Todas la cárceles de la provincia podrán tener piletas de lona para que disfruten los presos de buena conducta junto con los familiares que van a verlos, pero sólo durante el momento de las visitas.
La Secretaría de Asuntos Penitenciarios de esa provincia autorizó el uso de estas piletas desarmables en los pabellones de los presos con buena conducta, siempre y cuando lo apruebe el director del penal.
Asimismo, el armado de las piscinas deberá consensuarse con el resto de la población carcelaria y su utilización estará limitada a los días y horarios de visita y en sectores que cuenten con las medidas de seguridad mínima necesarias para su funcionamiento.
Por su parte, en los casos que no corresponda la autorización, deberá asegurarse que las visitas cuenten con medios de ventilación y recursos suficientes para evitar la deshidratación.
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