El Pontífice calificó al trabajo como «una prioridad humana» y planteó que «el que despide gente no es un buen empresario».
El papa Francisco lamentó que «el sistema político favorezca al que especula y no al que invierte y cree en el trabajo», al que calificó como «una prioridad humana, cristiana y del Papa», al tiempo que sentenció que «el que despide gente no es un buen empresario, sino un comerciante» y criticó «la cultura de la meritocracia».
Especuladores mercenarios
«Una enfermedad de la economía es la progresiva transformación de los empresarios en especuladores. No deben ser confundidos, son dos tipos distintos. El especulador es una figura similar a la que Jesús en el Evangelio llama ‘mercenario», afirmó el Pontífice durante un encuentro con trabajadores en la primera etapa de su visita pastoral de un día a Génova.
«El especulador no ama su empresa, ni a sus trabajadores, sino que los ve sólo como medios para sacar ganancias. Despedir, cerrar, mudar la empresa, no le crean ningún problema, porque el especulador usa, instrumentaliza, come personas y medios para sus objetivos de beneficios», criticó el Obispo de Roma en el encuentro en la fábrica Ilva.
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