Tras 10 años bajo el gobierno del hermano menor de Castro, Raúl, un sucesor relativamente discreto y alejado de las cámaras, Cuba se ve inundada una vez más por las palabras e imágenes de un líder que dominó las vidas de varias generaciones.
Un retrato de un joven Fidel Castro de nueve pisos de altura se sumó a las grandes imágenes de guerrilleros caídos que observan la gran plaza de La Revolución en La Habana, donde Cuba comienza este lunes a despedir al hombre que gobernó la isla durante casi medio siglo.
Tras 10 años bajo el gobierno del hermano menor de Castro, Raúl, un sucesor relativamente discreto y alejado de las cámaras, Cuba se ve inundada una vez más por las palabras e imágenes de un líder que dominó las vidas de varias generaciones. Desde su muerte el viernes por la noche, los diarios, radio y televisión estatales han publicado amplios homenajes a Fidel, emitiendo sin cesar imágenes de sus discursos, entrevistas y viajes al extranjero, intercaladas con anécdotas elogiosas de cubanos destacados.
«Hay un auténtico sentimiento de duelo, que no es formal, que no es aparatoso, que no es externo, sino completamente íntimo», dijo el domingo en la televisora estatal el expresidente de la Asamblea Nacional, Ricardo Alarcón.
La mayoría de la gente de a pie se ha mantenido en casa y lejos de unas calles silenciadas por la prohibición de música o celebraciones durante los nueve días oficiales de luto por Castro. Algunos, especialmente los más jóvenes, apenas registraron la muerte de Castro.
Yankemell Barrera, estudiante de 20 años, dijo que Castro no era una presencia importante en su vida y que no estaba muy afectado por su muerte ni tenía previsto acudir a los actos de recuerdo.
Estudiar para sus exámenes finales sería un uso mejor para su tiempo, señaló. «Si es obligado tampoco voy», dijo.
Sin embargo, se esperaba que decenas de miles de personas volvieran a tomar las calles el lunes a partir de las 9 de la mañana, donde 21 salvas resonarán en la capital y la ciudad oriental de Santiago, donde Castro lanzó su revolución en 1953.
Al mismo tiempo, se espera que los cubanos empiecen a acudir al monumento al héroe nacional José Martí, en el centro de la plaza, donde el gobierno dijo que podrán «rendir homenaje y firmar el solemne juramento de cumplir el concepto de Revolución expresado por nuestro líder histórico».
El «concepto de revolución» alude a un fragmento de un discurso de 2000 en el que Castro instó a los cubanos a creer en la «profunda convicción de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas».
El gobierno no dijo si las cenizas del expresidente de 90 años se expondrán en el interior del monumento. Prácticamente todas las escuelas y oficinas del gobierno cerrarían durante el homenaje a Castro, que durará 13 horas el lunes y se celebrará de nuevo el martes para terminar con una marcha, similar a las multitudes ante las que habló Castro en la plaza durante la mayor parte de su tiempo en el poder.
«Es un dolor muy grande. Aquí lo siente todo el mundo», dijo a The Associated Press Orlando Álvarez, un joyero de 55 años que se disponía a pescar en el malecón. «Todo el pueblo va a estar allí».
Las cenizas de Castro comenzarán el lunes una procesión de tres días hacia el este por la isla que recorrerá la ruta del ejército de rebeldes barbudos que lideró desde las montañas de Sierra Maestra a la capital. Las cenizas de Castro se enterrarán el domingo en el cementerio de Santa Ifigenia en Santiago, la segunda ciudad más grande del país.
Ag. de Noticias: Dia a Dia
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