El punto final para el ciclo más conflictivo. El gobernador dio por concluida la etapa de enfrentamientos con la Nación por recursos fiscales. El presidente Macri vendría en diciembre para inaugurar un nodo de los nuevos gasoductos.
el despacho principal del Centro Cívico, el gobernador Juan Schiaretti camina despacio desde escritorio hacia el ventanal. Muestra una imagen del cura Brochero y explica algunos retratos que tiene como única decoración.
Una foto de su padre y de su abuelo en un puerto. Y una de la década de 1970, con 19 años, al lado del sindicalista combativo Agustín Tosco.
Tras el acuerdo cerrado con la Nación, a casi un año del fallo de la Corte Suprema de Justicia que restituyó a Córdoba el 15 por ciento de coparticipación federal de impuestos, un ciclo de litigios y demandas cruzadas ha concluido.
“Desde el punto de vista económico, tuvimos un acuerdo muy ventajoso. La Provincia pasó de recibir 1.487 millones a 2.000 millones de pesos en efectivo. Sin ningún condicionante en cuanto a mudar el sistema previsional.
La compensación de deudas, que son otros 3.000 millones de pesos, nos disminuye el pasivo provincial en 200 millones de dólares. Fue también ventajoso desde el punto de vista de la dignidad de los cordobeses. Muestra que teníamos razón cuando decíamos que la Nación nos debía.
Hay que destacar que todos los cordobeses fuimos juntos en el reclamo. Que siempre buscamos el diálogo. Y ahora nos encontramos con un Gobierno nacional abierto, que quiere ayudar a la provincia”, enfatizó.
–¿No se toca más una coma del sistema previsional?
–No es necesario. No es exigencia de la Nación.
–¿No es exigencia porque los excesos que pague el sistema cordobés, por encima del nacional, los va a pagar la Provincia?
–La provincia de Córdoba tiene un déficit real de su caja jubilatoria de unos 9.000 millones de pesos. A lo largo del tiempo, se fue disfrazando con más aportes patronales y personales, que pagaba la Provincia.
Los sindicatos, con toda lógica, discuten el salario de bolsillo. El salario bruto ya es un problema de la Provincia. Eso hacía que el déficit contable apareciera como menor.
Una parte de ese déficit real sería solventado por la Nación si Córdoba hubiera transferido la Caja. Ese monto es, para 2017, de unos 5.000 millones de pesos. De los 4.000 millones restantes, se hace cargo Córdoba.
Es lógico que nosotros nos hagamos cargo de aquella parte que pagamos en más de jubilaciones a los empleados estatales de la Provincia o de los municipios. Me alegro de que podamos tener las jubilaciones más altas del país. Esto significa un mayor esfuerzo. Pero mucho más acotado. Porque ahora dejamos de ser discriminados en relación con las provincias que transfirieron sus cajas.
–De estos recursos extraordinarios que se empiezan a recibir, ¿qué porcentaje seguirá yendo a los beneficiarios de la Caja y qué porcentaje al conjunto de los ciudadanos de Córdoba?
–A la Caja, va la parte del déficit. Lo que pasa es que con este acuerdo nosotros conseguimos saldar la deuda que la Caja tenía con el Estado provincial. Por lo tanto, el 15 por ciento –y es algo que vamos a poner por ley– ya deja de ser obligatorio que vaya en primer lugar a sostener a la Caja.
Pasa a ser coparticipable plenamente a los municipios, a partir del primer día de septiembre. Hemos decidido que los municipios tengan un menor aporte previsional, para que sea el mismo que cualquier entidad pública o privada aporta al sistema nacional. Esto significará unos 500 millones de pesos por año que dejarán de erogar los municipios.
Desde el punto de vista de las cuentas del Estado, sincera que hay un déficit real y un déficit contable. El contable empieza a asemejarse al real.
–Y en relación con las demandas judiciales cruzadas, ¿ese ciclo está cerrado?
–Sí. Ese ciclo está cerrado. Queda ahora, de acuerdo con la nueva ley que impulsamos para que sea equitativa la situación de las provincias que transfirieron sus cajas y las que no, que cada año se calculen los fondos que debe aportar la Nación a las provincias que no transfirieron.
Hay que hacer auditorías anuales. Nosotros hemos acordado que van a venir el primer mes de cada año. La Nación se hace cargo del déficit hasta el monto que hubiera pagado si hubiéramos transferido la Caja.
–Los recursos llegan. ¿Cuándo se empezarán a plasmar en obras?
–Tenemos que hacer las obras de infraestructura que necesita la provincia para crecer. Hemos empezado los gasoductos y los vamos a concluir antes de que finalice 2019.
Necesitamos rutas para sacar la producción: la autovía Córdoba-Río Cuarto, que el año próximo estamos terminando; las autovías a Jesús María y a San Francisco, donde la Provincia hace hasta Río Primero y después sigue la Nación, que ya licitó. Hay 71 obras de cloacas en marcha…
–… Pero hasta junio la Provincia gastó en obras un 11 por ciento menos en obras públicas que el año pasado, en términos nominales. En términos reales, debe ser un 40 por ciento menos.
–Las obras arrancaron, pero desde que una obra pública se decide hasta que se pone en marcha generalmente toma un año y tres meses. Es un drama que hay en la Argentina, porque la ley de obras públicas establece plazos largos en un montón de cosas.
Por eso estamos, en lo que hemos podido, acelerando los plazos por decreto. La ley de Córdoba no prevé la licitación electrónica; es obsoleta.
Tiene una característica que no tienen otras provincias: hay una intervención previa del Tribunal de Cuentas. Es bueno, porque evita hechos de corrupción. Debe mantenerse, pero no tiene por qué demorar.
Antes de que termine diciembre, la primera obra de los gasoductos estará lista. Ya lo invité al Presidente para que venga a inaugurarla. Será el nodo de La Calera, que permitirá que miles de hogares tengan gas.
Fuente: La Voz
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