Las olas de calor que se extendieron por más días de lo habitual, alta humedad y la cercanía del invierno, el combo perfecto para hacerlas “brotar” en los hogares.
Aunque pasa cada final de verano, esta vez el fenómeno se ha visto acentuado: hormigas, miles de hormigas; cientos de miles de hormigas que aparecen adentro de las casas cordobesas con una consecuencia: joder.
En la mayoría de los casos aparecen en los pequeños agujeros en el ángulo del piso y el zócalo y caminan por la casa en busca de todo tipo de alimentos para transportar al hormiguero, que puede estar ubicado debajo del contrapiso, en las paredes o incluso en el techo. Es más, como se trasladan largas distancias, a veces el hormiguero está en el exterior colindante o en casa de un vecino.
“En estos días crecieron notablemente las consultas por las hormigas negras”, dijo César, uno de los responsables de Gecko Desinfecciones, una de las firmas que se encarga de este tipo de procedimientos en los edificios oficiales. “Por supuesto, lo primero en la lista es el tema de los alacranes, porque la gente les tiene miedo, pero lo que sigue este año son las hormigas, y de muchos barrios distintos”, agregó.
“Para combatirlas, usamos líquidos que se introducen en los agujeros que hacen en los zócalos”, explicaron en Gecko, agregando que “se hace una intervención primero y a los 15 días se monitorea”.
En Córdoba Desinfecciones, dijeron que cuando se trata de hormigas “de las que comen madera”, lo ideal es hacer prevención, es la forma de evitar problemas graves de estructura. “En el caso de los techos, lo conveniente es hacer dos aplicaciones por año. No se hace con líquidos, sino que se aplica una termoniebla. En el caso de los techos de cemento, se pulveriza”, agregaron. En todos los casos, “lo ideal es combatirlas desde antes del verano, en septiembre u octubre”, explicaron en la empresa.
Hace calor
En el caso de las hormigas “carpinteras”, muy comunes en los climas cálidos, “no comen madera, sino que hacen ahí sus nidos”, explicó Jorge Finardi, profesor de biología especialista en hormigas. “Es muy común que ingresen en las viviendas y se ubiquen en lugares donde encuentren madera, por eso queda aserrín en los pisos”, apuntó.
“Algunas de las variedades no son autóctonas de estas zonas, sino que se cree que llegan diseminadas por el transporte de madera que viene desde lugares tropicales (Brasil) o en los postes de madera para alumbrado o telefonía”, agregó. Su alimentación es variada, desde insectos muertos hasta sustancias alimenticias con azúcares, por eso se las ve dentro de las casas. “Es notable la superpoblación de esta especie en periodos de mucho calor sostenido en el tiempo”, explicó Finardi.
Cómo combatirlas
Eliminar las hormigas que forman las interminables hileras no es fácil. Se las puede pisar, barrer y sacar con agua, pero esto no tiene gran efecto sobre la colonia, ya que suelen representar una mínima porción del total. Es cierto, se van a alterar, van a correr, pero a las pocas horas, volverán a formar la fila.
Para luchar contra las hormigas, además de la fumigación profesional, una alternativa casera es el uso de “ácido bórico en forma de gel”, dijo Jorge Finardi. El especialista Álvaro Ruiz Moreno aconseja tapar los agujeros por donde salen con siliconas o jabón sólido; también es útil el detergente de lavar los platos porque si se lo rocía puro sobre las hormigas, las mata.
Otra opción es colocar unas macetitas de aromáticas en la cocina pues el olor las aleja.
“Otro truco interesante y probado es agregar vinagre al trapo de piso y limpiar el piso con eso. El aroma del vinagre les desagrada”, agregó el especialista en una columna escrita para Día a Día.
Ag. de Noticias: Dia a Dia
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