuntemos a la pobreza cero», resume Prat-Gay.
Para Bein, en tanto, la pobreza «se combate creciendo» y, en el corto plazo, con paliativos. «El combate se daría con generación de empleo, en primera instancia tal vez informal, pero que luego debería pasar a ser en blanco, con cobertura social, aguinaldo, vacaciones y barreras al despido. Y de ahí para arriba», resumen desde el mundo económico de Scioli. Pero a la vez, consideran que la restricción externa es el principal problema. «No alcanzan los dólares que la Argentina genera a través de sus exportaciones de bienes y servicios para abastecer una corriente de importaciones suficientes para que el consumo crezca», dispara Bein.
Aumento de tarifas. La coincidencia es casi total. En ambos equipos dicen que los aumentos deben ser segmentados. «Tenemos que rever los subsidios que este gobierno dio a los que más tenemos, y me incluyo. En el caso de la Argentina, se demuestra que la mitad de lo que se gasta hoy en subsidios para no aumentar las tarifas, va al bolsillo del 30 por ciento más rico de la población», sostiene Prat-Gay.
Bein toma el guante. «La situación más evidente es la de la electricidad. Hay 12 millones de facturas mensuales que se pagan a un promedio de $ 35. O sea, dos alfajores, o un cortado doble o dos sacramentos en el bar del ACA. «También hay millones de familias que no necesitan subsidios y que podrían pagar el costo que la electricidad tiene», coinciden los referentes económicos de partidos opuestos. «Hoy, los subsidios a la energía son $ 130.000 millones, y por lo menos la mitad está mal direccionado», afirman.
Cómo regresa la inversión. «Requiere de varias condiciones. El que va a invertir necesita políticas de largo plazo. El empresario tiene que saber que hay un gobierno comprometido con la agenda de la inversión, porque esa agenda permite crear empleos de calidad, que elevan el producto per cápita de un país», afirma Bein.
«Prometiendo lo que se puede cumplir y cumpliendo lo que se prometió. En el gobierno de Cambiemos vamos a tener el foco puesto en dos pilares centrales del desarrollo, que son la educación para el capital humano, y la infraestructura, que es el capital duro, y así invertir en la Argentina del futuro. El capital, cuando vea que la Argentina deja de hacer pavadas como las que sucedieron en los últimos diez años y empieza a poner el norte en el desarrollo, verá que se generan oportunidades. Nuestro país hoy tiene un vidrio que no te permite pasar», dispara Prat-Gay.
Indec. Ambos equipos económicos tienen proyectos para recuperar el prestigio que el organismo perdió en los últimos años. Desde lo discursivo, el sciolismo hace hincapié en el plan futuro. Desde el macrismo se pone foco en el perjuicio de la intervención reciente para disparar los cambios. «Antes de hablar de una nueva metodología hay que dejar de mentir», dicen en Cambiemos. «Creemos que tenemos que hacer mediciones; hay compromisos con organismos como el Fondo Monetario Internacional y con convenios, y por eso hay que hacer las estadísticas como corresponden», admitió Batakis en declaraciones radiales.
Inflación. «Pensamos que el gradualismo es lo mejor. Bajar la inflación con shock es fácil en un set de televisión o en aula de la universidad. Los economistas nos juntamos, nos ponemos de acuerdo y subimos la tasa de interés todo lo que haya que subirla, congelamos salarios y precios, frenamos la emisión monetaria y bajamos 25% el gasto público. Así bajamos la inflación de manera inmediata. Ahora, vos salís de la reunión y no hay energía eléctrica, no hay luz, no te venden productos en los kioscos y destruís la economía con una depresión del 10%», azuza Bein. Para el economista, habría que reducir el índice cinco puntos por año hasta ponerlo en la zona de un dígito al final de los cuatro años.
«Tiene que ser gradual. No me parece conveniente orientar todos los cañones de la economía a ese aspecto, pero sí pasar del 25 o 30% que tenemos ahora al 5% en el último año de mandato», afirma Prat-Gay.
Dólar. De ambos lados se dice que no se va a devaluar. Lo que no se aclara es respecto de qué tipo de cambio. «¿Cuánto va a valer el blue? Si arrasa Macri el 22, no tengo dudas de que va a bajar. Por ello, para un gobierno como el de Macri un dólar a $16 es carísimo, porque las perspectivas harán que la Argentina se vea distinta. Hoy el peso vale cada día menos y el Banco Central lejos está de cuidarlo», afirma Frigerio.
Desde el sciolismo evitan hablar de los distintos tipos de dólar e insisten en que no van a devaluar.
Empresariado. «Cumple una función indispensable: es el motor de la generación de riqueza y de empleo. Tiene que haber una agenda para que vuelva a ser reconocido con un rol importante en la sociedad y no solo como un objeto de admiración u odio por sus patrimonios o sus ganancias», sostiene Bein. «El gobierno de Cambiemos tiene la vocación de dialogar con ellos, pero no mezclarse», describe Prat-Gay.
Fondos buitre. Se admite la necesidad de dar una solución y así lo resume Bein: «Obviamente hay que encararlo, hay que llegar a un acuerdo y negociar no de cualquier manera y si es que del otro lado de la mesa hay posiciones lógicas, sino tendremos que mantener el conflicto. Los estados nacionales tienen que poder mantener cualquier conflicto que atente contra el interés nacional, y eso tiene que seguir todo lo que sea necesario».
Para Prat Gay, hay que acordar en la Justicia de los Estados Unidos. «Es la que elegimos y la que eligieron Néstor Kirchner y Lavagna para la deuda. Hay que ponerse al día con la Justicia, no tanto con los buitres, porque no tenemos acceso al mercado y tampoco al crédito, pagamos en efectivo lo que podríamos pagar financiado -afirma-.
Hay que rajar a los abogados del país, que no funcionaron, sentarse con el mediador y mostrar voluntad de pagar, pero no esa factura de intereses que no sabemos de dónde sale». Luego, confía, las tasas serán las que hoy obtienen los países vecinos y la nueva deuda será para las obras de infraestructura.
Qué dicen los referentes económicos sobre el país que viene
Dólar
«El exportador vende a $ 6,5, otros importan a $ 15,5 y, además, hay dólar turista, tarjeta y ahorro; la devaluación ya sucedió. Hay que unificar en un precio», dice Prat-Gay.
Pobreza
Tanto desde el macrismo como desde el sciolismo aseguran que hay que medirla. Se termina la «estigmatización» de la que habló el ministro de Economía Axel Kicillof
Aerolíneas
«Hay que hacerla eficiente, como hicimos con las empresas públicas de la ciudad. Bien manejada puede ser rentable», afirma Rogelio Frigerio, de Cambiemos.
Inflación
El tema aparece en la agenda de campaña de los dos equipos económicos. Ambos apuntan al gradualismo y a metas concretas de reducción para todo el mandato
Tarifas de servicios
Los dos equipos sostienen que hay que aumentarlas de manera segmentada. A mayor poder adquisitivo, mayor nivel de presión. Prometen actuar con progresividad
La deuda pública
El bajo nivel de endeudamiento es para Miguel Bein uno de los grandes activos que deja el kirchnerismo. Pero desde Cambiemos creen que el costo fue muy alto
Fondos buitre
Ambos equipos de economistas consideran que hay que terminar con el conflicto. Difieren en el cómo y en el cuándo y coinciden en la idea de negociar a «cara de perro»
Empresarios
Desde los dos lados los consideran actores clave para la economía que viene. Confían en un regreso de las inversiones en la medida en que se les otorgue mayor previsibilidad
El rol del Estado
Para Cambiemos, el Estado debe continuar interviniendo pero de una manera eficaz. En el Frente para la Victoria creen que hay que ratificar lo realizado
Comercio
Hay coincidencia en que el comercio debe seguir intervenido, que se debe terminar con las DJAI pero buscar un rol de contralor como el que asume hoy la secretaría
Impuestos
Bajar las retenciones a las economías regionales y revisar el impuesto a las ganancias que pagan las personas son planes de ambas agendas, al igual que la caída de subsidios
Inversión extranjera
Coinciden en la necesidad de un escenario de mayor previsibilidad para atraerla; creen que será un aliciente para las reservas del Banco Central. Bein propone un blanqueo
Fuente: La Nación
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