Hizo pública una misiva enviada a la Rosada. Allí juran que apoyarán la reelección y que militarán para ella en la interna abierta del 14 agosto.
Un claro mensaje envió ayer el PJ cordobés a la Casa Rosada: a través de una carta ratificó el «apoyo incondicional» a la reelección de Cristina. En lo formal, está dirigida a Jorge Landau, apoderado nacional del ese partido, pero tiene como destino el escritorio de la Presidenta.
La nota se hizo pública luego de que la negociación entre unos y otros, por la lista de diputados nacionales, terminara en «tablas». La versión cordobesa del desacuerdo es que Cristina quería poner a los cuatro primeros de la nómina, y De la Sota no cedió. La versión K es que Unión por Córdoba no quería ceder el primer lugar del nombre de la alianza, mientras que la orden de la Presidenta es que el Frente para la Victoria encabece todos los acuerdos.
Así las cosas, se inscribió una lista K pura, el Frente para la Victoria, y Cristina habilitó la «kolectora» de la agrupación Nuevo Encuentro. Ante esto, el PJ provincial anotó el sello de Unión por Córdoba. Todo en el marco de mutua desconfianza.
Además del apoyo a la reelección, la carta también deja un mensaje: el PJ se alinea con cualquier decisión electoral tomada por la Nación, algo que, dicen por lo bajo los dirigentes del justicialismo cordobés, «los compañeros» kirchneristas no retribuyen.
En ese marco, la misiva señala que el apoyo es «incondicional», ya sea como candidata del peronismo «o de la alianza que se decida» conformar. «Hoy ponemos en movimiento a la militancia, acompañando a nuestra candidata», dice la nota que firman Carlos Caserio, ministro de Gobierno y presidente del PJ; Daniel Passerini, jefe del bloque peronista en la Legislatura; Carlos Alessandri; Domingo Carbonetti, apoderado; y Osvaldo Vottero, jefe de la mesa de intendentes.
Por ahora, el esquema de sumatoria para Cristina es de tres vías: el PJ, el Frente para la Victoria y el Nuevo Encuentro. Pero alguno de esos caminos podrían bloquearse en las próximas semanas. Vale recordar que en 2007, en Córdoba, Cristina juntó en dos canastas: la del PJ, con Roberto Urquía y Nora Bedano de Accastello, y la «juecista», el Frente Córdoba Nueva, con la cual Cecilia Merchán logró un escaño en el Congreso.
La colectora K iría en todos los cargos
Con la venia expresa de la Casa Rosada, el kirchnerismo no peronista presentó la alianza Nuevo Encuentro para competir en las elecciones nacionales del 23 de octubre, cuando Córdoba renovará nueve bancas de diputados nacionales. El OK nacional envalentonó a los filo K, y ayer este espacio cofirmó que presentarán candidatos propios para gobernador y vice, legisladores provinciales, intendente de la ciudad de Córdoba y concejales en este último distrito. La danza de nombre es interminable, puesto que integran el acuerdo varios sectores. Entre los referentes están el viceintendente Carlos Vicente (quien se reservaría para pelear en las municipales) y Eduardo Fernández, titular de Apyme.
De esta forma, salieron a capitalizar el voto K, y prometieron una opción real, «no testimonial». Fue la respuesta al máximo referente K de Córdoba, Eduardo Accastello, quien dijo que si persiste el desacuerdo los votos cristinistas se dividirían entre De la Sota y Luis Juez.
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