Detrás del reciente crimen de una mujer en Ascochinga se revela una impactante historia con dos tragedias en 10 años. Son las mismas dos familias cruzadas por la violencia familiar, en hechos casi calcados.
El último de los 20 femicidios registrados en Córdoba en lo que va de 2016 esconde una trama impactante: el hombre detenido por el reciente crimen de Rosana Salinas, en Ascochinga, es hijo de quien hace 10 años mató en similares circunstancias a una prima de esta mujer.
La Justicia ya ha imputado a Dante Aguirre (34) por el asesinato de Rosana, ocurrido el sábado último. Falta en juicio demostrar su culpabilidad. Dante sigue el destino de cárcel de su padre, por idéntico delito y contra integrantes de la misma familia.
Rosana Salinas, de 25 años, murió en la noche del sábado pasado en Ascochinga (Sierras Chicas). Tenía dos hijas con Aguirre, su expareja. La joven se desempeñaba como trabajadora doméstica y era auxiliar en la escuela Juan Macías, la única secundaria de Ascochinga.
La agresión mortal se desató aparentemente en una discusión en una parada de colectivo del paraje La Pampa, cuando la joven esperaba a su actual pareja. Cuando este llegó, la encontró ya muerta con una puñalada en el cuello. Horas después, Aguirre fue detenido.
A pesar de que la joven había efectuado denuncias por agresiones previas, y de que Aguirre tenía orden de restricción de acercamiento, no hubo impedimentos para que la asediara más de una vez, desde hace por lo menos cuatro meses, cuando terminaron la relación de pareja.
Una historia por detrás
Marcela Salinas, prima de Rosana, precisó que hace 10 años su hermana, Julia Elena, murió tras las mortales agresiones propinadas por Jorge Aguirre, padre de Dante, con quien mantenía una relación de pareja. Todo ocurrió en la misma zona que ahora. En ambos crímenes, además, un cuchillo fue el arma mortal.
“Es el mismo caso, aunque peor. En 2006, mi hermana había denunciado a su agresor en la comisaría de La Granja, sin embargo nada impidió que la agrediera hasta casi matarla. Permaneció dos meses internada, mientras él se mantuvo prófugo, y cuando a ella le dieron el alta, él la buscó y la mató, igual que su hijo ahora lo hizo con Rosana. En estos pueblos alejados, la Policía y la Justicia no toman en serio estas denuncias porque somos gente pobre y siempre tratan de defender a los hombres”, expresó Marcela con sentida indignación.
El femicida de 2006 murió en prisión ocho meses después de ser detenido, poco antes del juicio por ese crimen.
Este miércoles, por las calles de Ascochinga, familiares y vecinos de Rosana Salinas se movilizaron para reclamar justicia por ese caso, pero también para recordar el antecedente de su prima Julia Elena.
En la marcha, se reclamó además un mayor compromiso policial y judicial para atender casos de violencia de género.
Octubre fatal
5 muertes en Córdoba. En lo que va de 2016, suman 20 los femicidios en esta provincia.
Ag de Noticias: La Voz
Comentar post