La religiosa nacida en Santiago del Estero vivió durante el siglo XVIII. El Papa Francisco firmó el decreto con el que se reconoce un milagro por la intercesión de la religiosa argentina María Antonia de Paz y Figueroa (1730-1799), conocida por el pueblo como «Mama Antula» y por el que será proclamada beata.
El Papa argentino firmó el decreto para la canonización de Sánchez del Río y otros beatos ayer, tras recibir al prefecto de la congregación de las Causas de los Santos, el cardenal italiano Angelo Amato, y el Vaticano lo hizo público hoy.
Conocida como «Mama Antula» nació en 1730 en Santiago del Estero, Argentina y el milagro elegido para su beatificación es el de la curación en el año 1900 de una religiosa de las Hijas del Divino Salvador, congregación fundada por la religiosa argentina.
La Venerable María Antonia de Paz y Figueroa, conocida por el pueblo como “Mama Antula” nació en 1730 en Santiago del Estero, Argentina. Desciende de una ilustre familia de conquistadores y gobernantes. Su niñez la pasa en el campo, en la hacienda paterna en contacto con los pueblos originarios. A los 15 años decide consagrase a Dios y toma el nombre de Maria Antonia de San José. Algunos santiagueños lamentan la decisión ya que ella era muy bonita, de facciones finas y grandes ojos azules. En aquella época no existían religiosas activas fuera del convento de clausura, con lo cual ella decide vestir una túnica negra y vivir junto a otras mujeres la vida activa, se las llamaban “beatas” (lo que sería ahora laicas consagradas).
Guiadas por un sacerdote jesuita, el Padre Gaspar Juárez, se dedicaban a ayudar a los sacerdotes, instruir a los niños, cosían, bordaban, cuidaban enfermos y repartían limosnas. En 1767 Carlos III decide expulsar a los Jesuitas de América. María Antonia cuenta con 37 años cuando sucede esto, y quiere reinstaurar los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Esto no fue bien visto por la sociedad, el medio era hostil, pero ella sigue con su idea de organizar esta práctica piadosa. Los participantes vivían en un lugar cerrado durante varios días escuchando charlas a fin de que reflexionen sobre su vida y apliquen lo que les es un bien para su alma.
Comienza María Antonia invitando uno a uno a estos retiros desde 1768 a 1770. Lo hace caminando descalza por las tierras de Santiago del Estero, Silípica, Loreto, Salavina, Soconcho, Atamasqui, etc. Luego decide salir a otras provincias y se va caminando a Catamarca, La Rioja, Jujuy, Salta y Tucumán. El Obispo de Tucumán le da la licencia y así comienzan a aceptarse nuevamente esta práctica religiosa. Los frutos de los Ejercicios se conocen por el bien que le hace al pueblo y sus cambios en la vida diaria. Los Ejercicios duraban 10 días y se hacían todo el año. Convivían las Damas con sus siervas y en tandas separadas los hombres con sus ayudantes de campo.
Luego del éxito y buenos frutos de estos retiros, decide ir a Buenos Aires. En ese momento era considerado una locura ya que debían caminar 1400 kilómetros a pie. Los peligros son múltiples ya que las zonas eran habitadas por animales salvajes: jaguares, chanchos del monte y ladrones que atacaban a los viajeros. Una de sus frases que guían sus pasos era “la paciencia es buena pero más la perseverancia”, y lo aplica en su máxima expresión.
Cuando llega a Buenos Aires en Septiembre 1779 va a visitar al Virrey y al Obispo durante un año para que le otorguen la licencia. El Virrey Vertiz tenía una antipatía visceral por todo lo que era jesuítico, le niega la autorización. En 1780 comienzan los retiros en Buenos Aires con un éxito increíble. Es allí cuando el Obispo cambia su parecer y apoya esta obra, por los frutos que dan en sus fieles. Llegaron a ver tandas de 200 personas y la Providencia fue muy generosa en asistir a todas las necesidades de los practicantes.
La comida que sobraba se repartia a los presos y a los mendigos que concurrían a la Casa. Ella escribe: “Veo que la Divina Providencia me socorre indefectiblemente para su continuación y que cada día más experimenta el publico el fruto de ellos. En cuatro años de ejercicios se han acercado más de 15.000 personas.”
Luego sus ansias de “quisiera andar hasta donde Dios no fuese conocido” la lleva a Uruguay, Colonia y Montevideo, donde está tres años. Retorna a Buenos Aires y comienza la edificación de lo que hoy es uno de los edificios más antiguos de Buenos Aires, la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, en Av. Independencia 1190, Capital Federal, Argentina. Ella va tocando puerta por puerta, hasta el Virrey acepta su obra . Ella dice “la obra era de Dios y para Dios” y es así como se edifica esta magnífica Casa.
Su obra es conocida en Francia, en el monasterio de Saint-Denis de Paris donde la priora del Carmelo era tía del rey Luis XVI. Sus cartas eran traducidas en varios idiomas: latín, francés, inglés, alemán y ruso. Estas cartas se envían a distintos países entre ellos Rusia. La fuerza testimonial que emana de sus cartas son modelos para los conventos por la fuerza que transmite. Se escribe un trabajo sobre ella llamado “el estandarte de la mujer fuerte” que se edita en 1791.
María Antonia realiza muchos hechos pródigos entre ellos cuando faltaba alimentos para sus practicantes la comida se reproducía de la olla o el pan se transformaba en fruta, o cuando faltaba grasa para preparar la comida, pasaba un donante por la puerta dejando justo lo que se necesitaba ese día.
El 7 de Marzo de 1799 muere a los 69 años. Sus restos descansan en la Basílica de Nuestra Señora de la Piedad en la calle Bartolomé Mitre 1524, Capital Federal, Argentina. El 12 de Julio de 1799 se le rinde homenaje en la Basílica de Santo Domingo. Cuando muere se calcula que unas 70.000 a 80.000 personas se habían beneficiado de los retiros espirituales.
Ha sido Maria Antonia quien introdujo en la Argentina la devoción a “San Cayetano”, muy arraigada en nuestro pueblo con una afluencia de miles de personas cada año visitan el Santuario de Liniers pidiendo pan, trabajo y salud. Subsisten vínculos históricos y pastorales que unen el Santuario de Liniers con la Congregación de las Hijas del Divino Salvador.
En 1905 los Obispos elevaron la causa de canonización de Madre Antonia a la Santa Sede, es el primero de nuestra historia. Asimismo se presentan cartas postulatorias por los Arzobispos de Montevideo, Uruguay, Santiago de Chile, Bolivia, Obispos de Paraguay, Concepción de Chile, y Obispo Auxiliar de Montevideo, La Plata, Córdoba y Vicario Capitular de Lima, Perú. Los capítulos eclesiásticos de Buenos Aires, Córdoba, San Juan, Entre Ríos, Salta, Chile, La Paz (Bolivia), San Carlos Acud (Chile) y Quito (Ecuador). Los vicarios foráneos de Santiago del Estero, Catamarca y Corrientes. Las Comunidades Religiosas de la Orden de Predicadores de Sto. Domingo, Los Mercedarios, Congregación del Santísimo Redentor, Superior Carmelitano Descalzo, Comunidad de Padres Bayoneses, Rector del Colegio del Salvador de la Compañía de Jesús, Seminario Mayor de Bs. As, Congregación de los Lazaristas, Convento de Frates menores. Autoridades civiles: Sr. Luis Saenz Peña, ex Presidente de la República Argentina, Sr. Emanuel Gorostiaga, diputado nacional, ex diplomático y ministro de Santiago del Estero; Sr. Damaso Palacio, Vicepresidente del Senado de la Nación, ex gobernador de Sgo. del Estero, Sr. Jose Santillum, gobernador de la Provincia de Sgo. del Estero y la Presidenta de la Sociedad de Beneficencia.
La importancia de la causa de canonización se mantiene vigente en el aspecto histórico y eclesial, enraíza en los orígenes de las Colonias de América, donde colaboro a cimentar los valores morales y cristianos de América.
1. Se anticipó al Magisterio del Concilio Vaticano II, y el Pontificio de Pio XI y Juan Pablo II (Mulieris dignitatem), el servicio de la mujer en la Iglesia y el mundo.
2. Esta “perla criolla” con su intuición profética propago el carisma de San Ignacio de Loyola, un bien que la Iglesia no podía perder.
3. Su capacidad evangelizadora, fruto del espíritu ignaciano: Madre Espiritual del “Cura Brochero”. Mujer Espiritual, recibe el primer nombre de Maria como Santa Maria. Semejante a Santa Catalina, en sus cartas, a Santa Teresa del Niño Jesús, por su transparencia en el amor, a Santa Teresa de Avila por su perseverancia. También llamada la “Santa Teresa de América”. Digna de ser comparada con estas tres doctoras de la Iglesia.
4. La misionariedad de la mujer latinoamericana hacia Europa ya que sus cartas se traducían al francés, inglés, alemán y ruso, estas se enviaban a distintas comunidades religiosas, provocando la conversión y ejerciendo una “maternidad globalizadora”.
Difundamos su obra y recemos para que pronto sea declara Beata por Gracia de Dios.
La Venerable María Antonia de Paz y Figueroa, conocida por el pueblo como “Mama Antula” nació en 1730 en Santiago del Estero, Argentina. Desciende de una ilustre familia de conquistadores y gobernantes. Su niñez la pasa en el campo, en la hacienda paterna en contacto con los pueblos originarios. A los 15 años decide consagrase a Dios y toma el nombre de Maria Antonia de San José. Algunos santiagueños lamentan la decisión ya que ella era muy bonita, de facciones finas y grandes ojos azules. En aquella época no existían religiosas activas fuera del convento de clausura, con lo cual ella decide vestir una túnica negra y vivir junto a otras mujeres la vida activa, se las llamaban “beatas” (lo que sería ahora laicas consagradas).
Guiadas por un sacerdote jesuita, el Padre Gaspar Juárez, se dedicaban a ayudar a los sacerdotes, instruir a los niños, cosían, bordaban, cuidaban enfermos y repartían limosnas. En 1767 Carlos III decide expulsar a los Jesuitas de América. María Antonia cuenta con 37 años cuando sucede esto, y quiere reinstaurar los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Esto no fue bien visto por la sociedad, el medio era hostil, pero ella sigue con su idea de organizar esta práctica piadosa. Los participantes vivían en un lugar cerrado durante varios días escuchando charlas a fin de que reflexionen sobre su vida y apliquen lo que les es un bien para su alma.
Comienza María Antonia invitando uno a uno a estos retiros desde 1768 a 1770. Lo hace caminando descalza por las tierras de Santiago del Estero, Silípica, Loreto, Salavina, Soconcho, Atamasqui, etc. Luego decide salir a otras provincias y se va caminando a Catamarca, La Rioja, Jujuy, Salta y Tucumán. El Obispo de Tucumán le da la licencia y así comienzan a aceptarse nuevamente esta práctica religiosa. Los frutos de los Ejercicios se conocen por el bien que le hace al pueblo y sus cambios en la vida diaria. Los Ejercicios duraban 10 días y se hacían todo el año. Convivían las Damas con sus siervas y en tandas separadas los hombres con sus ayudantes de campo.
Luego del éxito y buenos frutos de estos retiros, decide ir a Buenos Aires. En ese momento era considerado una locura ya que debían caminar 1400 kilómetros a pie. Los peligros son múltiples ya que las zonas eran habitadas por animales salvajes: jaguares, chanchos del monte y ladrones que atacaban a los viajeros. Una de sus frases que guían sus pasos era “la paciencia es buena pero más la perseverancia”, y lo aplica en su máxima expresión.
Cuando llega a Buenos Aires en Septiembre 1779 va a visitar al Virrey y al Obispo durante un año para que le otorguen la licencia. El Virrey Vertiz tenía una antipatía visceral por todo lo que era jesuítico, le niega la autorización. En 1780 comienzan los retiros en Buenos Aires con un éxito increíble. Es allí cuando el Obispo cambia su parecer y apoya esta obra, por los frutos que dan en sus fieles. Llegaron a ver tandas de 200 personas y la Providencia fue muy generosa en asistir a todas las necesidades de los practicantes.
La comida que sobraba se repartía a los presos y a los mendigos que concurrían a la Casa. Ella escribe: “Veo que la Divina Providencia me socorre indefectiblemente para su continuación y que cada día más experimenta el publico el fruto de ellos. En cuatro años de ejercicios se han acercado más de 15.000 personas.”
Luego sus ansias de “quisiera andar hasta donde Dios no fuese conocido” la lleva a Uruguay, Colonia y Montevideo, donde está tres años. Retorna a Buenos Aires y comienza la edificación de lo que hoy es uno de los edificios más antiguos de Buenos Aires, la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, en Av. Independencia 1190, Capital Federal, Argentina. Ella va tocando puerta por puerta, hasta el Virrey acepta su obra . Ella dice “la obra era de Dios y para Dios” y es así como se edifica esta magnífica Casa.
Su obra es conocida en Francia, en el monasterio de Saint-Denis de Paris donde la priora del Carmelo era tía del rey Luis XVI. Sus cartas eran traducidas en varios idiomas: latín, francés, inglés, alemán y ruso. Estas cartas se envían a distintos países entre ellos Rusia. La fuerza testimonial que emana de sus cartas son modelos para los conventos por la fuerza que transmite. Se escribe un trabajo sobre ella llamado “el estandarte de la mujer fuerte” que se edita en 1791.
María Antonia realiza muchos hechos pródigos entre ellos cuando faltaba alimentos para sus practicantes la comida se reproducía de la olla o el pan se transformaba en fruta, o cuando faltaba grasa para preparar la comida, pasaba un donante por la puerta dejando justo lo que se necesitaba ese día.
El 7 de Marzo de 1799 muere a los 69 años. Sus restos descansan en la Basílica de Nuestra Señora de la Piedad en la calle Bartolomé Mitre 1524, Capital Federal, Argentina. El 12 de Julio de 1799 se le rinde homenaje en la Basílica de Santo Domingo. Cuando muere se calcula que unas 70.000 a 80.000 personas se habían beneficiado de los retiros espirituales.
Ha sido Maria Antonia quien introdujo en la Argentina la devoción a “San Cayetano”, muy arraigada en nuestro pueblo con una afluencia de miles de personas cada año visitan el Santuario de Liniers pidiendo pan, trabajo y salud. Subsisten vínculos históricos y pastorales que unen el Santuario de Liniers con la Congregación de las Hijas del Divino Salvador.
En 1905 los Obispos elevaron la causa de canonización de Madre Antonia a la Santa Sede, es el primero de nuestra historia. Asimismo se presentan cartas postulatorias por los Arzobispos de Montevideo, Uruguay, Santiago de Chile, Bolivia, Obispos de Paraguay, Concepción de Chile, y Obispo Auxiliar de Montevideo, La Plata, Córdoba y Vicario Capitular de Lima, Perú. Los capítulos eclesiásticos de Buenos Aires, Córdoba, San Juan, Entre Ríos, Salta, Chile, La Paz (Bolivia), San Carlos Acud (Chile) y Quito (Ecuador). Los vicarios foráneos de Santiago del Estero, Catamarca y Corrientes. Las Comunidades Religiosas de la Orden de Predicadores de Sto. Domingo, Los Mercedarios, Congregación del Santísimo Redentor, Superior Carmelitano Descalzo, Comunidad de Padres Bayoneses, Rector del Colegio del Salvador de la Compañía de Jesús, Seminario Mayor de Bs. As, Congregación de los Lazaristas, Convento de Frates menores. Autoridades civiles: Sr. Luis Saenz Peña, ex Presidente de la República Argentina, Sr. Emanuel Gorostiaga, diputado nacional, ex diplomático y ministro de Santiago del Estero; Sr. Damaso Palacio, Vicepresidente del Senado de la Nación, ex gobernador de Sgo. del Estero, Sr. Jose Santillum, gobernador de la Provincia de Sgo. del Estero y la Presidenta de la Sociedad de Beneficencia.
La importancia de la causa de canonización se mantiene vigente en el aspecto histórico y eclesial, enraíza en los orígenes de las Colonias de América, donde colaboro a cimentar los valores morales y cristianos de América.
1. Se anticipó al Magisterio del Concilio Vaticano II, y el Pontificio de Pio XI y Juan Pablo II (Mulieris dignitatem), el servicio de la mujer en la Iglesia y el mundo.
2. Esta “perla criolla” con su intuición profética propago el carisma de San Ignacio de Loyola, un bien que la Iglesia no podía perder.
3. Su capacidad evangelizadora, fruto del espíritu ignaciano: Madre Espiritual del “Cura Brochero”. Mujer Espiritual , recibe el primer nombre de Maria como Santa Maria. Semejante a Santa Catalina, en sus cartas, a Santa Teresa del Niño Jesús, por su transparencia en el amor, a Santa Teresa de Avila por su perseverancia. También llamada la “Santa Teresa de América”. Digna de ser comparada con estas tres doctoras de la Iglesia.
4. La misionariedad de la mujer latinoamericana hacia Europa ya que sus cartas se traducían al francés, inglés, alemán y ruso, estas se enviaban a distintas comunidades religiosas, provocando la conversión y ejerciendo una “maternidad globalizadora”.
Difundamos su obra y recemos para que pronto sea declara Beata por Gracia de Dios.
Frases de Mama Antula:
“Yo no sé qué otra cosa mejor puedo hacer que ofrecerme ciegamente al Señor todos los días de mi vida para que haga en mí su santa voluntad.”
“La paciencia es buena, pero mejor es la perseverancia.”
“En la casa de Dios, todas las piedras deben ser bien pulidas.”
“Mi fe no varía y se sostiene en quien la da.”
Fuente: La Voz
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