Crece la puja por el bono de fin de año, Jorge Triaca, ministro de Trabajo, dijo que esa cuestión “no está en la agenda” del Gobierno. Hugo Moyano ratificó que mañana o el martes enviará un documento al presidente Macri para insistir en el reclamo y pedirle que “se acuerde” de los trabajadores.
Los posicionamientos gremiales y oficiales a favor y en contra de que se habilite el pago de un bono de fin de año –para recomponer los ingresos laborales tras la devaluación del peso– alimentaron una creciente puja entre el gobierno de Mauricio Macri y el jefe de la CGT Azopardo, Hugo Moyano.
El líder de los Camioneros afirmó ayer que “entre lunes o martes” el sindicalismo le enviará al Presidente un documento en reclamo de un decreto para el pago de un bono de fin de año. Y, como para marcar la cancha, por anticipado le pidió a Macri que “se acuerde de los trabajadores” y reciba a sus representantes, como lo hizo con otros sectores.
“No está en agenda”
Desde el área oficial, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, salió a enfriar ese reclamo, al aclarar que “no está en agenda” otorgar un bono de fin de año.
El cruce verbal quedó claramente establecido. Mientras Moyano le demanda a Macri “un poco de generosidad para los sectores laborales”, Triaca exhortó al empresariado y a la dirigencia sindical a “mirar con realismo lo que está pasando en la economía”.
Más aún, el titular de la cartera laboral instó a los gremialistas a “no tirar cifras aventuradas” en relación con las demandas salariales. Igualmente, no cerró la puerta a que cada gremio negocie por su cuenta y afirmó que si los sindicatos “llegan a un acuerdo de manera razonable y pacífica”, en tal caso “no corresponde” al Gobierno negar esa posibilidad.
El ministro argumentó que el Ejecutivo tiene “un orden de prioridades en términos fiscales, que es asegurar el pago de sueldos y salarios, no sólo a nivel nacional sino en las distintas provincias”.
Ajeno a esas consideraciones, Moyano salió a posicionarse como vocero de los trabajadores frente al ajuste.
Días atrás, cuando el Gobierno liberó el cepo cambiario, el líder sindical pidió, irónicamente, que Macri no aplicara ese mismo cepo a las paritarias, y que dejara librada esa discusión a patronales y trabajadores.
Hay que tener presente que desde diversas áreas gremiales se está hablando ya de solicitudes de alrededor del 40 por ciento de aumento, para poner a tono los salarios con la escalada de precios.
En ese marco, el gastronómico Luis Barrionuevo hasta mencionó que la actualización debía ser del 50 por ciento.
En el caso de Moyano, también salió a exigir para los trabajadores un trato similar al que Macri ha venido dispensando a empresarios.
“Nos llama la atención. El Gobierno toma decisiones muy fuertes, ha sido muy generoso con muchos sectores de la sociedad como el campo, al cual le ha dejado sin efectos los impuestos, y espero que deje un poco de generosidad para los sectores laborales”, advirtió.
Al referirse a la demanda de un plus general de tres mil pesos para asalariados y jubilados, ahondó en ese mismo concepto. “El Gobierno saca decreto por todo. Anula una cosa, anula otra. Entonces que tome la decisión de pedirles a las empresas que paguen este bono que corresponde y que es mínimo”, dijo, demandando la misma celeridad en la toma de decisiones.
Coincidencia
Reunidos en un plenario, el moyanismo, el barrionuevismo y sectores gremiales kirchneristas coincidieron el pasado viernes en reclamar a la Casa Rosada un bono de fin de año en compensación por el “deterioro del salario”.
Si bien ese plus debería pactarse de acuerdo a cada empresa, el reclamo sindical es que sea del orden de tres mil pesos en general, y que incluya a la clase pasiva.
Por otra parte, Moyano también le demandó al Gobierno que decrete la “emergencia alimenticia”. “Así como se decretó la emergencia de seguridad, que nos parece bien, tienen que decretar la emergencia alimenticia porque hay muchos sectores que hoy no tienen para comer un pedazo de pan”, resaltó.
Toda esta avanzada sindical se produce, además, previo a un plenario que se realizará a mediados de enero en Mar del Plata, para avanzar en la reunificación de la CGT Azopardo (moyanista), la Azul y Blanca, de Luis Barrionuevo, y la oficial, de Antonio Calo.
Fuente: La Voz
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