La Conferencia Episcopal apunta a «sanar heridas» de ese período. Los obispos comenzaron a recibir testimonios de familiares de desaparecidos y militares. Críticas de organismos de derechos humanos.
La 113° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) puso en marcha este martes una propuesta de «reconciliación» por lo ocurrido durante la última dictadura militar, para lo cual los obispos comenzaron a recibir testimonios directos de familiares de desaparecidos y de militares.
Los obispos, que apuntan a «sanar heridas» de ese período, dieron inicio a este proceso en la asamblea plenaria de la CEA, que se desarrolla en la Casa de Retiros Cenáculo-La Montonera, de la localidad bonaerense de Pilar.
«La 113° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina iniciará un tiempo de reflexión sobre los acontecimientos ocurridos durante la última dictadura militar. El mismo comenzará con la escucha de algunos testimonios de familiares de personas que sufrieron las consecuencias de este período marcado por la violencia en distintos ámbitos de la sociedad», indicó la entidad en un comunicado.
Según se informó, esta primera etapa se limitará exclusivamente a la escucha de algunos testimonios y no al intercambio entre los participantes. Para ello, se invitó a «un número acotado de personas» para contar con un tiempo suficiente para que narren sus experiencias.
La Conferencia Episcopal señaló que este proceso «de largo aliento» continuará durante las asambleas de los próximos años, donde se buscará realizar, más adelante, «un camino de diálogo entre los obispos en el marco de la cultura del encuentro y la amistad social».
La propuesta de la Asamblea plenaria, encabezada por el presidente de la CEA, José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe, fue, sin embargo, duramente cuestionada por los principales referentes de organismos de derechos humanos, los que ratificaron su compromiso con la «memoria, verdad y justicia» y volvieron a acusar a la Iglesia de ser «partícipe del horror», en los crímenes del terrorismo de Estado.
De todos modos, en su Asamblea Plenaria, los obispos anunciarán también la aprobación de un protocolo para que víctimas y familiares directos de desaparecidos durante la última dictadura puedan recurrir a los archivos que posee la Iglesia sobre esa etapa.
En octubre del año pasado, por una decisión del papa Francisco, el Vaticano y la Conferencia Episcopal habían anunciado la finalización del «proceso de organización y digitalización» de sus archivos de la dictadura, y, ahora, buscan permitir que los interesados puedan comenzar a realizar las consultas correspondientes.
Se trata de unas tres mil cartas y documentos que se conservan en el Episcopado, en la Nunciatura Apostólica y en la Santa Sede, sobre pedidos que llegaron a la Iglesia para conocer el paradero de detenidos y desaparecidos y reclamar gestiones ante las autoridades militares de entonces.
Arancedo: «Contribuir a una cultura del encuentro»
En su misa de apertura, Arancedo lamentó que en la Argentina «nos hemos acostumbrado a una cultura del enfrentamiento, la violencia y la anomia, que nos debilita como Nación» y citó palabras del Papa, que señaló que «la nueva evangelización anima a todo bautizado a ser instrumento de pacificación y testimonio creíble de una vida reconciliada».
«Es hora de saber diseñar, en una cultura que privilegie el diálogo como forma de encuentro, la búsqueda de consensos y acuerdos, pero sin separarlos de la preocupación por una sociedad justa, memoriosa y sin exclusiones», apuntó, citando a Francisco.
El arzobispo de Santa Fe destacó, en este camino, que parte de «la misión de la Iglesia» es «contribuir con su palabra a una cultura del encuentro» y que «la fe en Dios no puede quedar en algo intimista que nos exima de una palabra en lo concreto de nuestra historia».
«Esta actitud de la Iglesia de promover una cultura del encuentro y fortalecer lazos de amistad social, como de privilegiar el cuidado y la atención de los más necesitados, no es una estrategia, sino un compromiso de su fe en Jesucristo. No se trata de una mirada ingenua, sino de poner al hombre en el centro de la cuestión social y verlo como responsable de la misma realidad e instituciones de la República, que son la necesaria mediación en un estado de derecho y en el marco de una vida en democracia. Esta actitud nos hace protagonistas de un futuro que nos compromete», completó Arancedo en su homilía.
Las deliberaciones de los obispos empezaron con el habitual intercambio pastoral, donde presentan libremente sus inquietudes y reflexiones sobre diversos temas, y luego monseñor Arancedo presidió la misa de apertura de esta cumbre, que se extenderá hasta el próximo sábado.
Ese intercambio inicial es el que da origen a la elaboración de un documento que en general refleja la preocupación por alguna temática por parte de la Iglesia argentina.
Este miércoles, en tanto, la Comisión Episcopal de Ministerios presentará una propuesta de trabajo para la prevención de abuso de menores y adultos vulnerables, para lo que obtuvo el aporte de especialistas de Chile.
Ag. de Noticias: Cadena 3
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