Argentina revivió de la mano de Messi y goleó a Colombia. Fue 3-0. Lio, con un magnífico tiro libre; Pratto, de cabeza, y Di María, los goles. El capitán tuvo protagonismo en todas las conquistas. El conjunto de Bauza vuelve a estar en el repechaje.
Con Lionel Messi como su as de aspadas, Argentina venció este martes a la noche 3 a 0 a Colombia en el estadio del Bicentenario en San Juan y volvió a ubicarse en puestos de clasificación para el Mundial de Rusia 2018.
En un partido válido por la duodécima fecha de las Eliminatorias, el crack del Barcelona abrió el marcador para el local con un tiro libre, a los 10 minutos del primer tiempo, y asistió a Lucas Pratto para que éste marcara, de cabeza, a los 22.
En el complemento, Ángel Di María amplió la cuenta a los 38 minutos después un pase de Messi, que lo dejó con todo el arco a su disposición.
En la primera parte, Argentina tuvo a un Messi excepcional, fue efectivo para marcar y, una vez que tuvo la ventaja a su favor, controló el trámite del encuentro con presión para forzar errores y buena tenencia del balón.
En la segunda, Colombia intentó abandonar esa postura mezquina que tenía, pero no preocupó nunca al arquero Sergio Romero, a excepción de un tiro libre de Jame Rodríguez que dio en el palo cuando estaba por terminar el partido.
Hay dos aspectos determinantes para analizar la primera parte: la inspiración de Messi y el flojo planteo táctico de Colombia, que no cortó el juego en la mitad de cancha pese a tener tres volantes centrales y padeció cada vez que el jugador del Barcelona atacó a Álvarez Balanta, incómodo como lateral izquierdo.
El propio Lionel generó una falta de Wilmar Barrios y, con un zurdazo delicado, que dio en travesaño y entró, puso en ventaja a la Selección argentina, que hasta ahí no había hecho muchos méritos.
A excepción de la buena labor de Juan Cuadrado para defender y atacar, Colombia no preocupó, salvo dos cabezazos de Falcao que evidenciaron que la defensa no daba seguridad.
A diferencia de otros juegos, la presencia de Banega en cancha hizo que Messi pudiera recibir el balón en tres cuartos de cancha, porque tenía un pasador que se la acercara y, por ende, pudiera gravitar.
De esta manera, Argentina tuvo su premio en su segunda llegada clara: movieron la pelota por izquierda hasta cruzarla de banda, Messi metió una diagonal corta y tiró el centro para que Pratto marcara.
Con esa tranquilidad en el resultado, Argentina no bajó la intensidad para presionar a un rival que no tenía intérpretes aptos para el manejo de la pelota y que cometía varios errores.
El equipo de Edgardo Bauza mostró a un incansable Pratto exigiendo a los centrales cafeteros y a un Messi que se hizo eje de cada ataque, con una interesante labor de Biglia para marcar y desdoblarse.
Una muestra de la presión de Argentina fue una pelota que recuperó Di María ante un mal pase de Carlos Sánchez, que pudo haber terminado en gol de no haber sido por la mala definición de Banega.
En el complemento, José Pekerman notó que le sobraba un futbolista de contención y colocó a Macnelly Torres por Barrios para tratar de tener más juego.
Cuando vio que no le encontraba la vuelta, incluso quedó con un solo mediocampista central ya que sacó a Daniel Torres para que ingrese Jonathan Copete.
No obstante, Colombia no mostró recursos para abrir a una Argentina que cedió algo de terreno, estuvo ordenada y se limitó a esperar.
Sin argumentos para lastimar con la pelota al ras del suelo, el equipo cafetero abusó demasiado de los centros y no hizo otra cosa que chocar con la seguridad defensiva del rival.
En las pocas veces que atacaba, Argentina era punzante en los contragolpes como los dos que tuvo Di María, aunque sólo el último fue concretado.
¿Argentina fue más que Colombia en el trámite? Sí, claramente, pero más por todo lo que significa Messi que por un rendimiento colectivo que lo respalde a él y no haga que sea tan necesaria la Lio-dependencia.
Con la doble jornada próxima recién en marzo, ante Chile y en la altura de Bolivia, Bauza tendrá tiempo para hacer evaluaciones con un riesgo: si se queda sólo con que su equipo está clasificándose y no analiza rendimientos, se expone a nuevos sufrimientos a futuro.
Fuente: Cadena 3
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