Arris, que había comprado la división Motorola Solutions, decidió achicar sus estructuras y cerró su oficina local. Además, terminaron los contratos con empresas cordobesas.
Códoba perdió el último rastro que quedaba de Motorola. La internacional Arris, dueña de la marca, cerró sus oficinas en esta ciudad, donde trabajaban poco más de 50 profesionales, al tiempo que terminó con los contratos que mantenía con empresas cordobesas del software .
Las operaciones de Motorola en Córdoba eran residuales. Esta compañía norteamericana llegó en 2001, en parte gracias a una política de incentivos del entonces gobernador José Manuel de la Sota, y en su momento llegó a tener 350 empleados. Esto puso a la ciudad en el radar de la industria del software global, ya que luego llegaron firmas como Intel, EDS (hoy Hewlett Packard) y Gameloft (que también se fue).
Pero en 2011 fue comprada por Google y dividida en dos: Motorola Mobility, que se quedó con los aparatos celulares y que luego pasó a manos de la china Lenovo; y por otro quedó Motorola Solutions, que incluía a las divisiones dedicadas a tecnologías para clientes corporativos, sistemas de seguridad, televisión digital y sistemas de video y otros desarrollos de telecomunicaciones, que fue vendida a Arris, firma con sede central en Georgia, Estados Unidos.
La división provocó entonces el cierre de la oficina de Motorola en Córdoba. De todas maneras, Arris dejó en el edificio de Ecipsa Tower, el mismo lugar que venía ocupando desde 2001, un grupo de 50 a 60 técnicos de alto nivel y tercerizó otros trabajos en empresas cordobesas.
La semana pasada, Arris bajó las perspectivas de crecimiento para este año, lo que provocó una caída de 10 por ciento en sus acciones. Ante la necesidad de mejorar su imagen, anunció su reestructuración, con un achicamiento de 10 por ciento en su plantel de trabajadores (800 empleos menos) que implicó, entre otras cosas, el cierre de la oficina en Córdoba la semana pasada.
“Fue una noticia que nos sorprendió, fue muy de improviso. Es una mala noticia que de un día para el otro la gente se quede sin trabajo. Pero hoy el sector tiene pleno empleo y en el equipo son todos profesionales calificados, por lo que no creo que sea un inconveniente que logren una reubicación muy rápida, la mayoría de las empresas tienen búsquedas abiertas de este tipo de perfiles similares. Precisamente, uno de los grandes problemas de la industria del software en Córdoba es la falta de profesionales calificados como estos”, asegura Diego Casali, presidente del Córdoba Cluster Technology, entidad que reúne a 180 empresas tecnológicas de la provincia.
Un hito
El cierre del último resabio en la ciudad fue una mala noticia, ya que Motorola marcó un hito en Córdoba. “Su llegada marcó un antes y un después. Primero, lo vimos como una amenaza, porque competía en clientes y en recursos humanos, de hecho al principio hubieron problemas, pero luego la situación se acomodó, la amenaza fue bien manejada y terminó convirtiéndose en una fortaleza, tanto porque generó la llegada de otras tecnológicas internacionales, como también porque ayudó a profesionalizar al sector”, advierte Casali.
En el mismo sentido opina Mario Barra, presidente Vates, una de las empresas cordobesas que trabajó para Arris, y cuyo personal se reubicará en otros proyectos. “Generó mucho conocimiento y ayudó a capacitar a los recursos y a certificar normas de calidad. El impacto de Motorola fue muy bueno”, señala el empresario del software.
Fuente: La Voz
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