WikiLeaks difundió 759 documentos secretos del Pentágono que revelan que el Gobierno de los Estados Unidos utilizó la prisión de Guantánamo de forma ilegal para obtener información de sus reclusos, muchos de ellos claramente inocentes, según informa el diario español El País.
De acuerdo a los documentos oficiales filtrados por el sitio web, en la prisión de Guatánamo, Estados Unidos «creó un sistema policial y penal sin garantías en el que sólo importaban dos cuestiones: cuánta información se obtendría de los presos, aunque fueran inocentes, y si podían ser peligrosos en el futuro».
El País señala que ha tenido acceso junto con otros medios internacionales, a través de Wikileaks, «a las fichas militares secretas de 759 de los 779 presos que han pasado por la prisión, de los cuales unos 170 siguen recluidos».
Según el diario, los documentos revelan que el principal propósito de la prisión era «explotar» toda la información de los reclusos a pesar de la reconocida inocencia de muchos de ellos.
El 60% fue conducido a la base militar sin ser una amenaza «probable», afirma y subraya que «ancianos con demencia senil, adolescentes, enfermos psiquiátricos graves y maestros de escuela o granjeros sin ningún vínculo con la yihad fueron conducidos al presidio y mezclados con verdaderos terroristas como los responsables del 11-S».
Los informes están fechados entre 2002 y 2009 y en ellos se revela el sistema que seguía los Estados Unidos para valorar a los presos, de tal manera que determinase si el recluso debía quedar libre, ser trasladado a otro país o continuar en la cárcel situada en la isla de Cuba.
Ese sistema establece tres niveles de riesgo: el más alto, cuando la persona «probablemente» supone «una amenaza para los Estados Unidos, sus intereses y aliados»; el medio, relativo a que «quizá» lo suponga; y el más bajo, aquel en el que aparecen los presos que han estado ocho o nueve años en Guantánamo y cuyo riesgo es «improbable» para la seguridad del país.
«Los Estados Unidos determinó que 83 presos no suponían ningún riesgo para la seguridad de la nación, y de otros 77 se reconoce que es ‘improbable’ que sean una amenaza para el país o sus aliados», señala el diario español.
Sobre aquellos que «quizá» podrían suponer un peligro para la seguridad del país, los documentos revelan que «Estados Unidos no ha creído seriamente en la culpabilidad o amenaza de casi el 60 por ciento de sus prisioneros».
En este sentido, agrega el diario, que el principal objetivo de la cárcel era «explotar» toda la información que pudieran ofrecer los detenidos aún sabiendo que muchas de ellos eran inocentes.
Y ofrece un dato relativo a ello al afirmar que tan solo siete reclusos han sido juzgados y condenados hasta el momento, de los 779 que han pasado por Guantánamo.
«La prisión funciona como una inmensa comisaría de policía sin límite de estancia y en la que la duración del castigo no es proporcional al supuesto hecho cometido», indica El País.
Aunque sólo el 22 por ciento de los presos han aportado información para los servicios de inteligencia frente al 78 por ciento restante, cuyo valor informativo era medio o bajo, según han reconocido los propios militares en los documentos difundidos por WikiLeaks.
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