El obstetra dice que en la natalidad tiene que haber planificación familiar. Y sostiene que la penalización no disminuye los abortos.
Mario Sebastiani es obstetra desde hace 39 años y lleva atendidos más de nueve mil partos, muchos de ellos en el Hospital Italiano de Buenos Aires donde se desempeña.
Doctor en Medicina, Sebastiani también tiene un blog y es autor de más de una decena de libros que se caracterizan por derribar clichés con respecto a la maternidad, el embarazo, el posparto y la paternidad. El más conocido es ¿Por qué tenemos hijos? (2012) que causó (y lo sigue haciendo) mucho revuelo por animarse a plantear, entre otras cosas, que la mitad de los chicos que nacen en la Argentina llegan al mundo por pura casualidad.
Agudo y provocador, tal vez porque no tiene problemas en poner en palabras lo que otros esquivan, dialogó con La Voz durante su visita a Córdoba para el Congreso de Ginecología y Obstetricia.
–Usted interpeló a la sociedad con la pregunta de por qué, en realidad, tenemos hijos y desnudó que en muchísimos casos no son producto de una decisión sino de un accidente.
–Sí. Lo que vi y fui madurando en los 39 años que llevo en la obstetricia es que el escenario de la natalidad es de una enorme improvisación, porque alrededor de la mitad de los embarazos son no planificados y eso me preocupó. Hay que aclarar que no soy “el bueno” que le dice a la gente lo que hay que hacer, porque soy pecador, padre, marido y también he sido hijo, y por eso advertí que hay muchos clichés en la materia, como que los hijos son por amor, o que los chicos son lo más importante de la vida. Y la realidad es que eso no es así. El mensaje de mi libro es que tiene que haber planificación y que tiene que ser un acto de gran responsabilidad.
–¿Y cómo se llega a eso?
–Para lograrlo fundamentalmente hay que tener educación, o sea ir a la escuela, y después por supuesto educación sexual que alguien dijo que era marxista y por eso no se implementa en las escuelas. Lo que se ve es que en la pobreza, hay mucha gente que sigue teniendo muchos hijos, no porque quiera, sino porque no sabe o no puede evitarlo. Tiene que haber planificación familiar porque no puede pasar que uno de cada cinco argentinos tenga una mamá menor de 20 años, o que haya tres mil chicos por año con mamás de menos de 15, que son tres mil violaciones que nadie mira. Todo esto evidencia que el eslogan de que los chicos son lo más importante del mundo es una mentira, un cliché, mientras que no hacemos nada para que sea así.
–Lo que dice es entonces que las personas deben plantearse si quieren o no tener hijos, y no sólo hacerlo por accidente o mandato social.
–Totalmente. Para encarar el proyecto de un hijo hay que estar bien, y no digo bien de plata, porque los hijos de los ricos muchas veces tienen una soledad terrible porque ellos lo que hacen es trabajar para tener más plata y a los hijos les dan cosas. Y los chicos se la pasan solos, detrás de una tablet , cuidados por otras personas. Yo hablo de disponer de tiempo para ellos, medios, salud, ganas. Un hijo no puede estar sólo basado en la ternura, sino sobre la responsabilidad. De hecho, aparece en la sociedad la mujer que no quiere tener hijos, y la pobre tiene que dar un montón de explicaciones, porque es una insensible. Pero para tenerlos no hay que dar ninguna explicación. Hay mucha hipocresía y mucha improvisación.
–¿Cómo se inserta el aborto en ese contexto?
–El aborto está en el ADN de la mujer, y con eso quiero decir que está en la vida de la mujer: una de cada tres antes de los 45 años va a tener un aborto, con lo cual desconocerlo o creer que puede luchar contra eso no es realista. ¿Por qué una mujer se provoca un aborto? No es porque no le gustan los chicos, porque es una insensible o no tiene corazón. Es porque no puede tener un hijo en ese momento de su vida, es fundamentalmente un acto de responsabilidad.
–O sea que está a favor de la despenalización.
–Durante muchos años me posicioné a favor de la legalización del aborto por razones de salud pública, pero a medida que pasa el tiempo tengo también una visión “buena”. Con esto quiero decir que no veo una herida para toda la vida, sino que la mujer que recurre al aborto vuelve a recuperar la paz y puede seguir adelante con su vida. Se habla muy mal del aborto y cómo afecta a la mujer, pero nadie hace el seguimiento de una mujer que no debía tener un hijo y sin embargo lo tuvo. Ese estudio no está hecho, pero si se hiciera seguramente encontraríamos mujeres que están muy mal, justamente por haber tenido los hijos que no podían tener. ¿Es un festejo el aborto? Claro que no, y lo ideal es que no ocurra, pero cuando hay aborto es porque el Estado y la sociedad fallamos, porque ahí hubo un embarazo no deseado.
Ag. de Noticias: La Voz
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