Este lunes se pondrán en marcha en las Islas Malvinas las tareas de identificación de los soldados argentinos sepultados en el cementerio de Darwin, donde de un total de 237 tumbas hay 123 cuyos restos nunca fueron identificados.
El plan responde a una solicitud del Gobierno de Argentina que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) recibió en abril de 2012. Ante ese pedido, el CICR requirió como necesario establecer un mínimo de familias que desearan la identificación.
El trabajo se realizó mediante un equipo interdisciplinario que contó con miembros de la Cancillería, del Ministerio de Desarrollo Social, de la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación y de la Escribanía General de Gobierno, entre otros organismos del estado.
La Secretaría de Derechos Humanos fue la encargada de coordinar una tarea fundamental: la toma de entrevistas a los familiares.
Con participación de psicólogos y profesionales del Centro Ulloa, y de personal de la Secretaría especialmente capacitado por el CICR, se tomaron las entrevistas a los familiares y se les brindó contención y acompañamiento.
Así, se pudo confirmar que la mayoría de las familias cuyo ser querido estaba enterrado en Darwin como «soldado solo conocido por Dios» deseaba identificarlo con nombre y apellido.
Hay 93 familias que ya firmaron su consentimiento, 17 que hasta el momento no desean hacerlo y unas 20 que no han podido ser localizadas aún, de acuerdo con los datos que se tenía de ellos al momento de ser convocados en 1982 y a los que pudieron aportar las propias asociaciones de ex combatientes.
En su viaje de la semana pasada a Ginebra, el secretario de Derechos Humanos Claudio Avruj se reunió con la vicepresidenta del CICR, Christine Beerli; el coordinador de Operaciones para América, Martienus De Boer; y el asesor diplomático del organismo Guela Sekhniachvili.
Las tumbas de los caídos sin identificar
El CICR instaló laboratorios móviles temporarios (que ya ha utilizado en otros proyectos humanitarios en el mundo) en proximidad del cementerio de Darwin, para así poder realizar diversas actividades, entre ellas la recolección de muestras de ADN en las condiciones adecuadas. Y dispuso medidas de seguridad permanentes para impedir el acceso de particulares al sector mientras duren las tareas.
El análisis de ADN a fines de la identificación (es decir, el cotejo) se llevará a un laboratorio argentino que tiene las muestras de referencia de los familiares.
El control y el aseguramiento de la calidad del análisis de ADN estarán bajo la responsabilidad de dos laboratorios, uno en España y el otro en el Reino Unido. Estos laboratorios fueron seleccionados en estrecha consulta con los Gobiernos de Argentina y del Reino Unido.
Los dos profesionales intervinientes, a propuesta del gobierno argentino, pertenecen al Equipo Argentino de Antropología Forense.
Sólo se tomarán muestras para realizar los cotejos de ADN. No habrá traslado de restos al continente.
Luego de los trabajos del CICR, las tumbas y el cementerio serán devueltos a su estado original, en consulta con el responsable autorizado de mantenimiento del cementerio.
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