Keiko Fujimori y Ollanta Humala cerraron anoche sus campañas para el balotaje presidencial del domingo en Perú con discursos en los que repitieron casi calcados sus promesas y sus ataques de los últimos días.
Con una hora de diferencia y a sólo dos kilómetros de distancia, ambos postulantes también pusieron sobre los escenarios el apoyo que fueron capaces de recolectar entre la casi mitad de la población que no votó por ninguno de ellos en la primera vuelta.
Como nunca antes en la campaña, la presencia de candidatos presidenciales eliminados en el primer turno y de celebridades locales del espectáculo y el deporte fue prácticamente la última apuesta de los candidatos para tratar de imponerse en la elección que, a priori, es la más reñida de la historia peruana.
«Hago un llamado a la tranquilidad y a llevar estos últimos días con mucha paz; esta competencia está bastante pareja, pero es importante asegurar el futuro de nuestro país y estoy convencida de que vamos a ganar las elecciones», dijo Fujimori en el discurso que pronunció durante su acto, en el Paseo Colón.
La candidata del partido Fuerza 2011 señaló que su adversario «no tiene las cosas claras y eso genera desconfianza», sostuvo que le «preocupa la relación de Humala con (el presidente de Venezuela) Hugo Chávez» y aseguró que el líder nacionalista «ha recibido financiamiento» de parte del mandatario venezolano.
Fujimori también pidió que se investigue a Humala a raíz de declaraciones que un ex narcotraficante hizo al diario Perú 21 y en las que afirmó que en la década de los 90, cuando el candidato de la coalición Gana Perú era capitán del Ejército y estaba al frente de una base contrasubversiva en el interior del país, le pagó sobornos para que facilitara el despegue de vuelos clandestinos a Colombia.
La mayor novedad del acto de Fujimori fue que antes de ella pronunció un discurso de apoyo el liberal Pedro Pablo Kuczynski, tercero en la primera vuelta del 10 de abril.
Kuczynski, Luis Castañeda (quinto en el primer turno), Juliana Reymer (novena) y Mercedes Aráoz (iba a ser la candidata presidencial del Partido Aprista Peruano gobernante pero desistió) se reunieron ayer por la mañana con Fujimori y ésta, en el mitin, anunció que si gana el domingo convocará a los cuatro para que integren su gobierno.
En tanto, en su discurso en la Plaza 2 de Mayo, Humala prometió aumentar el sueldo mínimo, crear un sistema de salud gratuito para todos los habitantes y trabajar por un desarrollo con inclusión social para que el crecimiento llegue a «los bolsillos de todos los peruanos».
«No podemos continuar diciendo que Perú avanza cuando se genera mayor desigualdad», dijo el líder nacionalista, quien pidió a los votantes que «no le tengan miedo al cambio».
A la hora de las acusaciones, el teniente coronel retirado reclamó a los electores «reflexionen» y tengan «memoria» sobre los hechos ocurridos en gobiernos anteriores, en referencia al padre de su adversaria, Alberto Fujimori, quien está preso por delitos de lesa humanidad y corrupción ocurridos durante su gobierno (1990-2000).
Así como Fujimori tuvo a Kuczynski, a Humala lo precedieron en el uso de la palabra el ex presidente Alejandro Toledo (cuarto en la primera vuelta del 10 de abril) y el escritor y periodista Alvaro Vargas Llosa, uno del más de centenar de intelectuales que respaldó públicamente la postulación del líder nacionalista.
La presencia de Toledo y Kuczynski respaldando a candidatos diferentes es la prueba tal vez más contundente de la extrema polarización que ha generado esta elección: durante la presidencia del primero (2001-06), el segundo fue sucesivamente ministro de Economía y presidente del Consejo de Ministros.
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