El agujero mide unos 80 mil kilómetros cuadrados y tiene a los investigadores sin una explicación, ya que las áreas de aguas cubiertas como esta se forman en regiones costeras de la Antártida y en este caso se formó en lo profundo del casquete polar.
«Parece que alguien acaba de hacer un agujero en el hielo (…) que se ubica a cientos kilómetros de la orilla. Si no tuviéramos un satélite, no sabríamos que está allí», explicó Kent Moore, físico atmosférico de la Universidad de Toronto y uno de los investigadores del fenómeno.
Según Moore, todavía es “prematuro” culpar al cambio climático de la aparición del enorme agujero. Actualmente el investigador y su equipo están estudiando el fenómeno utilizando observaciones de satélites y robots sumergidos a grandes profundidades en el mar.
El agujero mide más de 80 mil kilómetros cuadrados y es el primero que aparece de semejante magnitud desde la década de 1970, aunque por aquel entonces los investigadores no contaban con herramientas necesarias para averiguar su origen.
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