Serio: el patrimonio del BCRA ya es más bajo que en los años K. CAYÓ ESTA SEMANA A U$S3.000 M POR EMISIÓN DE LEBAC Y BAJO TIPO DE CAMBIO
El indicador de solvencia, que es poco relevante en contextos de confianza en la economía, se desplomó por los esfuerzos para controlar la inflación.
La pelea contra la inflación, que lleva adelante desde hace ya 16 meses, le significaron tantos esfuerzos al Banco Central que lo dejaron, si bien con un buen capital de «credibilidad», con pocos indicadores de solvencia para ostentar.
El patrimonio neto del organismo se desplomó esta última semana a los u$s3.000 millones, un nivel inferior al mínimo que había llegado a registrar en los años de kirchnerismo; el tamaño de su stock de reservas es el más bajo de la región si se lo compara con el Producto Bruto Interno (PBI); el total de sus pasivos empieza a ubicarse entre los más altos de los países vecinos y el total de las reservas netas se mantiene (según cómo se mida) prácticamente estancado en apenas los u$s15.000 millones.
Esta foto descuidada es, precisamente, una de las principales razones que parecen haber impulsado al Banco Central a plantearse el «objetivo agresivo» de fortalecer sus reservas en los próximos dos años.
Se trata de un plan de mediano plazo, que se encargó de hacer explícito este martes el propio Sturzenegger: incrementar el «activo» de su balance en un 5% del PBI (lo que hoy equivale a u$s25.000 millones), para aprovechar el actual contexto de «bonanza cambiaria» y quedar preparado ante un escenario adverso de salida de dólares financieros.
El BCRA sufrió el principal deterioro en su solvencia, durante este año y medio, por el fuerte aumento en la cantidad de letras deuda y pases pasivos que debió colocar para retirar pesos de la economía ( con el fin de contener la suba de precios). El stock de Lebac pases y Lebac casi se triplicó desde el 10 de diciembre de 2015 hasta hoy, al aumentar en casi $480.000 millones y $80.000 millones, y los intereses que paga por ellas ya llegan a los $230.000 millones al año.
Esto se vio agravado, en el último tiempo, por un baja en la cotización del dólar: el tipo de cambio nominal cayó de los $16 hasta un mínimo de $15,20, en estos meses y afectó el valor contable de los dólares de las reservas.
En los datos oficiales del Banco Central se ve que el patrimonio neto (la diferencia entre su activo y su pasivo) se ubica hoy al borde de los u$s3.000 millones.
El nivel podría ser aún peor si se computara la reciente caída de reservas por el pago del Bonar X (de u$s4.000 millones). Con todo, hoy ya es más bajo que el piso que llegó a verse durante el kirchnerismo, en mayo de 2015, con Alejandro Vanoli a la cabeza.
En ese momento, el organismo le transfirió al Tesoro unos u$s10.000 millones en concepto de utilidades, y el patrimonio neto se desplomó hasta los u$s3.500 millones.
Con todo, vale aclarar que estos indicadores que miden la solvencia del Banco Central suelen cobrar relevancia en momentos en que hay bajas reservas y el contextos es de alta desconfianza y poca credibilidad sobre la política económica.
Esto porque, precisamente, uno de los principales motivos que puede golpearlos es el efecto que provoca en una economía el ingreso de capitales: la acumulación de reservas y la caída del tipo de cambio.
El caso más cercano y emblemático que suele mencionarse al respecto del Banco Central de Chile, que durante años mostró patrimonio negativo por la apreciación del peso chileno, pero que mantuvo una política monetaria sana y creíble que alcanzó a disipar cualquier posibilidad de duda.
La incógnita de muchos es, ahora, si la Argentina se prepara para encarar un escenario más calmo o más adverso en los meses que vienen.
Ag. De Noticias: Ámbito Financiero
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