La ley antidespidos sigue en el purgatorio, el proyecto que tiene media sanción del Senado no tendría los votos para su aprobación. En el FpV no descartaban votar la iniciativa de Massa. Anoche en Cambiemos deslizaban que podrían apurar la sanción para que Macri la vete.
El Gobierno acaricia su objetivo de volver a frustrar la sanción de ley antidespidos que tratará hoy la Cámara de Diputados, que sin acuerdo opositor y con las modificaciones que reclama el massismo la devolverían al Senado, donde el trámite parlamentario se prolongaría al menos por dos semanas más con destino final incierto.
Aunque apremiado por la exposición pública “negativa” que le impone el prolongado debate legislativo por la ola de despidos en el Estado y ámbito privado, desde un sector de la alianza oficialista Cambiemos dejaron trascender anoche que podrían modificar su estrategia parlamentaria y “facilitar” (con su abstención) la aprobación de la media sanción del Senado para que el presidente Mauricio Macri le ponga punto final al debate con el veto antes que dilatar aun más la discusión.
Una jugada arriesgada que habrá que ver si Cambiemos la pone en marcha en una sesión que promete ser maratónica, donde la emergencia ocupacional irá a la cola del temario y cuya definición recién se resolvería bien avanzada la madrugada del jueves.
Ayer fracasaron todas las negociaciones entre las bancadas opositoras después de que Sergio Massa le cerró las puertas a cualquier acuerdo al ratificar que irá al recinto con su propio proyecto. La iniciativa del Frente Renovador (que incorpora exenciones para las pymes y medidas de promoción de empleo) podría ser aprobada por descarte, sino la ley perdería estado parlamentario e inhabilitaría la continuidad de su tratamiento.
Ni la ratificación de la media sanción del Senado que prohíbe los despidos sin causa por 180 días y prevé la doble indemnización –respaldada por el FpV, BJ y varios monobloques– ni el rechazo del oficialista Cambiemos alcanzarían mayoría para ser aprobados.
Ahí es donde, al menos, un sector del oficialismo evalúa la opción de cerrar cuanto antes el debate que le complica -aseguran– su estrategia comunicacional en este tema. Varios diputados de Cambiemos admitieron que podrían abstenerse en la primera votación y así facilitar que la media sanción del Senado se convierta en ley.
Luego sobrevendría el veto presidencial, que a su criterio se podría sostener públicamente con los argumentos que ya esgrimió el Gobierno: que la ley “no favorece a la generación de empleo” y que “se trata de una embestida opositora, especialmente del peronismo, contra la gestión de Macri”. Son los argumentos que vienen esgrimiendo los gobernadores y legisladores oficialistas y cercanos al Ejecutivo.
De esta manera, volverían a cargar contra el kirchnerismo y dejarían sin protagonismo a Massa, a quien le achacan el alto costo fiscal de sus iniciativas de apoyo a las pymes. Habrá que ver si el giro finalmente se da en el recinto.
Orden del día
La agitada jornada de ayer en Diputados la cerró la reunión de Labor Parlamentaria, donde Cambiemos impuso su criterio de enviar la ley antidespidos a la cola del temario de la sesión de hoy y cuya resolución recién se alcanzaría bien avanzada la madrugada del jueves. El oficialismo desechó el reclamo de invertir el orden del día y tratar la emergencia ocupacional en primer término, como reclamaron Recalde (FpV), el Frente Cívico de Santiago del Estero, la socialista Alicia Ciciliani, el canillita Omar Plaini y los integrantes del FIT, Néstor Pitrola (PO) y Myriam Bregman (PTS).
La massista Graciela Camaño avaló la postura de Cambiemos, asegurando que le bastaba el compromiso del oficialismo de aportar a los dos tercios necesarios para habilitar el tratamiento de la emergencia laboral, dado que los dictámenes todavía no tienen los siete días hábiles “de vista” para llegar al recinto.
Antes, Massa y Camaño habían rechazado una propuesta del FpV para tratar de cerrar un acuerdo del arco opositor. El encuentro se realizó en el despacho de Recalde, que recibió a Massa junto a la secretaría parlamentaria del FpV, Teresa García y el vicepresidente de la Cámara baja y presidente del PJ, José Luis Gioja, donde le propusieron que acompañaran la media sanción del Senado sin modificaciones y que ellos apoyarían en forma paralela la propuesta de exenciones para las Pymes. Un tema en el que ya se había reunido para buscar coincidencias el ex ministro de Economía, Axel Kicillof, y el economista massista Marcos Lavagna.
El encuentro habría transcurrido “en buenos términos” y en “coincidencias conceptuales” –evaluaron desde el FpV–, pero Massa ratificó que impulsará su propio proyecto y se retiró de la reunión. Camaño dialogó unos minutos más con sus pares del kirchnerismo y dio por terminado el encuentro, que desde algunos sectores del massismo se obstinaron en negar.
Recalde y Pichetto
También los jefes de las bancadas senadores y diputados del FpV, Miguel Pichetto y Héctor Recalde, se reunieron ayer para evaluar el posible escenario si la ley regresa a la Cámara alta, donde Pichetto prefirió no adelantar posición aunque la mayoría de sus senadores estarían mas cerca de ratificar su proyecto a pesar de las presión del Ejecutivo sobre sus gobernadores para intentar frenar la ley.
Tras salir del despacho de senador rionegrino en el segundo piso del Senado, Recalde aseguró que “fue muy claro el senador Pichetto. Ellos votaron la ley con 49 senadores de varios bloques, no solamente del PJ-FPV, y nos dijo que él no podía comprometer su palabra”. “Lo que yo interpreto es que si votaron 49 senadores y la ley viene modificada de Diputados, según mi deducción, rectificarían la ley aprobada”, agregó el abogado laboralista a modo de conclusión del encuentro.
“Vamos a insistir con el proyecto original, que es lo que el movimiento obrero pide y es el dictamen de mayoría nuestro: ratificar la ley del Senado”, insistió Recalde antes de atravesar nuevamente el Salón de Pasos Perdidos para reunirse con los jefes de la CTA que ratificaron el pedido a los legisladores.
–¿Qué va a hacer su bloque si su postura no logra mayoría? ¿Van a acompañar el dictamen del massismo? –preguntó luego Página/12 a Recalde.
–Nosotros no vamos a dejar a los trabajadores sin ley –respondió el diputado.
Con las cartas echadas y el juego de cada uno sobre la mesa, el oficialismo decidió guardarse una bajo la manga e intentar que Macri cierre la partida en la que se imagina perdedor para barajar y dar de nuevo en otro escenario.
Fuente: Página 12
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