La Renga en Jesús María: domadores de multitudes. La banda de Mataderos se presentó en la Provincia con un ajustado operativo de seguridad y un show impecable que reivindicó sus temas de hace dos décadas.
Pocas horas antes del show, Gustavo «Chizzo» Nápoli cantante y guitarrista de La Renga, había sostenido a este medio que estaban muy seguros de sobrellevar el recital sin problemas. «No somos unos improvisados, sabemos hacer un show masivo», había dicho algo enojado después de que su presentación en San Juan fuera suspendida sin mayores explicaciones.
Es que desde que ocurrió el desmadre en Olavarría tras la presentación del Carlos «Indio» Solari, autoridades y productores se encuentran en alerta máxima a la hora de hacer eventos masivos.
Con ese viento en contra La Renga decidió reubicar su show y recaló en esta Provincia. Los ojos del país se posaron en esta fecha y todos los implicados respiraron confiados sobre el final al saber que la noche fue una verdadera fiesta.
A domar a las multitudes
Las horas anteriores al show transcurrieron como cualquier previa de recital: hubo asados improvisados (otros elaborados), choris, hamburguesas con y sin huevo y bebida alcohólicas como para multiplicar a los asistentes por cinco o más. También ofertas de todo tipo: 3×2 en cerveza, dos por $ 100 en sándwiches, remeras, gorros y banderas de todos los precios.
Jesús María vio multiplicada su población, pero sin embargo la ciudad no fue sitiada por completo por fanáticos. Algunos miles coparon las zonas aledañas al predio que bordea las vías del ferrocarril y solo unos pocos acamparon. Es que en esta ocasión la cantidad de entradas disponibles se redujo a un número «manejable» tras lo ocurrido en Olavarría. «Tendrían que venir todos los meses», dijo un vecino contento adentro de un quiosco. Parece que las ventas fueron muchas y los altercados muy pocos.
Luego de un ingreso paulatino y sin sobresaltos, el show que estaba previsto para las 20, se demoró bastante hasta que adentro del Anfiteatro de Jesús María estuvieran casi todos los asistentes. Tocaron bandas soporte, pero pasadas las 21 la gente comenzó a pedir por Chizzo, Teté y Tanque. Finalmente, el trío se subió al escenario pasadas las 21.30.
Hablando de la libertad
Como una forma de describir este momento, la banda comenzó el set con el tema Nómades de su último disco Pesados vestigios. Le siguieron Tripa y corazón (del disco La Renga) y Corazón fugitivo (también de Pesados vestigios).
El público demoró algunos temas en relajarse y sentirse cómodo. El fantasma de Olavarría sobrevolaba la fiesta y los fanáticos se encargaban de repetir una y otra vez que la cosa iba a ser «en paz» casi como tratando de convencerse a ellos mismos. El tema Veneno fue el grito catártico que la multitud necesitaba para dejar atrás los miedos y disfrutar a pleno de más de 25 años de rock en un set que duró casi dos horas. Quizás porque está a punto de cubrir 20 años, gran parte del show estuvo conformado por temas del disco titulado La Renga. El twist del pibe, San Miguel, Ser yo y Bien alto, fueron algunos de ellos.
También hubo lugar para reivindicar a Despedazados por mil partes, el material que el año pasado cumplió su segunda década. De ese disco sonaron: El final es donde partí, Cuando vendrán los días de sol y el cierre (y broche de oro) Hablando de la libertad.
«Córdoba, gracias por recibirnos, esta debería llamarse la capital nacional del rock», dijo Chizzo sobre el final del recital como una forma de devolver la confianza que productores y autoridades pusieron en esta fecha.
Entrevista con Chizzo de La Renga: «No somos improvisados, sabemos hacer un show masivo»
Gustavo Nápoli, líder de la banda de Mataderos, habló sobre el difícil momento para producir shows multitudinarios. Con entradas agotadas se presentan en Jesús María. También habló sobre las cuestiones de género: “Nuestra banda parece machista desde afuera, pero tenemos la ternura de las letras”.
Los ojos del país están centrados hoy en el show de La Renga. El grupo de Mataderos viene de denunciar censura en San Juan a dónde se les impidió tocar en vivo luego de que el multitudinario concierto del Indio Solari en Olavarría dejara dos muertos y muchas dudas.
Ansioso por estar arriba del escenario, Chizzo se muestra muy confiado de su gente y de la producción que acompaña la banda en este momento difícil para los grandes shows en vivo.
Con una larga experiencia en recitales de estadio en el interior del país y una trayectoria de autogestión, el cantante de una de las bandas más convocantes del país dice que no entiende por qué no los dejan tocar en Buenos Aires. “Será por el cambio de Gobierno”, desliza al tiempo que asegura que modificaron su forma de presentarse en público para evitar malos tragos. En sus propias palabras, el show de Jesús María va a empezar temprano por temas de seguridad. “Les pedimos que entren temprano para que no se arme lío en la puerta”, dijo.
Momento difícil
-Después de que cancelaran su show en San Juan tenían dos opciones: o guardarse y esperar que todo pase o salir a tocar como una forma de resistir, ¿ustedes lo vivieron así?
– Nosotros teníamos dos fechas, una en Rosario y otra en San Juan, no sé por qué nos las barajaron. No sé si se asustaron por lo que pasó con el Indio. Nosotros sólo queremos salir a tocar.
-Un año atrás, habían dicho que el tope para producir un show era de 50.000 personas. Hoy ese número se cortó a la mitad, ¿es importante para ustedes la cifra o es algo que nos importa a la prensa y a la opinión pública?
-Nuestro mánager ahora busca hacer recitales en pueblos y provincias. Antes había puesto el tope de 50.000 o 60.000 porque es hasta donde él dice que se puede controlar la situación. Tuvimos experiencias de mucha cantidad de gente como en el Autódromo de Buenos Aires y se desbordó. Fue muy preocupante para todos. Pasamos por un estado de alerta y nerviosismo constante. Para nosotros fue difícil ver desde el escenario que la gente se desmayara.
-Quizás tienen ganas de sentir mayor libertad al tocar y no de estar acotados pensando en lo que pueda llegar a pasar…
-Cuando hay 20.000 o 30.000 también es mucha gente, pero es más manejable. Lo estamos llevando así: haciendo una gira más extensa y haciendo pueblo por pueblo. A la banda le gusta hacer eso también, es lindo viajar.
-¿Siguen sintiéndose censurados en Buenos Aires?
-Hace muchísimo que no tocamos en Capital Federal o cerca. Como nueve años. Queríamos hacer el Autódromo en Capital pero no se pudo. No sé si es algo de este gobierno. No es que nos dicen que no, directamente no tenemos ninguna respuesta. Estamos en esa lucha constante.
-¿Sentís que tenés que demostrar algo para dejarlos tranquilos?
– No sé, porque somos muy estrictos en presentar todo lo que se pide. Trabajamos así con José Palazzo. No somos unos improvisados. Tenemos experiencia en hacer shows masivos. Si tuviéramos una respuesta te la diría, pero no nos dicen ni que sí, ni que no.
La escena musical de hoy
-Cada vez hay más bandas que se autogestionan ya sea por decisión propia o porque los sellos miran para otro lado. ¿Veinte años atrás, cuando decidieron independizarse, se imaginaron que las cosas podían ir para ese lado?
-Nuestra banda empezó de abajo y después tuvimos la experiencia de estar con una compañía para ver cómo era. En ese entonces aceptaron nuestras condiciones. Después volvimos a retomar la independencia porque de esa manera podíamos movernos mejor. Nos sentíamos más libres.
-¿Pero se imaginaron que la autogestión podía ser el futuro para las bandas?
– La verdad que no. Nosotros retomamos la independencia justo antes de que las compañías empezaran a quebrar. Fue sin saberlo, sin darnos cuenta. Muchas bandas después eligieron ese camino. Nosotros teníamos el ejemplo de Los Redondos. Estamos muy cómodos, pero tiene mucho más riesgo porque todo pasa por tu propia responsabilidad, todos los gastos pasan por tu cuenta. Somos como una cooperativa.
-¿Cómo ves la escena musical? ¿Escuchás bandas nuevas? ¿Notás algún recambio?
-Sí, soy de escuchar la radio y siempre estoy escuchando bandas nuevas porque me traen los discos. Hay muchas bandas under que son muy buenas y están tocando en el circuito de pubs, pero cada vez se hace más difícil. Después de Cromañón se complicó bastante.Tenemos contactos y nos invitan a cantar o tocar la guitarra.
-Hoy las bandas evitan los rótulos, no quieren ser encasilladas en un género como el del “rock”. Ustedes han sido unos de los pocos que siguen una línea marcada, ¿esto es deliberado?, ¿es un acto de resistencia?
-El rock siempre puede mixturarse. La Renga sí se mixtura, pero mantiene una línea como vos decís. Yo escribo los temas y son así como me salen. Es mi lenguaje y a mis compañeros les gusta.
-Ya que mencionaste a “teté” y al “tanque”, falta poco para que cumplan 30 años juntos, ¿cómo los lograron?
– Tenemos una amistad desde hace muchísimos años, desde que éramos adolescentes. Es inexplicable, no nos hacemos tantas preguntas. La cosa sigue para adelante y vamos. Al tener la libertad de no estar atados por una compañía nos sentimos distendidos. La Renga sigue pero tenemos libertad de tocar con otros músicos que nos invitan.
-¿Están trabajando en un nuevo disco?
– Sí, pero antes queremos hacer un par de shows en Capital o cerca.
-¿Con qué se van a encontrar los fans que vayan a verlos a Jesús María?
-Vamos a estar tocando los temas del último disco (Pesados vestigios) como lo venimos haciendo en esta gira y habrá temas clásicos que los vamos cambiando según el show. Algún lado b siempre sale. Va a ser un show bastante variado.
Ni una menos
-No sé si estarás enterado, pero a Ciro Martínez le robaron y quiso hacer una broma diciendo que a lo mejor el ladrón fue una mujer porque le sacaron cosas de la cocina. Su declaración fue repudiada, ¿consideras que el mundo de rock es machista?
-(Risas) Sí, algo me contaron. Por supuesto que estamos a favor de #NiUnaMenos. Nuestra banda parecería muy machista si uno la ve de afuera, por la brutalidad de su música, pero en el fondo son temas que tienen la ternura de la poesía. A nosotros nos ven como chicos barbudos, pero somos chicos tiernos también. Aceptamos a las chicas con mucho gusto. Me encantan las mujeres que cantan. Soy admirador de ellas.
-Por ahí haría falta un poco más de presencia de mujeres en el mundo del rock…
-Sí, falta presencia femenina en el rock a pesar de que hay algunas. Tendrían que estar más presentes, eso le daría más fuerza al rock.
Fuente: La Voz
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