Macri vetó la ley de trombofilia ya que distintas entidades científicas la desaconsejan. Gustavo Gallardo, especialista en Medicina Reproductiva, da razones para esa decisión.
La ley 27.335 recientemente vetada por el Gobierno de la Nación contemplaba la detección precoz de la trombofilia en mujeres en edad prefértil y fértil. Este aspecto de la ley fue abiertamente cuestionado por distintas asociaciones médicas, siendo la principal causa de su desaprobación.
En un material informativo publicado por Sublimis, el médico especialista en medicina reproductiva Gustavo Gallardo explica los motivos por los que no es necesario que se realice el estudio a modo de rutina a todas las mujeres.
La trombofilia es un factor de riesgo no una enfermedad en sí misma, solo un 10 por ciento de la población puede tenerla y de ese porcentaje menos de la mitad puede llegar a tener problemas. Ese porcentaje contempla tanto a hombres como mujeres y de las mujeres que tengan trombofilia no todas van a tener complicaciones en el embarazo.
¿Qué es la trombofilia?
Trombofilia es una mayor facilidad de la sangre por desarrollar trombos (coágulos sanguíneos) debido a anormalidades en el sistema de coagulación. Esto significa que la sangre coagula de forma más rápida que lo normal. Esta condición permanente puede afectar a mujeres y hombres, y puede ser congénita o adquirida.
Las personas que tienen esta condición en la sangre pueden llevar una vida sana sin saber que tienen trombofilia a menos que se presente una situación que ponga de manifiesto este trastorno generando una complicación como puede ser una trombosis, es decir la formación de un coágulo en algún lugar del cuerpo que impida el paso de la sangre.
Algunas condiciones que predisponen a la trombosis son: inmovilidad durante un tiempo prolongado, cirugía, obesidad, cáncer diseminado, insuficiencia hepática, tabaquismo, anticonceptivos orales y embarazo.
De acuerdo con el especialista de Sublimis, entre las personas que tienen trombofilia son pocas las que pueden llegar a desarrollar una trombosis por lo que no sería necesario realizar un estudio preventivo de trombofilia a toda la población.
“Este estudio es costoso, pongamos como ejemplo el siguiente caso: se le hace resonancia magnética nuclear a todo paciente que ingresa al consultorio y , por supuesto, se puede diagnosticar de este modo alguna enfermedad oculta hasta ese momento, pero se generaría un gasto desmedido con respecto a lo que podríamos llegar a encontrar si le realizamos el estudio a todas las mujeres”, comenta el doctor.
Trombofilia en las mujeres
“La ley vetada muestra a la trombofilia como una situación mucho más frecuente y peligrosa de lo que en realidad es, y la pone como un análisis de primera consulta para toda mujer en edad de embarazarse o recién embarazada”, afirma el Dr. Gallardo. Si tenemos en cuenta que solo el 10 por ciento de la población puede tener este trastorno y que entre las mujeres de ese porcentaje la mitad puede llegar a tener problemas en su embarazo, “es más acertado que la realización del estudio quede a criterio del médico especializado en el tema”, sostiene el doctor.
Los especialistas en medicina de la reproducción tienen amplios conocimientos de endocrinología, diagnóstico por imágenes, hematología y genética, por eso junto con los hematólogos son los indicados para tratar este tema.
¿Cuándo es necesario hacer el estudio?
La paciente con trombofilia puede presentar una serie de síntomas o características que generan sospecha de este trastorno como son la resistencia a la insulina, la celiaquía, antecedentes familiares, dificultad para embarazarse, abortos previos y niños nacidos con bajo peso (menos de 2800 gramos).
Cuando el doctor tiene conocimiento de estos síntomas y del historial médico de la paciente puede saber cuáles son los análisis previos necesarios para de esta forma realizar una mejor utilización de los recursos económicos y no asustar a la paciente infundadamente.
En cuanto al aborto, hay que tener en cuenta que la trombofilia puede ser una de múltiples causas de aborto espontáneo. La pérdida del embarazo dentro de las primeras 12 semanas de gestación puede deberse, por ejemplo, a problemas endócrinos, a una malformación uterina, a un problema infeccioso o a la edad de la paciente.
“No es lógico que se le de tanta importancia a la trombofilia cuando no se le han realizado a la paciente otros estudios como el de malformación uterina y el de cultivado de cuello, o cuando no se tiene en cuenta la edad de la mujer”, explica el especialista de Sublimis.
Entonces, en la consulta inicial con el médico especialista en reproducción se estudian los factores de riesgo existentes y de acuerdo a ellos se piden los análisis correspondientes, de otra manera no se justificaría la realización del estudio de trombofilia.
¿Qué decirles a las mujeres que firmaron por la aprobación de la ley?
“Cada paciente amerita ser evaluada y en base a esa evaluación se piden los análisis correspondientes para este trastorno como para cualquier otra enfermedad. No se trata de pedir todos los análisis existentes para después ver cual dio positivo sino de ir evaluando. Por ejemplo, si hizo fiebre le pido análisis de glóbulos blancos o si presenta obesidad, se estudiará su colesterol, si presenta ictericia, se analizará su funcionamiento hepático. De este modo, el médico tiene que ir orientando los pedidos, ya que de otro forma se generarían gastos enormes en salud que no se justifican”, comenta el Dr. Gallardo.
No hace falta hacer el estudio de trombofilia en forma masiva, es mejor que el médico especializado haga los análisis específicos en las pacientes de sospecha. Una vez detectada, con los tratamientos conocidos se puede llevar adelante el embarazo sin problemas.
“La trombofilia no se cura pero se medica para que el embarazo continúe, la tasa de éxito es alta, del 90 por ciento”, aclara el doctor.
Ag. de Noticias: Dia a Dia
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