«Con los cultivos que nos llevó la Policía íbamos a ayudar a 150 pacientes» La Policía allanó la quinta de la reconocida cultivadora Brenda Chignoli y secuestró cientos de plantas de marihuana. También detuvo a su hijo. Fue mientras el Senado aprobaba el uso medicinal del cannabis.
Hay que entender esto: una cosa es el narcotráfico (el comercio de drogas) y otra el uso terapéutico que cada vez más gente le da al aceite de cannabis para el tratamiento de ciertas enfermedades.
Son cosas diferentes, y, si bien la ley argentina reprime el cultivo de marihuana, miles de personas en el país (y millones en el mundo) lo hacen de todas maneras por salud, no siempre por beneficios económicos, lo que abre un espacio gris en el que discuten -a veces con posiciones encontradas- médicos, juristas, pacientes, legisladores y científicos cuando se profundiza el tema.
Por eso lo que ayer ocurrió en Córdoba excede lo meramente penal y debe entenderse desde una perspectiva social y de calidad de vida. Este miércoles, al mismo tiempo que el Senado aprobaba el uso medicinal del aceite de cannabis, la Policía provincial primero, y la Federal después, allanaron la quinta donde vive la reconocida cultivadora Brenda Chignoli en la periferia norte, cerca de Circunvalación, y arrestaron a tres hombres, entre ellos su hijo.
En un operativo que comenzó en la siesta de ayer y finalizó este mediodía, se llevaron una importante cantidad de plantas de marihuana (no estaba claro cuántas: los abogados de Brenda dijeron unas 450, y el juez Federal Alejandro Sánchez Freytes calculó la mitad) y un total de un litro de aceite de cannabis para paliar la situación de unas 150 personas en todo el país, según contó la cultivadora.
«Estamos en la lucha organizada del autocultivo desde el año 2000. No somos narcotraficantes, como nos quiere hacer pasar la Policía. Desde aquellos años nos hacen lo mismo: entran en mi finca sin orden de allanamiento y no nos pintan los dedos, pero se llevan las plantas. Es su único objetivo», dijo Brenda, quien tuvo una activa participación en los debates parlamentarios para darle forma a la ley sancionada ayer.
Terapia medicinal. «Les pedimos la orden de allanamiento y no la tenían. Si hubiera sido la primera vez que entraban en mi propiedad, les creería. Pero ya es la cuarta, lo vengo denunciando hace años», sostuvo la mujer, quien utiliza el aceite de cannabis para su cáncer gástrico, y ayudó a paliar otras enfermedades de sus hijos con la misma terapia, además de proveer de aceite medicinal a unas 600 personas en el país.
Chignoli, titular del Movimiento Cannábico Manuel Belgrano y coordinadora en Córdoba de Mamá Cultiva, insistió para que la ley aprobada por el Senado contemplara el autocultivo, algo que finalmente no se logró: los cannábicos consideran que esta ley es un avance «a medias» en la aprobación del uso medicinal de la marihuana, dado que será el Ministerio de Salud de la Nación el que suministre los insumos necesarios a aquellos pacientes que lo requieran (registro mediante), y se permitirá la importación y la producción local sólo a entes autorizados.
Sucede que la importación del aceite de cannabis o su producción en Argentina (únicamente a cargo del Conicet y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) implican demoras y costos altísimos, y por eso el autocultivo sigue siendo la opción de vida para la gente que la utiliza para tratar patologías, como Brenda.
«Hemos pasado un invierno muy crudo. Con los cultivos que nos llevó la Policía íbamos a ayudar a 150 pacientes de todo el país por los próximos seis meses», insistió Brenda. «Llevábamos cultivando un buen tiempo, teníamos unas 250 plantas y muchos kilos de flores, que es con lo que se prepara el aceite. Todo eso es para terapia medicinal, las plantas incluso tenían rótulos con los nombres de los pacientes», precisó la mujer, quien pasó la noche sin dormir y esta mañana deambulaba en la Fiscalía Federal N° 2, junto con sus abogados, para solicitar la excarcelación de su hijo y de los otros dos jóvenes, oriundos de Buenos Aires.
Los abogados. Una de las defensoras, Marianela Loyeau, se quejó porque hasta entrada la siesta la Policía todavía no había entregado el procedimiento, por lo que no se podía avanzar en el pedido de excarcelación. «Estuve con los chicos detenidos. Los vi bien, saben que esto es una lucha de todos. Explicarán al fiscal lo que tengan que explicar: no son narcos, son gente que usa el cannabis por cuestiones medicinales», dijo a este diario. «¿Sabés por qué los detuvieron? Porque no forman parte de las grandes empresas de medicina. Porque se dedican al autocultivo», aseveró.
La letrada expresó que el cultivo secuestrado por la Policía («entre 450 y 500 plantas») llevaba siete años de producción, y que ahora cientos de pacientes se quedarán sin su medicina. «Por eso solicitaremos que devuelvan todo lo incautado», adelantó, y dijo que si bien la nueva ley no contempla el autocultivo, hay que ver «cómo el juez interpreta el contexto» de esta situación, y que su resolución «marcará un precedente».
El otro abogado de Chignoli, José Aramayo, contó que estaba presente en el allanamiento en la finca cuando un policía «se quebró» y confesó «que no tenían orden de allanamiento, y tuvieron que inventar una excusa para entrar». «Con el pretexto de que perseguían a un supuesto delincuente, entraron y justificaron el hallazgo casual, pero no tenían orden de allanamiento», manifestó. Y se lamentó porque además de las plantas «se llevaron los dosificadores y desarticularon el sistema de riego».
La versión policial. El procedimiento comenzó a las 15 de este miércoles en cercanías de Villa Esquiú, donde según la Policía provincial un vecino los llamó porque vio pasar corriendo «a tres jóvenes» y ocultarse en un monte detrás de la vivienda.
Intervino en un primer momento la Fuerza Policial Antinarcotráfico (fpa), pero «dada la envergadura del procedimiento» se dio pase a la Justicia Federal, que dispuso «que personal de la brigada de la Delegación Córdoba de la Policía Federal proceda al secuestro de todo el material y al traslado de los detenidos», comunicó a la prensa la Policía Federal.
El comunicado agrega que se encontró «una plantación de marihuana a lo largo de dos hectáreas, con aproximadamente 500 plantas por hectárea, con un sistema de ventilación y riego. En medio se hallaba una carpa desde donde montaban guardia y en el casco de la finca todo lo necesario para el procesamiento de las hojas y semillas de marihuana, como así también las etapas de la picadura de marihuana (secado-picado-almacenamiento) y elaboración de aceite de cannabis».
«También se encontraron bidones con precursores químicos para sinterizar el aceite, estufas y equipos de aire acondicionado, agendas telefónicas y celulares. Cabe destacar que el campo donde se llevaba a cabo la actividad delictiva se encuentra (…) rodeado de cortinas de retamas para generar las condiciones climáticas para el cultivo».
El juez. Pese a los múltiples intentos, no fue posible contactar al fiscal Federal N° 2, Gustavo Vidal Lascano. Quién sí atendió a este diario fue el juez Federal N° 2, Alejandro Sánchez Freytes, y explicó las dos posibles alternativas de este caso: «Habrá que ver si el fiscal considera que había comercialización y promueve acción penal, o si entiende que, en el marco de la nueva ley aprobada ayer, la acción se puede adecuar a una conducta no delictiva».
En Argentina se encuentra vigente la ley nacional 23.737, sobre tenencia y tráfico de estupefacientes, que reprime cualquier uso de productos derivados de la marihuana. La ley aprobada ayer por el Senado únicamente contempla la utilización del aceite de cannabis para fines terapeúticos regulado por el Estado, sin contemplar la posibilidad del autocultivo.
Pero Sánchez Freytes abrió una «puerta» a los tres jóvenes detenidos al señalar que, si bien «objetivamente» se habla hasta el momento del secuestro de varios centenares de plantas de marihuana, puede que cuando se reglamente la ley aprobada ayer «se determine si hay o no delito» en las plantaciones de Chignoli. «Habrá que ver si una vez que la ley esté vigente se autoriza en este caso el uso de la planta con fines paliativos», remató.
Hasta esta tarde, los tres jóvenes continuaban presos.
Fuente: Día a Día
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