La Muni pateó el tablero y anunció que descontará los días no trabajados. Sigue la asamblea permanente entre los inspectores. Horas de tensión.
Y un día se acabó la mesura. Se clausuró el diálogo. Se dio por colgada la discusión.
Fue cuando el Ejecutivo municipal resolvió comer de la «fruta prohibida» al anunciar el descuento para los empleados de la Policía de Tránsito que desde hace 9 días vienen en «asamblea permanente».
El anuncio lo realizó en Mitre 810 el secretario de Economía Gabriel Bermúdez, luego de concluido el cónclave con el intendente. «El municipio ha decidido que estos nueve días no van a ser abonados a los empleados que no han desempeñado su tarea», ametralló, seguramente a sabiendas del camino de cornisa que emprende.
Luego de recordar todo el «esfuerzo realizado para aportar soluciones concretas y otras que vienen en camino porque dependen de otros», Bermúdez pareció arrojar nafta al fuego al señalar que «evidentemente hay sectores que no valoran el ingreso que tienen, que no valoran el esfuerzo que se está haciendo para cumplir con los compromisos». Incluso cargó contra los contratados de la repartición, al decir que «increíblemente fueron ellos los que votaron para que se siga en asamblea».
Poner la cara. Al funcionario se lo oía bastante molesto, luego de que ayer pasado el mediodía se jugara la última carta, al asistir personalmente a la asamblea de los trabajadores donde fue a poner la cara para garantizar los plazos.
Pero los muchachos no querían saber nada con plazos ni promesas, y resolvieron tensar más la situación, condicionando el levantamiento de la medida a la entrega de los uniformes que en este momento se están cosiendo y que tienen fecha de entrega para julio.
«El tema de la ropa es sine qua non para que se levante la medida», dijo el delegado Agustín Pueyrredón, ratificando lo votado por la asamblea: «La medida no se levanta hasta que la ropa no llegue, así se tarde 15 días más».
El anuncio del descuento derivó anoche en una nueva asamblea en la «zorrera» municipal. Antes, el propio delegado había adelantado que sabrán defenderse «en el momento en que se haga efectiva la medida», insistiendo que «si se está en estado de asamblea no es por responsabilidad de los trabajadores sino de los funcionarios».
¿Y ahora? Con las calles de la ciudad en estado caótico por la falta de control de tránsito, y ante el pronóstico de un conflicto prolongado, desde el municipio avanzan en un plan. «Estamos trabajando para tener un plan de contingencia respecto del ordenamiento del tránsito», anticipó Gabriel Bermúdez.
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