La pequeña tiene una rara enfermedad genética que le hará perder la visión y sonidos y por eso, este jueves se encontrará con el pontífice argentino… El papa Francisco tendrá este jueves un encuentro muy especial en el Vaticano: recibirá a una nena de cinco años que pidió conocerlo antes de quedarser ciega y sorda por una enfermedad genética.
Elizabeth «Lizzy» Nyers padece una rara enfermedad genética que, inexorablemente, la hará perder sonidos, formas y colores para dar lugar al silencio y la oscuridad.
La niña padece el síndrome de Usher de tipo 2, una rara enfermedad que priva progresivamente de vista y oído, y sólo le quedarán los recuerdos y las emociones: por ese motivo, pidió conocer a Francisco.
Lizzy vive en Ohio, Estados Unidos. Sus padres Steve y Christine Myers, en los últimos meses habían hecho para ella una «lista de cosas que debía ver absolutamente», aunque nunca pensaron que la niña pudiese incluir un viaje a Roma.
El sueño se hizo realidad gracias a que el director general de la compañía aérea Turkish Airlines, conmovido por el destino de Lizzy, regaló a la familia Myers los pasajes de ida y vuelta para cualquier destino en el mundo.
Entonces, la elección de los padres de Lizzy (la mamá es de origen italiana y ambos son católicos) fue el Vaticano.
Y la pequeña añadió el deseo de poder ver al menos una vez al Pontífice argentino.
Toda la familia Myers -Lizzy, el papa, la mamá y la hermanita Kayla- estarán este jueves en el Vaticano para el encuentro con Jorge Mario Bergoglio.
El pronóstico de los médicos es drástico: a Lizzy, tras el diagnóstico de la enfermedad ocurrido en 2014, le quedan entre cinco y siete años para poder gozar de las maravillas terrestres.
Por eso la valiente carrera contra el tiempo del matrimonio Myers, que quiere por sobre todas las cosas imprimir en la memoria la mayor cantidad de imágenes y emociones posibles en previsión de la sordera y de la ceguera que la esperan.
La campaña solidaria para hacerla viajar a Roma, entre otras cosas, no se detuvo en el billete aéreo. La Unitalsi (Unión italiana para el Transporte de Enfermos) de la capital se puso a disposición de la familia durante su estadía en Roma y la acompañará al Vaticano.
Fuente: Dia a Dia
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