Ocurrió en Neuquén. En el video se observa cómo el ave se acerca al lugareño que lo curó de una lesión. Las imágenes se viralizaron en las redes.
«Condorito» le dice Eduardo, un lugareño que habita la zona cordillerana de Neuquén. El ave fue atendido por la gente de la estancia cuando era un pichón y cayó del nido. El animal vive en libertad total.
Como un gesto asombroso, el ave más grande de las que vuelan por cielos argentinos desciende en ocasiones para saludar a quienes le salvaron la vida.
Además, el usuario testigo que compartió las imágenes describió que es bastante usual para la gente del lugar asistir a los animales y mantener el equilibrio natural.
“no es lo que parece”
El director de la Unión de Ornitólogos de Chile (UNORCH) y co-director del Programa Binacional de Conservación del Cóndor Andino Chile-Argentina, Eduardo Pavez Gálvez publicó la siguiente aclaración en su cuenta de Facebook con el título “Las cosas suelen no ser lo que parecen”:
Más allá de la subjetivamente tierna imagen y del sugerente título “baja de las alturas para saludar a quien lo curo de una lesión”, objetivamente todo en este video está mal:
1.- Ese cóndor es muy joven, con sus plumas remeras aún en crecimiento (línea blanca en la base de todas las plumas de vuelo de la superficie inferior del ala) y aún con plumón en los costados. Esto implica que ese pichón probablemente nunca ha perdido contacto con el ser humano, por lo que el título “baja de las alturas para saludar a quien lo curo de una lesión”, que da la idea de un cóndor libre y en su mundo, que visita agradecido a su amigo en el mundo de los humanos, está fuera de contexto real.
2.- Ese cóndor está claramente improntado, por lo que muy probablemente fue robado de un nido de pequeño y criado por el ser humano, y no rescatado y curado…
3.- Ese tierno cóndor, al estar improntado, probablemente no podrá reinsertarse de forma normal a su población, y más aún, cuando alcance la madurez sexual a los 6 o 7 años, podría llegar a ser muy agresivo con el ser humano, como casi todos los cóndores machos improntados.
4.- Como la mayoría de los animales silvestres grandes, llamativos y que no le tienen temor al hombre, es muy probable que pueda terminar sus días trágicamente (con un tiro en la cabeza).
5.- Si la idea era ayudar y rescatar al cóndor, se debiera haber avisado a las autoridades de medio ambiente de la provincia y ellos haber coordinado su envío al centro especializado en cría y recuperación de cóndores en Buenos Aires. Ese centro es muy conocido en toda Argentina, y decenas de pichones como ese se han rehabilitado adecuadamente.
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