La fiscal Alicia Chirino desestimó dos denuncias del último fin de semana sobre secuestros inventados. Cada investigación le cuesta tiempo y recursos al Estado.
El caso de la adolescente que denunció haber sido raptada durante varias horas, supuestamente abusada, y luego abandonada en el Parque de la Vida en barrio Parque Capital, no fue cierto.
La chica de 16 años se quebró ante la fiscal Alicia Chirino, y terminó confesando que se había tratado de una mentira, y que había estado con amigas.
“Este tipo de casos exigen la asignación de muchísimos recursos, son horas de trabajo la Policía que las busca, luego de los peritos médicos que las examinan, los psicólogos que las contienen e intentan reconstruir lo sucedido, más los sumariantes, los instructores de la fiscalía, los peritos de tecnología informática que inician un rastreo de celulares y de cuentas en las redes sociales, que se desperdician detrás de una falsedad”, lamentó Chirino, a cargo de la única fiscalía especializada en delitos sexuales.
Pretendiendo no entrar en detalles de este último caso, Chirino asegura que se trata de “uno más” de los tantos que han debido ser desestimados en este último tiempo.
“Lo de los ‘autos chupadores’, con tipos encapuchados que duermen a la víctima antes de subirla al auto, y que luego las dejan abandonan tras muchas horas de inconsciencia, hasta ahora no han sido ciertos”, apunta con preocupación la fiscal en diálogo con Día a Día.
“Es de una gran subestimación a la inteligencia ajena creer que es tan simple simular haber sido víctima de un delito sexual, pero es importante aclarar cuando estos casos no son ciertos porque operan por contagio, como efecto dominó: se conoce uno, y en pocos días hay varios denuncias más con características similares”, resume.
En los últimos días hubo varias denuncias de jóvenes que, en diferentes lugares, aseguraron haber sido víctimas de raptos, abusos y abandonos, mediando sustancias que les impiden recordar lo sucedido.
En la fiscalía de Chirino, dos de estas denuncias ya fueron desestimadas –aunque deben concluirse los procedimientos de investigación hasta lograr el archivo de la causa–, mientras que el fiscal de Alta Gracia, Emilio Drazile, investiga otro caso.
Mentiras que cuestan. “Tenemos que ver qué está pasando con nuestros hijos, por qué llegan con semejantes mentiras que obligan a desplegar una innumerable cantidad de recursos en las pericias, porque cuando se formula una denuncia de este tipo, inmediatamente nos ponemos en movimiento para investigar y recolectar pruebas”, expresó la fiscal.
“¿Sabés qué es lo que más me duele? Los comentarios de la gente. Estuve leyendo en las redes sociales que mucha gente no nos cree, que dice que es un invento o que culpa a mi hija de lo que pasó. Y yo les digo, hay que estar ahí y vivir lo que nosotros vivimos”, le dijo días atrás a este diario la mamá de la adolescente. Al final, esa gente que no les creía tenía razón.
Fuente: Dia a Dia
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