En época de tornados, arrasó el ‘Ciclón’. Alegría para la gente del equipo que esta vez condujo interinamente Miguel Tojo. San Lorenzo se quedó con una nueva versión del clásico y Huracán se hunde en los puestos más bajos de la tabla de posiciones.
Reforzado por el aliento de su público, San Lorenzo demostró durante todo el primer tiempo su superioridad en la cancha. Por eso, antes de que el reloj marcara el minuto de juego, tuvo en los pies de Pablo Velázquez la primera chance de gol, en un remate que retuvo el arquero Gastón Monzón.
Tanto Velázquez como Salgueiro, los delanteros del ahora equipo de Trejo, como así también Leandro Romagnoli, el enganche que con Ramón Díaz había perdido su lugar en el once, fueron los protagonistas de la plomiza tarde en el Bajo Flores.
Fue Romagnoli el que tuvo la mejor chance de gol de San Lorenzo, a los 39′, aunque antes el enlace demostró que iba a ser gravitante cuando a los diez minutos una subida por izquierda terminó en un centro para Velázquez, quien se apuró en el salto por lo que su débil cabezazo terminó en las manos de Monzón. También probó desde media distancia el Ciclón, con un tiro de Guillermo Pereyra, a los 14′, que se fue desviado.
Los cinco minutos finales de la primera etapa fueron los más claros para San Lorenzo, que estrelló dos tiros en el palo derecho de Monzón, a los 44 y 45′, además de un zurdazo de Romagnoli que se fue apenas afuera. ¿Huracán? Apenas un tiro libre desde la izquierda, a los 42, que no pudo desviar el Roly Zárate y que contuvo sin problemas Pablo Migliore.
La historia terminó de volcarse para el lado de San Lorenzo a los 6′ del complemento: Salgueiro tiró un gran centro y Quiroga, cuando Velázquez se prestaba para cabecear solo en el área chica, la sacó con la mano. Penal, el primero para el local en el torneo, y expulsión para el central. Ortigoza se hizo cargo y, como de costumbre, no falló.
Después del tanto, San Lorenzo manejó sin apuros la pelota, Ortigoza se hizo eje y Huracán se perdió completamente en el partido. Rápidamente, el Ciclón aprovechó el desconcierto de su rival y armó una verdadera fiesta en su casa: a los 15, Salgueiro recibió un largo cambio de frente sin marca, se gambeteó a Monzón y la empujó para el 2-0.
Pero faltaba algo para redondear una muy buena tarde en el Bajo Flores. Aureliano Torres tiró un muy buen centro al área a los 23 y Velázquez, criticado por los hinchas y peleado con la red en el certamen y en el partido, la peinó para decretar la goleada.
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