Cresta Roja: luego de la represión, se decretó la quiebra y el Gobierno cubrirá salarios. Jorge Triaca (Trabajo) aseguró, luego de una reunión con delegados de la avícola, que dará a los trabajadores a partir de enero una ayuda de $6.000 más bolsones de alimentos.
El gobierno nacional se comprometió a «no abandonar» a los trabajadores de la firma avícola Rasic, al cierre de una jornada tensa que arrancó con una dura represión de la Gendarmería sobre esos mismos trabajadores en la Autopista Riccheri.
El compromiso lo asumió el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, tras un encuentro que mantuvo en la cartera laboral con delegados de los trabajadores de Rasic y que concluyó cerca de las 21.
Mientras los funcionarios y los representantes de los trabajadores estaban reunidos, sa conoció la noticia de que la jueza Valeria Pérez Casado, titular del Juzgado en lo Comercial 36, había decretado la quiebra de Rasic Hermanos, la empresa que detenta la marca Cresta Roja y que era la propietaria de dos plantas industriales, granjas avícolas y molinos para el tratamiento del alimento de los pollos.
El funcionario explicó que «la jueza ha determinado que los anteriores dueños de Rasic no serán más parte de la conducción de la empresa», que «un síndico queda a cargo de los créditos y débitos» y que la cartera laboral pondrá un interventor al frente de la firma por pedido de la magistrada.
Triaca enfatizó que «hay un compromiso del gobierno nacional y del provincial para resolver el conflicto». Según el ministro, se ha establecido, además, una mesa de diálogo aunque no se detalló cuándo se reunirá ni cuáles serán los temas que se discutirá en esa mesa.
Sí informó que al programa Repro, por el cual el ministerio de Trabajo otorga $ 4000 a cada empleado de Rasic, pasará a $ 6000 desde enero, a lo que se agregará la entrega de bolsones del Ministerio de Desarrollo Social para «que pasen las Fiestas en familia, mientras se alcanza una solución definitiva», indicó.
Lógicamente, las declaraciones de Triaca, quien llamó «compañeros» a los delegados de Rasic, contrastó con el trato que recibieron esos mismos trabajadores unas horas antes, cuando la Gendarmería reprimió el corte de la autopista Riccheri.
Los obreros de Rasic aseguraron que tenían las garantías de la ministra de Seguridad en el ámbito nacional, Patricia Bullrich, de que no habría represalias al campamento que mantenían desde la semana pasada a la vera de la autopista.
Cuando arrancó el corte, a eso de las 8 de la mañana, los trabajadores aseguraron que en forma intercalada cerrarían todos los carriles para luego liberar varios, y que eso se mantendría hasta las 14, cuando discutirían un nuevo plan en función de las gestiones que estaban abiertas y buscaban la intervención de los poderes políticos tanto nacional como provincial.
La represión de la Gendarmería dejó como saldo un trabajador gravemente herido por las balas de goma y otro detenido, que quedó alojado en dependencias de la Policía Aeronáutica en Ezeiza.
Desde el gobierno se justificó la represión en base al «ejercicio del Estado de regular entre el derecho de protestar y circular», según explicó la vicepresidenta, Gabriela Michetti. Más temprano se había manifestado en el mismo sentido el secretario de Seguridad de la nación, Eugenio Burzaco, quien señaló que «el derecho de unos termina donde empieza el derecho de otros».
Michetti advirtió que si los manifestantes vuelven a cortar una ruta «vamos a volver a trabajar de la misma manera y como siempre intentaremos hacerlo a través del diálogo y si no hay un ida y vuelta razonable se actuará como se actuó hoy».
La represión desatada por la mañana generó repudios desde un amplio abanico de sectores sindicales y políticos. En el Congreso, los diputados del bloque del FPV emitieron un comunicado (ver aparte).
También se expresaron los legisladores del FIT Néstor Pitrola, Pablo López, Laura Sosa y Myriam Bregman; y Victoria Donda, de Libres del Sur.
Por la tarde, los diputados del FIT junto con otras fuerzas políticas de izquierda y sindicatos y corrientes sindicales afines realizaron una nutrida movilización a Plaza de Mayo en la que reclamaron contra la represión y por la defensa de los 5000 puestos de trabajo en Rasic.
La empresa emplea en la actualidad 2100 trabajadores en sus plantas industriales.
Pero Rasic está integrada verticalmente: posee criaderos de pollos, molinos con los que los alimenta, y un sistema de logística para el movimiento interno y la distribución externa. En esas áreas se desempeñañ otros 2900 trabajadores.
La quiebra decretada ayer por la jueza Pérez Casado es por deudas impagas por 1200 millones de pesos tanto al Estado Nacional y provincial como a bancos y proveedores comerciales. Con la quiebra se abre una nueva etapà en el conflicto.
LIBERADOS
Los trabajadores levantaron el acampe anoche luego de que les prometieran que sus compañeros serían liberados esta mañana.
Fuente: Tiempo Argentino
Comentar post