Advierten que el sistema actual adolece en la práctica de un orden esquemático, constituyendo un complejo esquema de transferencias que da lugar a importantes distorsiones y disparidades
En el marco de la discusión que ha iniciado el Gobierno nacional junto con los gobernadores para modificar la Ley de Coparticipación Federal de impuestos, resulta relevante analizar los montos enviados por este concepto durante el año 2015.
El informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal realiza un análisis descriptivo de sólo una de las vías de la relación Nación-Provincia -los fondos tributarios coparticipados exclusivamente- sin incluir en el análisis los montos de transferencias no automáticas -corrientes y de capital-, así como tampoco los subsidios y otros gastos efectuados.
El trabajo señala que en un país federal como el argentino, para garantizar la provisión de bienes y servicios públicos de una manera equitativa en todo el territorio, se requiere de un mecanismo que distribuya los recursos fiscales entre los diferentes niveles de gobierno (Nación, Provincia y Municipios). Puesto que existen regiones “ricas” y regiones “pobres”, las capacidades para generar recursos que tienen no son homogéneas, y surge la necesidad de un sistema de transferencias que permita equiparar la prestación de bienes públicos a lo largo del país.
El mecanismo de distribución automática de recursos entre gobiernos se conoce como la Coparticipación Federal de Impuestos y consiste en que la Nación concentra la recaudación de los impuestos más importantes y luego los distribuye entre las Provincias bajo diferentes criterios.
En lo que respecta a la distribución primaria -reparto entre la Nación y el conjunto de provincias-, el informe señala que se evidencia que los fondos enviados a las provincias durante 2015 representaron el 27,0% de la recaudación nacional. Este porcentaje, si bien se viene recuperando en los últimos años, es 3,2 puntos porcentuales menor al del promedio 1997-2000.
Disparidades
Los envíos a provincias en concepto de Coparticipación y Leyes Especiales fueron de $ 415.053 millones durante el año 2015. Esto implica que las jurisdicciones subnacionales recibieron $ 111.134 millones más que lo enviado en el año previo. La tasa de crecimiento registrada durante 2015 es de 36,6% y es levemente inferior al incremento de 2014. Sin embargo, este crecimiento de la coparticipación y las leyes especiales es el tercero más relevante desde 2004.
Leyes especiales
Debe remarcarse el comportamiento de un componente particular de las leyes especiales, que es el fondo para Financiamiento Educativo, que para todo 2015 niveló en $ 66.307 millones con un notable incremento interanual de 141%. Este fondo tiene una participación de 43% en
el total de leyes especiales y de 16% del total de fondos coparticipados (Coparticipación y leyes).
Un análisis relevante consiste en evaluar la coparticipación en términos per cápita enviada a las provincias argentinas, con el fin de examinar las diferencias que existen entre las jurisdicciones.
Como se observa en el gráfico para el año 2015, en la provincia de Tierra del Fuego -que es la que más recursos por habitante obtuvo- cada ciudadano recibió en promedio $ 33.494 por este concepto. En el otro extremo se ubica la Ciudad de Buenos Aires, donde sus habitantes recibieron ingresos el equivalentes al 8% de la provincia fueguina ($2.580 per cápita), mientras que en otros casos las diferencias también fueron importantes, como por ejemplo Buenos Aires, (15%), Mendoza (28%) y Córdoba (31%).
Para visualizar las disparidades entre las regiones, resulta útil agrupar a las 24 jurisdicciones en función del ingreso (producto bruto) y de la densidad poblacional (habitantes por km2 de superficie).
Así, se obtienen cuatro grupos homogéneos:
– Altos ingresos y alta densidad poblacional: Buenos Aires, Córdoba, CABA, Mendoza y Santa Fe.
– Altos ingresos y baja densidad: Chubut, La Pampa, Neuquén, Río Negro, San Luis, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
– Bajos ingresos y alta densidad: Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, Misiones y Tucumán.
– Bajos ingresos y baja densidad: Catamarca, Formosa, La Rioja, Salta, San Juan, Santiago del Estero.
En el segundo gráfico se pueden advertir las diferencias entre las distribuciones de recursos per cápita dentro de cada uno de estos grupos. En primer lugar, se observa que en 2015 el grupo relativamente más homogéneo en cuanto a los fondos recibidos fue el de Bajos ingresos y Alta densidad, en el que la provincia de Chaco es la que más obtuvo ($18.607) y Misiones la que menos ($11.924). En el resto de los grupos se evidencian disparidades que resultaron más importantes. En el conjunto de Bajos ingresos y Baja densidad, por ejemplo, un habitante de la provincia de Catamarca recibió, en promedio, más del doble que uno que reside en Salta, siendo que estas jurisdicciones poseen características económicas y poblacionales similares. Del mismo modo, un ciudadano de Tierra del Fuego recibió fondos por coparticipación ($ 33.494) que equivale a casi tres veces los que recibió uno de Neuquén ($ 12.340).
Fuente: La Mañana
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