Muni y Concejo Deliberante modifican el Código de Tránsito. A partir de la reforma, sería obligatorio el uso de chalecos y el recambio de cascos para poder circular.
En 1998, en Córdoba había casi 45 mil motocicletas. Ese año, se redactó el Código de Tránsito que hoy rige en una ciudad que 18 años después presenta una realidad totalmente diferente en la calle, con más 220 mil motos patentadas.
Este tipo de vehículos conforma el segundo grupo más importante del parque automotor, y con una normativa que regula su circulación con “parches”, la Municipalidad trabaja en la reformulación del Código para dejar asentadas reglas más claras para los motociclistas.
Esta iniciativa también se trabaja en el Concejo Deliberante, desde donde pretenden sumar ideas al proyecto, tarea que está en las manos del Concejal Aníbal de Seta, del bloque Juntos por Córdoba.
Pablo Farías, secretario de Tránsito del Municipio, expresó que el Código de Tránsito se ha ido acomodando “espasmódicamente” a las diferentes situaciones que se fueron dando, por lo que cree que es necesaria la reforma.
La mesa de discusión se abrió hace unas semanas, pero en general, el espíritu del cambio estará basado en un articulado que permita incrementar la seguridad de los motociclistas.
Según Farías, mientras se trabaja en lo que quiere la Municipalidad se irá consultando a diferentes especialistas, y se espera que la discusión e incorporación de todos los cambios que vayan surgiendo termine con la sanción de un renovado Código de Tránsito.
Circulación
Uno de los grandes cambios que plantea este proyecto de reforma es la manera en la que deberán circular las motos en la ciudad.
Según lo señalado desde la Muni y el Concejo Deliberante, cuando el nuevo Código entre en vigencia las motos estarán habilitadas para poder circular por cualquier carril y por el medio de los mismos, “de manera que provoque una ocupación total de la vía, como si fuera un automóvil, lo que va a disminuir los roces con otros vehículos”.
Actualmente, el artículo 52 establece que las motocicletas deben circular sólo por el lado derecho de las calzadas, a un metro de distancia del cordón de la vereda, y que en caso de transitar por avenidas con carriles selectivos, se deberá circular con los mismos recaudos por la izquierda.
“Esto es lo que muchas veces provoca accidentes zonzos, por ejemplo los que se producen con los roces de los espejos de los autos estacionados, porque a la moto no le termina quedando espacio para circular y queda al borde del carril, lo que la expone al roce con los vehículos en tránsito. Para evitar esto, los motociclistas no respetan el retiro y es cuando se dan los toques”, explica De Seta.
Chalecos
La polémica no estará fuera de esta reforma, ya que uno de los cambios que se pretende introducir es la obligatoriedad de motociclistas de circular con chalecos identificatorios y refractarios.
Este punto es impulsado por el concejal De Seta, quien plantea que además los chalecos deberían tener impreso el número de dominio: “Esto sirve para hacer más visibles a los motociclistas en el tránsito, lo que va a aumentar la seguridad. También puede servir de disuasivo para quienes utilizan este medio de transporte para robar”.
Menores, a los estribos
El transporte de menores en motovehículos es otro punto que pretende modificar la Muni.
“No podemos regirnos por la edad para definir si un menor puede circular como acompañante en moto o no. La norma actual establece que menores de seis años no pueden ir como acompañantes, qué pasa entonces si tenemos un niño de ocho años pero que no llega a los estribos de la moto. En esto debemos regirnos por la contextura física. Los acompañantes deben llegar a los estribos de la plaza trasera, ya que estos están dispuestos para que esa persona pueda acompañar los movimientos del conductor para mantener el equilibrio. Si la persona que no conduce no llega al estribo, se desestabiliza el vehículo”, puntualizó Farias.
Cascos
En la oficina del concejal Anibal De Seta preocupa la utilización de los cascos por parte de motociclistas. Si bien la obligatoriedad de circular con esta protección está establecida en el Código de Tránsito, nada dice sobre la antigüedad que deben tener los mismos.
“A medida que pasa el tiempo, las protecciones que tiene un casco se van degradando por el uso y por efecto del sol. Por supuesto que hay cascos de diversas calidades, pero los más vendidos tienen una vida útil de tres años, después de ese periodo es lo mismo que andar con un balde en la cabeza, lo que en caso de accidente no protege nada. En este caso queremos impulsar el recambio de cascos”, explicó Germán Muller, asesor de De Seta.
Así, se estudian medidas tales como pedirle a los fabricantes que coloquen en los cascos la fecha de fabricación de los mismos para que sean controlados por los inspectores en la calle o en los centros de verificación técnica.
Máximas
Pablo Farías apunta también que para aumentar la seguridad de los motociclistas se pretende igualar las velocidades máximas de circulación con los automóviles.
“Actualmente tenemos una máxima permitida para motos de 40 kilómetros por hora, en su momento se estableció esto para resguardar a los motovehículos pero en realidad los pone en riesgo. Bajo esta limitación, que nadie cumple, ninguna moto podría transitar por la avenida Circunvalación, donde la mínima es 50, le pasarían por encima. Lo mismo ocurre en muchas avenidas de la ciudad”, expresó el funcionario.
Así, las velocidades de circulación máximas para motos quedarían en 20 kilómetros por hora en pasos a nivel, 30 en esquinas no semaforizadas, 40 en calles y 60 en avenidas, al igual que cualquier automóvil.
Se controla en función del espacio
Mientras la Muni pretende avanzar en la nueva normativa, los inspectores de tránsito aseguran que es bienvenido cualquier cambio que sume, pero aclaran que actualmente en la ciudad se controla a las motos en función de los espacios que hay en los corralones y no base a la norma.
“Lo planteamos de esta manera porque sólo controlamos a las motocicletas cuando la gente retira sus vehículos de los corralones, sino, no tenemos a dónde llevar las motos secuestradas”, expresa Federico Nota, delegado de los inspectores.
Nota asegura además que no se controlan las infracciones a la norma vigente: “Sólo hacemos controles de motos en lo que respecta a uso del casco, patente y documentación, como los papeles de la moto y el carné de conductor. Sólo poniendo atención a esto tenemos llenos los depósitos”
El cambio debe salir del consenso
El abogado Horacio Botta Bernaus, especialista en seguridad vial, cree que es necesario el cambio en la normativa de tránsito, pero asegura que todas estas modificaciones deben surgir de un consenso entre diferentes actores sociales y no sólo quedar en manos del Ejecutivo o el Concejo Deliberante.
“Está bien que se modifique el Código de Tránsito porque está claro que la situación de la ciudad cambió mucho en estos 18 años, pero no lo puede encarar sólo la administración municipal porque hay muchos puntos de vista para tener en cuenta, sobre todo porque estamos hablando de la modificación de un código de convivencia que es igual para toda la sociedad”, expresó el especialista.
Botta Bernaus apunta así que el objetivo de este tipo de normativas es hacer el tránsito más seguro y fluido, y que en eso deberían estar apuntadas todas las modificaciones: “¿Quién controla la velocidad máxima de las motos?, ¿qué motociclista circula a 40? No se puede controlar la velocidad de circulación de un motovehículo, entonces por qué nos vamos a poner a legislar sobre cosas difíciles de implementar”.
Según Bernaus, el 42 por ciento de los muertos en accidentes de tránsito en la ciudad son motociclistas, por lo que considera que es necesaria una reforma integral del código y no sólo en lo relacionado a las motocicletas.
“No es urgente ni indispensable modificar esta normativa, pero sí es necesario. Partiendo de esta base, lo óptimo sería discutir los cambios con tiempo y con un debate amplio”, expresó el especialista.
Fuente: Dia a Dia
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