Este jueves se reactiva la cartelera local de música dance, con un artista prestigioso (el alemán Solomun) y un estudiado operativo de seguridad y prevención… Este jueves se reactiva la cartelera electrónica cordobesa. Será en Espacio Quality (avenida Cruz Roja 200) y con un programa encabezado por el dee jay alemán Mladen Solomun, un peso pesado que amalgama deep house con agitación groovera propia del r&b y del funk.
La cita es artísticamente atractiva pero tiene condimentos extra porque se trata de la primera convocatoria a una electrofiesta multitudinaria después de la fatídica Time Warp, realizada hace días en el complejo porteño Costa Salguero y que dejó cinco muertos y otros tantos internados en estado crítico. La hipótesis de los fiscales de la causa es que los chicos habrían consumido Superman, una pastilla con una combinación química letal. Además, se estudian otras denuncias de irregularidades en el lugar, como que se habría duplicado la convocatoria autorizada, el suministro de agua habría sido insuficiente y, a medida que pasaba la noche, se habría triplicado el precio del agua mineral. Eso, sin contar el insuficiente respaldo sanitario.
La de este jueves será otra oferta musical en Córdoba tras otro desaguisado organizativo en materia de espectáculos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba). El anterior fue el de República Cromañón, cuando el jefe de Gobierno porteño era Aníbal Ibarra. Y tanto en 2004 como hoy, Córdoba se convirtió en una alternativa ante clausuras y suspensión, respectivamente.
Porque fue en esta plaza de Callejeros volvió a tocar por primera vez después de Cromañón; y es en esta plaza que habrá electrónica para masas después de Time Warp y la consecuente suspensión de ofertas de este tipo por parte del ejecutivo de Caba, comandado por Horacio Rodríguez Larreta.
Ante la requisitoria de VOS, los referentes de BNP, la productora del evento de esta noche, consideraron que es inoportuno salir a hablar ahora, después de haber realizado más de un centenar de fiestas de este tipo, con line up lujoso y organización sin fisuras en diferentes espacios: Orfeo, Plaza de la Música, Orfeo Park, La Estación y Quality Espacio, entre otros. “Entendemos que hay un clima distinto, pero no haremos nada que no hayamos hecho antes. Siempre encaramos nuestras producciones con responsabilidad, atendiendo todos los frentes”, razonan desde BNP.
No obstante ello, atienden al sentido común proveyendo un plano consensuado con Policía y Bomberos para que queden lo más de manifiesto posible las “Recomendaciones de ingreso” y el “Diagrama de prevención y seguridad”.
El artista
Solomun es un activo pinchadiscos y productor. Fundador del sello Dynamic, propietario del discoteca Ego en Hamburgo y promotor de fiestas outdoor en Ibiza, el bosnio naturalizado alemán es dueño de un estilo sofisticado, paciente y profundo, con subidones graduales. “Aunque nunca toqué en bandas ni sé dominar un instrumento, siempre he tenido buen oído para la música. Comencé escuchandofunk, soul y hip hop. Cerca de mi casa había una casa de juventud, donde tenían un par de bandejas y un mixer. Iba allí a los 14 años a poner mis discos y a pasar las tardes. Hasta que un buen día un amigo me pasó una cinta con una sesión de housey techno grabada de un club. Flasheé. Quería hacer eso de mi vida”, recordó sobre sus inicios en la electrónica en el sitio Night Clubber.
En esa misma entrevista, Solomun destacó: “No hay ningún secreto en lo que hago. Utilizo de todo, plugins y hardware. Siempre digo que lo importante es encontrar el sonido adecuado para el track indicado. Lo que define a las buenas producciones es la elección de los sonidos, y da igual si usas un vst (tecnología virtual de estudio, por sus siglas en inglés) o un mega sinte. No tengo complejos para eso”.
Antes de Solomun, pincharán el holandés Karmon y el cordobés Fede Gómez.
Datos útiles
Solomun. Este jueves en Quality Espacio (avenida Cruz Roja 200). Los organizadores citan a las 22. Junto a Karmon y Fede Gómez. Entradas agotadas, según se informó.
¿La hora del test?
La noche y las drogas. Cuando esos sustantivos se juntan, lo más probable es que estemos a dos o tres palabras de distancia de un inminente sermón sobre la muerte de los jóvenes por descontrol o suicidio químico. La noche y las drogas. La ecuación, cuando esas palabras se dan la mano, sirve para anunciar el apocalipsis y es ocasión para que las trompetas llamen al pensamiento mágico y a la represión.
La tragedia de Costa Salguero, que hasta ahora se cobró cinco vidas, volvió a poner sobre el tapete la discusión sobre el consumo de sustancias de diseño y su vínculo con formas de diversión como las fiestas electrónicas. Es obvio que ese vínculo existe, pero es igual de evidente que la llamada “cultura dance” no se limita a intentos más o menos logrados de tener una convulsión o a poner en riesgo la vida. Y es evidente también que el eslogan “toda droga mata” no soluciona el problema y está a años luz de interpretar la experiencia que miles de personas tienen con esas sustancias.
La investigación en curso sobre las muertes en la fiesta Time Warp revela que faltaron controles (el fiscal Federico Delgado habla de “zona liberada”) y que se metió al público en una trampa de hacinamiento y calor letal.
Otro factor clave es la información deficiente y a veces nula sobre los estimulantes. En Estados Unidos y algunos países de Europa se aprovecha desde hace tiempo el trabajo de ONGs dirigido a atenuar el daño eventual acercando información a los consumidores y testeando pastillas en las fiestas para evitar la ingesta de drogas adulteradas. En Rosario acaba de aprobarse un decreto que va en ese sentido. Quizá es hora de empezar a pensarlo.
Fuente. Vos
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