Alrededor de mil personas recibieron anoche al equipo de Bauza en las inmediaciones del hotel Orfeo, en Salsipuedes. Esta noche, a las 20.30, la convocatoria es en el Kempes.
La selección argentina siempre será un motivo de movilización para la gente. Con o sin Messi, los hinchas quieren ver a los futbolistas estrellas del planeta que por un “ratito” se visten de argentinos y son los que nos representan en un rectángulo de juego.
La presencia del equipo de Edgardo Bauza en las Sierras Chicas de Córdoba, en Salsipuedes, que espera el juego de esta noche a las 20.30 frente a Paraguay por la eliminatorias mundialistas, fue motivo suficiente para que todos fuesen hasta las inmediaciones del Orfeo para “ver qué pasaba”.
Así fue que desde temprano la gente se paró con respeto junto a la cinta que dividía la calle del lugar para los curiosos, esperando por los jugadores, por un saludo de quienes son las “megaestrellas” de este deporte.
“Viejo, hagamos las compras y después venimos a verlos”, le dijo la señora a su compañero, mientras trató que la nena no se bajara del changuito. Él no quitó la vista de la calle, pues por allí pasaría el ómnibus con los futbolistas. La insistencia femenina dio su fruto y mientras miró hacia atrás a cada paso, se metió en el centro comercial con resignación.
La selección, que demoró muchísimo tiempo en ser de todo el país, en los últimos tiempos visita bien seguido las provincias. Ahora le toca a Córdoba y por eso todos están alterados por verlos. La razones de estar concentrados en Salsipuedes las dio el propio DT en conferencia de prensa: “Elegimos las sierras porque queremos que los jugadores estén aislados de la ciudad. Más que nada por una cuestión de tranquilidad”.
La llegada
Para muchos fue algo más de un par de horas, pues todos esperaron al equipo albiceleste a las 18.30 y recién arribó a las 20.20. No hubo gestos desde los jugadores para la gente, ni saludos desde sus ventanillas, pero no fue extraño… aunque despertó algunas quejas.
En la era de la telefonía móvil, sus luces iluminaron el paso del ómnibus y dejaron ver con claridad a los futbolistas. Más de mil personas estuvieron allí y aplaudieron a los muchachos de Bauza, los que esta noche tendrán otra vez un estadio con una multitud dándoles el respaldo y mostrándoles el cariño que Córdoba les brinda siempre. Algunos amigos de Paulo Dybala, bandera en mano, esperaron un buen rato para poder cruzar las vallas de la Policía.
Puede que los hinchas esperaran un gesto más amable de los jugadores. Algo de cariño, pero son así… y casi que ellos los quieren así, con virtudes y defectos. “Muevan las manos pa’ saludar ya que no mueven las ‘patas’ en la cancha”, retrucó un serrano que había estado un largo rato a la espera de un guiño que nunca llegó. Las risas no se hicieron esperar.
La gente se desconcentró en calma, mirando como el ómnibus se perdió entre la vegetación y la noche, dejando atrás la pasión que despierta la selección y que esta noche será motivo para dejar todo de lado e ir rápido para el Kempes, porque la convocatoria es ineludible.
Otra vez el equipo nacional está en Córdoba, aunque la ausencia de Lionel Messi le bajó el nivel de locura a la previa, repercutió en la venta de entradas y hasta hubo devoluciones, según reveló el titular de una agencia de viajes. Pero las ganas de estar junto a la selección se mantienen inalterables por estas tierras.
Ag. de Noticias: Mundo D
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